El año pasado nos obligó a todos a cambiar nuestra forma de trabajar. En la industria cinematográfica, el confinamiento paralizó las producciones en todo el mundo. Las dificultades han obligado a las empresas de producción y a los cineastas a desarrollar formas creativas e innovadores de trabajar de forma segura y conforme a las restricciones.
«Las alfombras rojas que se quedaron en el armario», comenta Richard da Costa, director de la empresa de producción Floating Harbour Films en Bristol (Inglaterra). «Durante los primeros meses, todo el mundo estaba conmocionado».
La emisión de los eventos internacionales y en directo estaba paralizada, por lo que Richard se especializó en eventos virtuales. De hecho, colaboró con el Wildscreen Festival para producir un festival virtual de cine sobre la naturaleza de una semana de duración, en el que participaron personalidades importantes como el director James Cameron, el presentador Sir David Attenborough y la activista medioambiental Greta Thunberg.
Otro de los cineastas que tuvo problemas en el nivel de producción fue Alan Griswold, director de fotografía y propietario de la empresa de producción Monkey Deux, con sede en Los Ángeles, que produce la serie Our Star Wars Stories para Lucasfilm y Disney.
«Uno de los elementos más importantes sobre la producción cinematográfica es la gran cantidad de personas involucradas en ella», comenta Alan. «El hecho de que la gente no se pudiese juntar supuso un vuelco masivo en la industria». Alan creía que una solución a distancia con cámaras EOS R y el software EOS Utility de Canon era fundamental para seguir adelante con la serie.
En este artículo, dos cineastas explican cómo siguieron filmando, cómo ha cambiado la industria cinematográfica y por qué algunas formas de trabajo a distancia han llegado para quedarse.
¿Ha cambiado la COVID-19 la producción de vídeo para siempre? Escucha la conversación en este episodio del podcast Shutter Stories de Canon:
ARTÍCULO
La revolución de la producción a distancia como resultado del confinamiento
Our Star Wars Stories: una nueva esperanza
Our Star Wars Stories es una serie digital original en la que el presentador, Jordan Hembrough, desvela historias entrañables de los fans inspiradas en una galaxia muy lejana. Se emite en directo desde la página web de Star Wars y tiene 3,5 millones de suscriptores en Youtube.
«Our Star Wars Stories es uno de mis proyectos favoritos», comenta Alan. Al principio era un programa itinerante, en el que un pequeño equipo formado por cuatro personas recorría Estados Unidos en furgoneta y grababa entrevistas en las casas de los fans. Alan grabó la primera temporada con dos EOS C200 y una EOS R de Canon, convenció a Lucasfilm para que usara el códec Cinema RAW Light y utilizó una tercera EOS C200 para la segunda temporada.
«Fue una producción cruda en la que teníamos que ensuciarnos las manos», comenta Alan. «Teníamos un día para grabar un episodio, además de las secuencias de transición. Fue uno de esos momentos emocionantes en los que todo el mundo tenía varias cosas que hacer. Cuando, de repente, todo se paró».
Terminar la serie en la nueva normalidad significaba volver a adoptar un flujo de trabajo virtual, lo que exigía un replanteamiento tanto del equipo como de la creatividad. «Queríamos aceptar el hecho de que estábamos ante algo totalmente nuevo y no podíamos reproducir lo que teníamos hasta el momento», comenta Alan.
¿Tienes un equipo de Canon?
Después de seis semanas probando diferentes métodos, desarrolló kits de grabación para enviárselos a los entrevistados, con las EOS R de Canon como elemento más importante, gracias a su capacidad para controlarse de forma remota mediante EOS Utility, que ya había utilizado para la toma simultánea de instantáneas.
«A medida que desarrollábamos estos kits, íbamos probando qué sería más fiable y de mayor calidad», explica. «La EOS R y el software EOS Utility de Canon acabaron siendo la combinación ganadora porque nos ofrecía el mayor control sobre la cámara de mayor calidad».
Para las videollamadas con los entrevistados, Alan creó un sistema de comunicación junto a ellos para que pudiesen ver cómo montar todo. La EOS R se conectaba a un portátil, desde donde se podía manejar a distancia gracias al software EOS Utility, además de acceder a los ordenadores de los entrevistados mediante TeamViewer. También enviamos grabadoras Atomos Ninja V en los paquetes para conseguir ese espacio de color de 10 bits de la grabación y mejorar la calidad.
Durante las entrevistas, Alan utilizaba varias cámaras para capturar dos ángulos de los entrevistados, además del presentador. Alan describe el proceso como algo «completamente desesperante», aunque la serie fue todo un éxito en su nuevo formato.
Realizar un festival de cine online
La trayectoria cinematográfica de Richard empezó en 2008 de la mano de la EOS 5D Mark II de Canon (a la que ahora sucede la EOS 5D Mark IV). Hace poco, se ha estrenado en Netflix su documental de buceo Last Breath, grabado con una EOS 300 Mark II. Suele trabajar por todo el mundo.
«Cuando se decretó el confinamiento, nos quedamos atrapados en el estudio, intentando averiguar cómo hacer algo», comenta. «Lo que se nos ocurrió fue una especie de solución híbrida y virtual para nuestras producciones en directo».
Cuando se decidió seguir adelante con el Wildscreen Festival de forma remota en 2020, el equipo optó por ofrecer contenidos en directo y pregrabados, realizados con una amplia gama de cristales de la serie L de Canon. «Nuestra sede es una embarcación antigua y de gran tamaño situada en el puerto de Bristol», comenta Richard. «Grabamos aquí con un presentador en directo durante una semana, algo fundamental si queremos que transmitir la sensación de inmediatez y establecer un vínculo entre la audiencia y el contenido».
La apuesta por lo virtual permitió invitar al festival de cine y televisión sobre la naturaleza a grandes personalidades, entre las que destaca James Cameron, que participó desde el estudio de su próxima película Avatar en Nueva Zelanda. El festival también pudo acoger a más asistentes. «Wildscreen siempre ha reunido a grandes colaboradores, aunque esta vez se ha superado respecto a las versiones anteriores», comenta Richard. «La barrera de acceso se ha reducido. Los años anteriores, podría haber 800 cineastas. El festival de 2020 ha reunido a unas 2500 personas».
Cinco historias fotográficas que representan 2020
La gestión de la producción de varias transmisiones y pregrabaciones a escala mundial, junto con las personas en directo desde un estudio, no estuvo exenta de dificultades. «Como la presentación era híbrida, había muchas partes en movimiento», comenta Richard. «Tienes que combinar el hardware y el software, y realizar la grabación a través de cámaras conectadas físicamente a un editor de vídeo. A continuación, todo pasa por un editor de vídeo basado en el software para el programa».
Una de las dificultades más memorables ocurrió cuando Sir David Attenborough dijo que no quería ver la señal de retorno durante su conversación pregrabada con Greta Thunberg porque se producía un ligero retraso que le distraía.
«Si hubiera tratado de otra persona, habríamos preparado más la emisión y lo habríamos solucionado, pero tuvimos que decir que lo apagábamos», comenta riendo Richard. «Como resultado, Greta deja de poder verse en la señal de retorno, por lo que empieza a aparecer cada vez más abajo en el encuadre».
El flujo de trabajo ha llegado para quedarse
Cuando se pueda volver a viajar, ¿volverá todo el mundo a trabajar tal y como lo hacía antes? ¿Estas soluciones creativas que hemos mencionado tienen aplicaciones más allá de la pandemia?
«Seguramente seguiremos trabajando de forma remota incluso en Los Ángeles», comenta Alan, que se ha dado cuenta de que en la industria cinematográfica y televisiva de Hollywood se utilizan kits similares a los suyos. «Mucha gente se está adaptando a la comodidad de grabar desde su propia casa sin tener un gran equipo al lado. Incluso con clientes de grandes estudios cinematográficos, el presupuesto siempre plantea un problema. Además, la posibilidad de enviar algo fuera se ha convertido en una gran herramienta».
Richard considera que es una gran oportunidad para mejorar sus ofertas gracias a la nueva tecnología. «Vamos a replantearlo y a avanzar de la mejor manera posible», comenta. «Me gusta bastante poner al límite las cámaras de gama alta haciendo entrevistas a distancia de alta calidad con colaboradores y contenidos para documentales de los que puedes estar orgulloso. Conseguir cosas que podríamos lograr cara a cara pero de forma remota sería un gran reto».
Hace poco, Richard ha grabado con éxito un vídeo sobre la fabricación en madera, en el que incluyó 11 entrevistas internacionales realizadas a distancia. «En el futuro, la pregunta no será: "¿Lo hacemos a distancia?". En determinadas situaciones, la pregunta sería: "¿Por qué lo harías en persona?"».
«He aprendido que, ante los cambios catastróficos, se producirá una extinción masiva o una evolución», comenta Alan. «La elegancia de las soluciones fue realmente inspiradora en un año de acontecimientos poco inspiradores».
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