Están delante de un portátil abierto, como en una videollamada. No podemos ver la pantalla, pero su tenue luz les ilumina las caras. El hombre con barba azul está más cerca de la pantalla y enseña varios personajes de dibujos animados de colores, impresos en trozos de papel, al ordenador. Iluminados por el brillo de las lámparas y la pantalla, los dos hombres parecen interesados y entusiasmados con lo que está sucediendo al otro lado. Parece que se lo están pasando de maravilla.
Pero no fue un momento maravilloso para el mundo. Tomada en abril de 2020, llamé a esta fotografía «Saturday Night Pandemic Style» (Sábado noche al estilo pandemia), y creo que muestra la adaptabilidad y la fuerza del espíritu humano en uno de los momentos más oscuros de nuestra historia.
Los Países Bajos se encontraban en medio de la primera ola de la pandemia de coronavirus y, desde marzo de 2020, se habían establecido estrictas normas de distanciamiento social. Las escuelas y los centros de atención infantil se cerraron a corto plazo, así como cafeterías, bares, restaurantes, clubes deportivos, saunas y coffee shops. Las calles estaban desiertas y no se podía acceder a los espacios públicos. El país estaba en el ojo del huracán.
Tomé esta imagen como encargo para el New York Times. Estaba documentando las diferentes maneras en que la gente pasaba las noches de sábado mientras la pandemia nos obligaba a todos a quedarnos en casa para detener la propagación del virus.
Empecé la noche del 11 de abril de 2020 tomando fotografías de los estudiantes, que estaban de fiesta encerrados en sus alojamientos. Más tarde, visité a esta pareja en su preciosa casa flotante, inmortalizando ese momento mágico con mi EOS 5D Mark IV de Canon, justo después de medianoche.
Se llaman Ivo Verburg y Pepijn Zwanenberg, y ambos tienen algo más de cincuenta años. Ivo es el hombre con el arco iris en la frente y Pepijn tiene brillantina en la barba. Cuando subí a bordo de su casa flotante y entré en su sala de estar, estaban allí, de fiesta por Internet con un montón de gente al otro lado, también de fiesta. Fue divertido verles disfrutar de un sábado noche tan alegre y, al mismo tiempo, respetando las normas de distanciamiento social.