La guía de una fotógrafa sobre etiqueta el día de la boda

¿Qué desearía haber sabido Alison Bounce, la fotógrafa de bodas francesa, cuando empezó hace 13 años su trayectoria de captar el gran día de las parejas? «¡Lo que ocurre a lo largo del día de la boda!», afirma. «Lo único que recordaba acerca de las bodas era ir de invitada cuando era una niña». Y mi recuerdo es el de estar aburrida la mayor parte del tiempo.

Con cientos de bodas a sus espaldas, Alison ahora es una eminencia en las celebraciones de los matrimonios, ya que ha fotografiado bodas íntimas y bodas con una cantidad ingente de invitados, bodas formales e informales, bodas religiosas y civiles, y cualquier tipo de boda que puede haber entre estos extremos. Y parece ser que, después de todo, no existe ninguna respuesta correcta sobre qué se puede esperar en una boda. «Nunca sabemos lo que va a pasar el día de la boda», comenta. Y como fotógrafa documental de bodas, eso es precisamente lo que le encanta de este estilo de fotografía. «Me gusta la adrenalina y dejar que pase lo que tenga que pasar».

«El proceso que sigo es sencillo», explica Alison. «Solemos tomarnos algo y charlar. Quedamos bastante antes de la boda, ya que tengo que conocer a la pareja. Hablamos de todo: cómo se conocieron, cómo conectaron, qué les gusta, qué no les gusta y cuál es la persona más importante para ellos».

«Les cuento cosas específicas acerca de mi trabajo para que confíen en que voy lo voy a hacer bien», explica Alison. «Comparto con la pareja cómo voy a fotografiar el evento, que voy a inmortalizar momentos espontáneos; que estaré ahí y, a la vez, pasaré desapercibida».

Pero Alison también les ayuda a prepararse. «Siempre comparto mi experiencia con los novios. Normalmente es su primera boda. No saben cómo abordarla ni lo que pueden o deben hacer. Por eso les doy mi mejores consejos para ese día, como planear pequeños momentos con sus seres queridos a lo largo del día».

«Creo que lo más importante es fotografiar a la pareja, estar lo más cerca posible de su historia y sus personalidades», comenta Alison. «Esto requiere una gran preparación, como saberse la programación del día y tener todos los horarios y todas las direcciones de los lugares en los que se van a fotografiar».

«Una boda es una fiesta», recuerda Alison. «Es importante ir bien vestido. Sin embargo, dado que estoy allí para trabajar, tengo que estar cómoda para poder moverme como me plazca. Estoy levantándome y sentándome todo el rato, por lo que opto por unos pantalones cómodos o un vestido largo y ligero. Si hay código de vestimenta, intento respetarlo. A los novios les gusta eso».

Las bodas son especiales, pero también pueden ser estresantes. «Siempre les digo que me pueden pedir ayuda para lo que sea; por ejemplo, si no tienen cómo llevar a algún invitado a la ceremonia, yo puedo llevarlo en mi coche». Un fotógrafo que es educado y amable puede contribuir significativamente al desarrollo perfecto del día de la boda de un cliente, y puede tener un impacto excelente en su referencia.

La forma de trabajar de Alison se basa en no llamar la atención y pasar desapercibida con su EOS R5 de Canon en modo silencioso. Desde el punto de vista de la etiqueta, esto es muy importante, porque la atención no debe centrarse en el fotógrafo. «Intento ser discreta, pero no es fácil llevando dos cámaras y corriendo todo el tiempo de un lado a otro porque no me quiero perder nada», admite Alison. «Así que tienes que anticiparte e imaginar lo que podría pasar en una escena. Cuando te muevas, intenta no hacer contacto visual, de lo contrario, las personas actuarán de forma distinta. Así que cuando te muevas, mira hacia abajo y sé rápido».

«Es normal que haya retrasos, es una boda», afirma Alison. Es normal que los invitados quieran hacerse muchas fotos o que las cosas no salgan como estaban planeadas. Sé siempre amable y flexible. Y, al final del día, deja que el cliente siempre tenga la razón. «Que hagan lo que quieran de la forma que quieran», aconseja.

«Creo que el mayor error que veo en este tipo de fotografía, y el que cometí cuando empecé, es ser demasiado simpática con la pareja y los invitados. Pierdes de vista tu misión, que es la de fotografiar la boda. En mi segunda o tercera boda, estuve hablando con un invitado acerca del vestido de la novia. El padre estaba justo a mi lado, se emocionó y se abrazaron. Como estaba hablando con el invitado, me perdí ese momento. Me frustró tanto que decidí dejar de ser tan sociable. Mi objetivo es conseguir la mejor foto para ellos y contar su historia».

«Después de la boda, sigo en contacto con la pareja», dice Alison. «Me gusta enviarles mensajes preguntándoles cómo están, qué tal les fue en la luna de miel, etc.; quizás un año después quieran celebrar su primer aniversario. Estoy en contacto con todas las parejas y por ahora llevo más de 300 bodas». Lo hago por tener una buena etiqueta, pero también para garantizar el negocio. «Posteriormente recibo mucho más trabajo de las parejas que he fotografiado, por ejemplo, cuando tienen niños o en aniversarios».

Aunque no haya unas reglas establecidas de lo que se puede esperar de una boda, lo que sí está claro es que la mejor forma de afrontarlas es con respeto hacia el papel que desempeñas y con un sonrisa. «Me encanta la fotografía, y me encanta lo que hago porque es un privilegio para mí ser la testigo de los momentos más íntimos de las vidas de mis parejas», dice Alison. «Es increíble saber que hay personas que confían en ti en un día como este. Eres la persona más cercana a ellos y lo ves todo muy de cerca a lo largo del día. Es una forma de ver el amor en primera fila, y me hace muy feliz».

Para obtener inspiración y más consejos de fotógrafos, consulta la lista de reproducción de la serie de aprendizaje de Canon Europe en YouTube y lee todo sobre los componentes esenciales del equipo para fotografiar una boda de Alison Bounce.