Polos opuestos: los retos y las oportunidades de capturar paisajes en condiciones exigentes

Colinas ondulantes bañadas por la luz dorada del sol, suaves extensiones de agua bajo un cielo rosado, costas escarpadas repletas de vegetación floreciente: todos estamos familiarizados con los típicos paisajes fotográficos y las condiciones que los fotógrafos y sus aplicaciones de cálculo de la luz solar consideran ideales para capturarlos. Sin embargo, ¿qué ocurre si vives en un lugar en el que la «hora dorada» es extremadamente fugaz y donde la luz del sol es muy intensa durante la mayor parte del día? ¿O si se trata de un lugar en el que los cielos están nublados y el hielo el protagonista de la mayoría de las escenas?

En este artículo ofrecen sus sugerencias sobre cómo fotografiar paisajes en condiciones extremas, explican cómo afrontan los retos que se les presentan con creatividad y con sus hábiles cámaras Canon y revelan por qué vale la pena el esfuerzo en este tipo de fotografía.

Clement comenta: «La sabiduría local es muy importante a la hora de capturar la naturaleza, pero también los paisajes. Kenia es un país tan diverso que puedes estar en la playa por la mañana y viendo la Gran Migración por la tarde. La sabiduría local me permite saber cómo prepararme para todas las condiciones y los mejores momentos del día para fotografiar. Al igual que todos los fotógrafos de paisajes, me espero a la “hora dorada” y disparo en modo manual, lo que me permite ajustar con precisión los ajustes a medida que cambia la luz».

Ása dice: «Mis fotos suelen tener un aspecto islandés muy auténtico porque muestro toda la variedad de condiciones meteorológicas. Puede que otros fotógrafos no capturen fotos bajo una lluvia intensa o en un día muy soleado, pero con el tiempo he aprendido a lidiar con condiciones que pueden no parecer ideales para la fotografía y eso, definitivamente, me ayuda a destacar. No me preocupo demasiado sobre mi equipo en ninguna condición meteorológica, porque tengo la suficiente experiencia en ambientes extremos para saber que puedo confiar en la resistencia a la intemperie».

Clement cuenta: «Tengo tres cámaras: una EOS R5, una EOS-1D X Mark II y una EOS 5D Mark III de Canon [a la que ahora sucede la EOS 5D Mark IV], pero capturo paisajes con la EOS R5 por su elevado número de megapíxeles, junto con el objetivo EF 24-105mm f/4L IS II USM [mediante el adaptador de montura EOS R]. Trabajo mucho en la Masái Mara y suelo componer paisajes cuando entra en el encuadre un animal interesante. Este objetivo zoom me facilita la recomposición, y la estabilización de imagen de la EOS R5 y del objetivo de 24-105 mm me proporciona flexibilidad y me da la posibilidad de capturar sin trípode.

»La gente cree que se necesitan toneladas de equipo y yo les digo que los objetivos son como un pincel para un pintor, no se trata de cuántos tengas, sino de cómo los uses. Soy principalmente fotógrafo de naturaleza, pero me encantan los paisajes porque contextualizan a los animales, y este objetivo me ofrece muchas opciones».

Ása comenta: «Solía llevarme la EOS-1D X Mark II de Canon a las montañas cuando buscaba paisajes para fotografiar, pero ahora que tengo la EOS R5 de Canon, sé que voy a obtener la calidad que necesito en un cuerpo más compacto. Es muy agradable ir de senderismo con algo ligero que sé que es muy resistente. En cuanto a los objetivos, llevo el EF 16-35mm f/2.8L III USM, para incluir en el encuadre escenas increíbles al completo, y el EF 70-200mm f/2.8L IS II USM de Canon, porque los teleobjetivos aportan un aspecto muy diferente. Si voy a capturar personas o naturaleza, o impresionantes sujetos naturales en primer plano, este 70-200 mm comprime el fondo y aporta mucho más dramatismo a la escena».

Ása cuenta: «Las fotos de paisajes puros destacan cuando hay condiciones únicas en Islandia, como este invierno, cuando nevó en las playas de arena negra en las que rara vez nieva. Me centré mucho en capturar esas condiciones porque eran únicas y el contraste entre la arena negra y la nieve blanca era precioso. Pero aparte de eso, me metí en el paisaje para que fuera más personal. Al hacer esto, al espectador le resulta más fácil imaginarse a sí mismo estando allí».

Clement dice: «Cuando me preparo para hacer fotos de un paisaje, busco líneas de dirección que me lleven desde el primer plano hasta la lejanía. Quiero que mi imagen tenga una sensación de 3D, así que busco qué puedo fotografiar de forma creativa en primer plano, algo épico en el fondo y líneas de dirección para unir ambos y crear una composición potente».

Clement comenta: «El clima de Kenia no es tan extremo como el de Islandia, pero por las mañanas hace mucho frío y empieza a hacer mucho calor rápidamente en cuanto sale el sol. Paso tanto tiempo dentro de un coche en parques nacionales que se vuelve sofocante y se cubre de polvo aunque hayamos sellado las puertas.

»Se presentan otros retos, como quitar las moscas del objetivo e intentar mantener la calma cuando pululan durante la Gran Migración, además de detectar la fauna que se camufla en la hierba alta. A los grandes felinos les encanta ser esquivos, pero la EOS R5 de Canon me ha ayudado mucho a fotografiarlos, el AF con detección de ojos es espectacular, ya que siempre los capta entre la hierba larga».

Ása cuenta: «Muy a menudo me siento en el coche tratando de reunir la energía necesaria para salir al exterior, pero en el fondo sé que disfruto mucho estas condiciones. El frío me hace sentir viva y, al final del día, cuando el clima me ha derrotado por completo, me siento realizada.

»Confío en la EOS R5 independientemente de las condiciones meteorológicas. En Islandia, no puedes sentarte y esperar a que haya días soleados, y a mí me gusta mucho el ambiente oscuro de una tormenta. Así que, ya sea con lluvia, viento o nieve, siempre estoy fuera fotografiando y, hasta la fecha, el sellado contra las inclemencias meteorológicas de la EOS R5 nunca me ha fallado. Se ha mojado mucho en muchas ocasiones. Mi mejor truco para un día de tormenta cuando llueve en ángulo es disparar con el EF 70-200mm f/2.8L IS III USM de Canon, que tiene un gran parasol. De esta forma, el objetivo se mantiene seco y protegido de la lluvia para evitar que le caigan gotas».