Domar lo salvaje con el objetivo
La naturaleza no funciona como uno quiere. Lucia tiene que pensar y actuar rápidamente, y para ello necesita controlar las variables siempre que pueda. «Los retratos de naturaleza son bonitos, pero ¿qué pasa si se produce una muerte? ¿Qué sucede si un leopardo marino se dispone a lanzarse a por un pingüino barbijo?» En esos momentos cruciales, es vital que Lucia pueda trabajar con su equipo de forma intuitiva.
Por eso, opta por las longitudes focales fijas de los objetivos prime de Canon. «Puede que los objetivos prime no me ofrezcan la flexibilidad para encuadrar la toma, pero me permiten enfocar con la vista», afirma. «Me gusta ver el encuadre al instante y, después, poner lo que necesito en el visor. Si la toma no encaja, no es la adecuada».
La visión artística es lo que distingue una foto excelente de otra simplemente buena y Lucia ha pasado años bajo las olas en Hawái y rodeada de pingüinos en la Antártida para perfeccionar la suya. Sus fotografías más llamativas de naturaleza transmiten sutilmente el dramatismo del paisaje al tiempo que destacan y celebran la majestuosidad del sujeto.
Para lograr este efecto, Lucia confía en la capacidad de disparar con poca luz. Por eso su objetivo preferido es «un teleobjetivo con una abertura de f/2,8, porque dependo de la velocidad. Me gusta eliminar la luz alrededor del sujeto, subexponerlo y luego devolvérsela. Uso franjas de luz natural para resaltar partes del sujeto y captar la emoción».