We Are Europe

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Hombre sentado sobre un cubo volteado frente a un telón de fondo de fotógrafo gris. Sostiene en sus manos el cayado de un pastor. A ambos lados del telón de fondo se ve una docena de vacas en el establo de un enorme granero.

¿Estás en Europa? No es una pregunta con truco. Ni sencilla de responder. Podrías vivir en Europa y sentir una profunda conexión con tu identidad europea. O sentir orgullo por tu nacionalidad y considerar la europea como secundaria. Tal vez no tengas grandes sentimientos en ninguno de estos sentidos. Sin duda, no hay nada tan complejo y relativo como el vínculo que sentimos con el lugar al que llamamos hogar, ya se trate de una ciudad, un país o incluso un continente. La embajadora de Canon, Lieve Blancquaert, posiblemente lo sepa mejor que nadie.

Lieve y su amiga Marij De Brabandere pasaron cinco meses en carretera, viajando en una autocaravana a lo largo de 33.000 kilómetros recorriendo Europa. ¿Por qué? Buscaban algún tipo de unidad. Los valores que compartimos, la esperanza, los sueños… cómo queremos que sea el futuro. Utilizó su cámara para documentar una Europa que en la actualidad –en una época de grandes cambios e inestabilidad– es al mismo tiempo única y, en cierto modo, también atemporal, ya que plasma las inquietudes profundas de las personas.

La idea y su viaje comenzaron en Berlín, pero hace 34 años. El 9 de noviembre de 1989, se dirigía en coche a Berlín Este para asistir a una reunión, pero al circular por las calles, éstas le parecieron diferentes. Vio a un gran número de personas, todas ellas caminando en la misma dirección, dirigiéndose hacia el Muro de Berlín. «Entonces, abrí la ventanilla y pregunté: ¿Adónde vais todos?» Y me respondieron: «¡El muro ha caído! ¡El muro ha caído!». Como todos sabemos, este acontecimiento tuvo una profunda importancia en la historia de Europa, y Lieve recuerda cómo todo el mundo se vio atrapado en este momento histórico, consciente de que lo cambiaría todo. «La gente se había reunido, estábamos unidos. Y, tal vez, fuimos completamente ingenuos [o fue una ingenuidad]. Pero así es como me sentí en ese momento. Por supuesto, 35 años después, la historia ha cambiado mucho.»

El telón de fondo de fotógrafo gris está fijado en la mitad derecha de una serie de porterías. Delante de las porterías y el telón, entre ambos elementos hay veinte jóvenes negros posando en dos filas, como un equipo de fútbol, con la primera fila agachada. La tierra bajo ellos está cuarteada y las paredes de un desagüe pluvial se elevan a izquierda y a derecha.

España — Refugiados senegaleses juegan al fútbol en un desagüe pluvial vacío en Cuevas del Almanzora

Jugar al fútbol es nuestra salvación. Garantiza que nos mantengamos fuertes y que no nos desanimemos. En realidad, no pedimos mucho y, sin embargo, no somos bienvenidos en ningún lugar.»

En ese momento, solo había diez Estados miembros en la Unión Europea. Hoy en día son 27 y en el transcurso de cinco meses, la pareja visitó cada uno de ellos, además del Reino Unido, que abandonó formalmente la Unión en 2020. «La idea era averiguar qué nos conecta. Descubrir qué piensan las personas sobre su futuro y sobre la idea de que pertenecen a ese grupo.» Explica Lieve. «Se me ocurrió plantear diez preguntas sencillas y traducirlas a 24 idiomas, como "¿qué es lo que más te asusta?", "¿te sientes pobre o rico?", "¿cómo ves el futuro?" y "¿cuál es el mayor desafío al que nos enfrentamos?" Preguntas que tanto un niño como un anciano de 100 años pueden responder.»

A menudo, las respuestas que recibió fueron duras. Durante cinco meses que la pusieron a prueba física y emocionalmente, fue testigo del amor, el miedo, la belleza, la fealdad, la riqueza, la pobreza, el consuelo, la desesperación y la ira. Joven romaní que quiere algo más que ser madre. Propietarios de un club queer de Polonia que esperan a que llegue el día en el que puedan casarse. Joven ganadero de ovejas belga, frustrado por los vacíos legales. Hombre de mediana edad de Luxemburgo que cambió la competencia feroz por una caravana. Y refugiados, tantos refugiados que buscan un hogar y un sentido de la aceptación, pero que muy pocos encuentran.

Lieve descubrió que, para muchos, el pasado era una fuerza tan poderosa en sus vidas como el presente. Algunos con nostalgia por tiempos mejores, otros con el fantasma omnipresente de peligro que casi podría considerarse un trauma intergeneracional. En Estonia conoció a Janika, gerente de RR.HH. y madre de dos hijos que forma parte del Naiskodukaitse, el ejército de mujeres voluntarias. «Me explicó que, para ella, una invasión es un escenario plausible y no una fantasía. Sus abuelos, sus padres y ella misma lo han experimentado de primera mano.»

Cuatro personas de pie frente a un telón de fondo de fotógrafo gris con la cabeza inclinada y abrazándose. Más allá del telón de fondo se ven enormes montañas cubiertas de nieve.

Italia — Alberto, Martina, Giuseppe y Luca, un grupo de amigos de las cercanías de Trento, en el Glaciar Marmolada de los Dolomitas. En 2022, una enorme columna de hielo glacial se derrumbó en la montaña, provocando la muerte de once personas, ocho heridos y poniendo gravemente en evidencia el cambio climático para la población local.

Milagrosamente, sobrevivimos al desastre. Yo mismo fui gravemente herido y casi perdí una pierna, pero sigo vivo. Un amigo nuestro murió aquí. Volver aquí es difícil. Me duele y me asusta.»

Mientras Lieve viajaba de un país a otro, descubrió contrastes, contradicciones y condiciones que conforman una imagen de Europa caleidoscópicamente compleja en casi todos los aspectos. Las decisiones tomadas por quienes ostentan el poder pueden afectar a algunas personas de mala manera y viceversa. Las cosas nunca son tan claras como podríamos pensar. Y, si bien omite deliberadamente la política de su narrativa, estos problemas tienden a salir a la superficie a través de temas como el cambio climático, los derechos LGBTQ+, la crisis de los refugiados y el impacto del Brexit.

«Pero no os equivoquéis», dice con firmeza. «Mi libro y mi proyecto no son políticos. Está hecho de las pequeñas historias de las personas y de sus dificultades. No importa de qué bando seas, esto no va de ellos y nosotros.» Y descubre que hay algunas cosas que todos compartimos, independientemente de nuestra ubicación o idioma. «El amor y la seguridad son importantes para cualquiera», escribe en su libro, «We Are Europe – Encounter with a Continent.» «Todas las personas queremos estar sanas y conservar la salud. Queremos paz y tranquilidad. Los progenitores de todo el mundo desean un futuro brillante para sus hijos.»

El proyecto y la exposición We are Europe cuenta con el apoyo de Canon Bélgica. El viaje de Lieve es también un documental de una hora de duración y una serie documental de seis partes para el canal de televisión belga VRT CANVAS y VRT MAX, llamada Wij zijn Europa.

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