El fotógrafo y videógrafo Timo Oksanen capturó esta imagen de la lluvia de estrellas de las perseidas en Marttila, al suroeste de Finlandia. Las siluetas de los árboles y el reflejo en la superficie del lago se combinan para crear una imagen impactante. Imagen tomada con una EOS R6 y un objetivo RF 15-35mm F2.8L IS USM de Canon a 15 mm, con una configuración de exposición de 8 s a f/2,8 e ISO 6400. © Timo Oksanen
Las lluvias de estrellas se producen unas doce veces al año, cuando la Tierra atraviesa corrientes de partículas procedentes de un cometa o un asteroide. La mayoría de estas partículas tienen el tamaño de un grano de arena, aunque pueden llegar a un metro de ancho. Viajan a decenas de kilómetros por segundo y generan franjas brillantes en el cielo nocturno cuando se queman al entrar en la atmósfera.
El fotógrafo profesional Fergus Kennedy tiene bastante experiencia capturando lluvias de estrellas. «Ofrecen grandes oportunidades para conseguir imágenes exclusivas», comenta. «No se suelen producir con bastante frecuencia. De hecho, es necesario que confluyan varios elementos para conseguir una buena toma, y cuando pasa es muy emocionante».
Las lluvias de estrellas individuales varían en intensidad, ya que, en su máximo esplendor, pueden producir entre 10 y 150 meteoros por hora. Cada lluvia se produce anualmente, cuando la órbita de la Tierra atraviesa una nube específica de partículas y es visible en una parte concreta del cielo nocturno. Una de las mejores se conoce como las gemínidas, dado que la lluvia se alinea aproximadamente con la constelación de Géminis. Tiene lugar a principios de diciembre, aunque suele alcanzar su máximo esplendor sobre el 14 de diciembre.
En este artículo, Fergus, procedente de Reino Unido, y su amigo Timo Oksanen, un astrofotógrafo residente en Finlandia, ofrecen sus expertos consejos para fotografiar las lluvias de estrellas.