Aventura en la isla: primera sesión con el RF 70-200MM F4L IS USM de Canon

Desde las playas bañadas por el sol de Fiyi hasta la gélida naturaleza de la Antártida, la fotógrafa de naturaleza y viajes de aventura Lucia Griggi ha recorrido el mundo, al principio como fotógrafa de surf y más recientemente en sesiones de la naturaleza en algunos de los paisajes más impactantes del planeta. Unos entornos tan diversos exigen un equipo versátil y resistente, por lo que Lucia era la profesional ideal para poner a prueba las capacidades del RF 70-200MM F4L IS USM de Canon.

Con el RF 70-200MM F4L IS USM y una EOS R6 de Canon en su equipo, Lucia viajó a las Hébridas Interiores en la costa oeste de Escocia para fotografiar sus paisajes, su vida salvaje y sus habitantes. El peso ligero, el diseño compacto y la versatilidad del RF 70-200MM F4L IS USM le permitieron disfrutar de la gran variedad de oportunidades fotográficas que ofrecen estas particulares islas.

El objetivo de Lucia era fotografiar su exploración en barco, en coche y a pie, dando rienda suelta a la espontaneidad por el camino. La aventura la llevó a la isla de Mull, con sus ondulantes colinas y su diversa vida marina. También recorrió los afloramientos rocosos de Iona en barco, donde capturó sus acantilados llenos de aves y sus focas, delfines y cormoranes autóctonos.

«La sesión se basó en paisajes, vida salvaje y retratos», explica Lucia. «Estaba entusiasmada porque siempre había tenido un objetivo de 70-200 mm en mi equipo, que es esencial. Estaba deseando ver cómo una configuración que solía utilizar, por ejemplo, con mi EOS-1D X Mark II (a la que ahora sucede la EOS-1D X Mark III de Canon) funcionaría con el objetivo RF».

«El hecho de que el objetivo sea tan ligero lo hace muy versátil, aunque sigue ofreciendo una gran calidad. Podía sujetarlo con una mano, por lo que me ofrecía la versatilidad para colocarme en posiciones que me habría costado más conseguir con un objetivo más pesado».

El enfoque automático rápido, silencioso y preciso que permite el doble motor ultrasónico Nano USM del RF 70-200MM F4L IS USM de Canon permitió a Lucia fotografiar la naturaleza en su viaje en este hábitat natural, pasando desapercibida. Gracias al enfoque continuo casi inaudible, combinado con la tecnología de seguimiento de los ojos de la silenciosa EOS R6 de Canon, Lucia pudo conseguir tomas con seguimiento nítido de la nutria nadando.

«Podía oír la respiración de la nutria. Había tanto silencio… solo yo, la nutria y la quietud del agua. Son esos los momentos que me llevo a casa. Eso es lo que me hace seguir adelante y me mantiene viva. El objetivo enfocó rápidamente y el hecho de que fuera tan silencioso me ayudó a conseguir esa foto. La nitidez en cada textura de la nutria era perfecta», comenta.

Lucia, una apasionada del océano, pasa hasta seis meses seguidos a bordo de barcos de expedición documentando las últimas fronteras, desde Siberia hasta la Antártida, y se siente en casa tanto fotografiando bajo el agua como encima de ella. En la isla de Mull, tuvo la oportunidad de poner a prueba el RF 70-200MM F4L IS USM de Canon capturando varios retratos a bordo de un barco de pesca. Para Lucia, el objetivo brilló con luz propia gracias a su longitud focal versátil y a su enfoque más cercano de hasta 0,6 m.

«Estábamos en el agua con pescadores locales de unos 80 años, que llevaban toda la vida pescando. Tenía planeado hacer retratos de los hombres en un barco adyacente, pero entonces me di la vuelta y vi este bello retrato del hombre que dirigía el barco en el que me encontraba. La luz era intensa y tenía un libro de bocetos. De pronto, agarró uno de los cubos de cangrejos para enseñarme las pinzas», dice Lucia.

«Sin este objetivo no habría podido hacer esa foto. Si hubiera tenido un gran angular, habría necesitado acercarme mucho y no habría salido bien. El RF 70-200MM F4L IS USM de Canon es fantástico para ese tipo de fotografía. Poder enfocar más cerca eliminó la necesidad de otro objetivo».

«Lo que me gusta de una expedición es que, según mi opinión, el viaje cuenta más que el destino», comenta Lucia. Las aventuras la obligaron a reducir el ritmo, contemplar los paisajes y usar diferentes medios de transporte.

«Cuando estás haciendo senderismo, puedes llegar a pequeños rincones o divisar nutrias. Si vas conduciendo, puedes parar por el camino y hacer fotos de paisajes. Lo bonito de viajar de esta forma es que puedes ver la progresión de hacia dónde te diriges y las pequeñas diferencias climáticas o entre las horas del día.

«Cuando volvíamos navegando de la isla de Mull, el atardecer fue asombroso. El cielo tenía un color rojo sangre y la luz convertía las colinas en capas de sombras». Cuando aprovechas el viaje y haces una pausa para empaparte del momento es cuando se produce la magia.