Hilary: «¿Cómo descubriste que el tema de las mujeres era algo que te atraía?»
Catalina: «No me defino como una fotógrafa que fotografía historias de mujeres. Creo que son historias actuales que resultan interesantes. Pero es cierto que ser mujer allí me permitió tener acceso al 50 % de las historias. Por lo que, obviamente, aproveché para contar esas historias, y fue realmente interesante para mí como mujer».
Hilary: «Existen riesgos obvios, por lo que algunos cursos de formación en seguridad se han orientado especialmente hacia las mujeres fotoperiodistas. ¿Resultan útiles?»
Ilvy: «Creo que este tipo de formación es muy importante. Puede ser útil estar bien preparada para ir a algunos de los países que he visitado en los últimos dos años. Pero no creo que este tipo de formación deba definirse necesariamente como "de género". Creo que debería ser una formación más mixta».
Hilary: «Ilvy, estaba mirando tus fotografías. Si hubieran figurado sin tu nombre en una exposición mixta, no habría podido adivinar tu género. Sobre todo la de una instantánea concreta de unos hombres sentados en una sauna...».
Ilvy: «Estaba haciendo un reportaje para el New York Times sobre los refugiados que llegaban a Finlandia. Me encontraba leyendo en el exterior de un centro de refugiados y este grupo de unos 20 hombres refugiados llegó caminando con toallas alrededor del cuello. Me pregunté, ¿a dónde van? Así que le pregunté a uno de ellos. Me dijo: "Vamos a ducharnos en una sauna local, porque allí nos dejan ducharnos de forma gratuita". Me daba un poco de miedo preguntarles: "¿Me puedo unir a vosotros?"».
«Afortunadamente, hubo un tipo que dijo en broma: "Oye, ¿nos acompañas a la ducha?". Yo dije: "Claro que sí, os acompaño". Por supuesto, eso no era lo que él quería decir, estoy bastante segura, pero estuvo bien. Hacía mucho calor, por supuesto. La cámara tenía problemas de enfoque debido a la humedad, por lo que tuve que sentarme con ellos en la sauna durante aproximadamente una hora hasta lograr el ajuste correcto de la cámara».
«Quería ser respetuosa porque estaban desnudos; yo no pensaba desnudarme, pero les pregunté si podía quitarme el jersey. Y lo hice. Era uno de cuello de cisne y allí estaba, de pie y sudando. Tomé esta fotografía de estos refugiados en la sauna, que para mí fue genial, porque era una sauna finlandesa en Finlandia. Eso es lo que se ve. Creo que un hombre también podría haber hecho esto, porque eran todo hombres. Pero creo que fui bastante afortunada».