El guardián de los ornitorrincos que inspira la conservación en toda Australia

En la web se pueden encontrar llaveros, paquetes de pegatinas y tarjetas de felicitación junto a hermosas impresiones fotográficas de los ornitorrincos de Hobart, Tasmania, Australia. Cada uno tiene su nombre: Little, Scoot, Rolo, Zoom, Fern y más. Porque cuando quieres a un animal, le pones nombre, ¿verdad? Y estos animales reciben mucho amor, por lo que Pete Walsh, el fundador de la organización comunitaria Hobart Rivulet Platypus (HRP) quiere hacer todo lo que esté en su mano para proteger y preservar a esta importante población en peligro de extinción.

Su trabajo va mucho más allá de la recaudación de fondos, aunque un premio de 10.000 $ del Canon Grants Programme de Australia ha vuelto a poner en el centro de atención a Pete y a los ornitorrincos de Hobart. Durante diecisiete años, ha expuesto a organizaciones como la de Pete al voto del público, otorgando más de medio millón de dólares durante el proceso. El año pasado, el público votó a favor de que HRP fuera el destinatario del codiciado «Paquete de desarrollo de contenidos», que proporcionará equipamiento y financiación para completar un cortometraje llamado Becoming Platypus, ayudando a este querido grupo cívico a aumentar aún más la conciencia sobre estos fascinantes y hermosos animales, que solo se puede encontrar en su hábitat natural en Australia.

Pete descubrió su pasión por los ornitorrincos en 2020, cuando se establecieron restricciones para viajar, y estaba limitado a un radio de cinco kilómetros de su casa. Por lo tanto, el Hobart Rivulet, un corto tramo de agua que recorre su ciudad, se convirtió en un lugar habitual para caminar. Sin embargo, en uno de sus paseos, Pete hizo un terrible descubrimiento; un ornitorrinco luchando en una red de plástico desechada. Fue capaz de liberar con cuidado al animal, pero la experiencia lo conmovió lo suficiente como para fundar la organización comunitaria Hobart River Platypus, para tratar de cambiar el estado de esta vía fluvial tan importante. El ornitorrinco (ahora llamado Zoom) ahora está sano y salvo, e inmortalizado en las hermosas impresiones de Pete en la tienda para la recaudación de fondos de HRP.

En los años siguientes, Pete aprendió todo lo que podía sobre la población de ornitorrincos y compartió ese conocimiento con su comunidad para inspirarles a unirse a su misión. Porque el ornitorrinco es una especie rara, un carnívoro de agua dulce y uno de los últimos monotremas (mamíferos que ponen huevos) que quedan en la tierra. No son solo una fascinación para los conservacionistas y los amantes de los animales, sino que los científicos creen que su veneno (sí, ¡también son venenosos!) puede ayudarnos a aprender más sobre el tratamiento de la diabetes.

Por lo tanto, las visitas educativas de Pete a escuelas y empresas son muy importantes. Al igual que sus campañas sobre acciones sencillas pero eficaces que pueden evitar que la basura llegue a las vías fluviales y perjudique posteriormente a la población de ornitorrincos, que ahora son tan familiares para Pete que todos tienen nombre. Las medidas por las que lucha son tan sencillas que conforman una pegadiza campaña: Seize It, Snip It, Bin It! (tómalo, córtalo, tíralo). Estas acciones sencillas y necesarias podrían haber evitado la tragedia de un ornitorrinco llamado Larila (un término que significa ornitorrinco en palawa kani, el idioma aborigen de Tasmania), que murió por quedar enredado en la basura del arroyo.

Larila’s Legacy y Seize it, Snip it, Bin it! se han convertido en el núcleo del programa educativo de la organización en torno a la eliminación segura de residuos, pidiendo a los residentes que desechen la basura de manera eficaz y corten cualquier cosa que pueda dañar a los animales. También hacen campaña para la instalación de contenedores de basura domésticos con candado, para evitar que los residuos peligrosos acaben en el arroyo. El propio Pete lleva tijeras dondequiera que vaya, recogiendo de forma rutinaria la basura y recortando todo, desde cintas para el pelo desechadas hasta bolsas de plástico, para que los ornitorrincos y otros animales no puedan quedar atrapados en estos residuos.

El año pasado, Pete y Hobart Rivulet Platypuses encontraron una gran nueva base de seguidores tras un popular documental de ABC llamado The Platypus Guardian. Y gracias a esto y al enorme número de votos que su organización obtuvo en el Canon Grants Programme, quedó totalmente claro que el amor por estos animales venía desde todos los rincones de Australia. «Lo que demostró la votación para el programa de becas de Canon fue que a los habitantes de toda Australia les encantan los ornitorrincos», dijo Pete, hablando en el podcast Spotlight on Tasmania. «Creo que tienen esta aura de misterio a su alrededor. Son unas criaturas tan poco comunes que la mayoría de la gente jamás puede ver».

Gracias a la beca, Pete puede continuar su trabajo de concienciación a través de la fotografía y el vídeo, utilizando los productos de Canon, que también incluyen la beca para documentar la contaminación y los daños al hábitat en las redes sociales, así como proyectos más ambiciosos, como completar el cortometraje Becoming Platypus. Continúa donde terminó The Platypus Guardian, ofreciendo otra interesante visión de su mundo secreto y contando la historia de dos hembras adultas de ornitorrinco y los desafíos a los que se enfrentan sus crías. 

Con el apoyo de la beca de Canon, el lanzamiento de Becoming Platypus está previsto para 2024 y Pete, como es lógico, está muy emocionado por las reacciones del público después de la positividad tan abrumadora que ha recibido con todo su trabajo hasta ahora. En sus propias palabras: «Esperamos que una vez lanzado, Becoming Platypus desempeñe un papel importante en los programas de educación sobre ornitorrincos en toda Australia». «Estamos muy agradecidos a la comunidad y Canon Oceania por este honor. Junto con nuestros amigos monotremados, ¡os damos las gracias!» 

Durante 17 años, el programa de becas de Canon Oceania ha ayudado a organizaciones que buscan mejorar el futuro en todas las comunidades, en el ámbito de la educación y el medio ambiente. Este año es el más importante hasta la fecha, recibiendo un número récord de solicitudes, ya que se celebraron los 50 años de Canon en Oceanía.

Todos los ganadores de este año, incluido HRP, se encuentran entre un gran número de organizaciones increíbles que marcan una enorme diferencia en sus comunidades locales. Las becas otorgadas por Canon Oceania les ayudan a continuar con su gran labor, mientras que los productos de Canon que también reciben les ayudan a amplificar sus voces y compartir sus mensajes con un público mucho más amplio.