Han pasado casi cincuenta años desde que el punk entró para quedarse en la sociedad británica. Incluso a día de hoy su influencia sigue retumbando en los sectores de la moda, el diseño y la música, y a través de la producción creativa de una generación que incluye al director inglés ganador de un Oscar®, Danny Boyle.
«Yo era punky y esa energía ha seguido dentro de mí, como una filosofía», comenta Boyle durante un descanso en la sala de edición de «Pistol». Boyle lleva el caos y la creatividad que definió al movimiento a una serie de seis capítulos sobre nacimiento, vida y muerte de los Sex Pistols, contada inicialmente desde la perspectiva del guitarrista, Steve Jones, basada en sus memorias, «Lonely Boy. Historias de un Sex Pistol».
Pero este trabajo es algo más que una simple serie biográfica musical.
«Es una oportunidad maravillosa de explotar de la manera más vibrante posible un increíble momento en la historia de la cultura británica y mundial», explica Boyle.
GRABACIÓN
Caos, contracultura y Canon: detrás de las cámaras en la serie de Danny Boyle sobre Sex Pistols
En «Pistol», Boyle y el director de fotografía Anthony Dod Mantle catapultan a los espectadores al mundo del punk de los 70 con cámaras de Canon como la EOS-1D X Mark III, una XL H1 antigua, una EOS C70 y un arco con 12 cámaras EOS R5 montadas para grabar secuencias de tiempo bala, además de un segundo sistema de seis cámaras EOS R5. La serie también está grabada con la ALEXA Mini LF de ARRI y fue un esfuerzo conjunto guiado por Russell Allen de ARRI Rental y Aron Randhawa de Canon Europe.
Se establecieron configuraciones con varias cámaras para transmitir la idea de perder el sentido del tiempo mientras se está inmerso en la música. «De repente, en mitad de un día ocupado, escuchas una canción y te transportas a otro sitio durante un minuto o dos», explica Dod Mantle. «Teníamos que entender cómo "congelar el tiempo" en el lenguaje del cine. Una idea simple y pequeña que acababa de explotar».
El movimiento del punk rock surgió a mediados de los 70, una subcultura de crestas, imperdibles y tartán que confluyó en torno a los Sex Pistols y otras figuras prominentes como Malcolm McLaren, Vivienne Westwood y Jamie Reid. Pero no son los iconos los que se quedaron con Boyle. «Lo que recuerdo de esa época, más que nada, es una especie de energía infinita», comenta. «Todo estaba envuelto en un sentido de comunidad extraordinario. Daba la sensación de que podían echar abajo lo que se propusieran.
¿Tienes un equipo de Canon?
«El punk era de todos», continúa Boyle, que creció en una familia católica trabajadora. «No tiene que ver con la técnica, sino con lo que tienes que decir. Y no hay nada más maravilloso que decir eso, porque, especialmente en mi caso, me dio alas para pensar que podía contribuir a la cultura a pesar de mi trasfondo».
Un equipo de ensueño ganador de varios Oscar
Danny Boyle (Lancashire, Inglaterra, 1956) atesora entre sus obras una ecléctica mezcla de películas, trabajos para televisión, teatro y otros proyectos memorables, desde la película de culto que lo catapultó a la fama, «Trainspotting», hasta su adaptación para el National Theatre del Frankestein de Mary Shelley, pasando por representar Mumbai en un estilo lúcido y sensorial en Slumdog Millionaire (ganadora de ocho Oscar). Incluso fue el cerebro de la ceremonia de apertura de Londres 2012. En su opinión, el denominador común que se puede apreciar en todos sus proyectos, es la música: «Siendo completamente honesto, da igual la historia, ya sea en el teatro, televisión cine, siempre va a haber música».
Esta musicalidad, junto al entusiasmo incansable de Boyle y la estrategia visual poco convencional que aporta a cada proyecto, es lo que lo convirtió en el director indicado para «Pistol», con Toby Wallace como Steve Jones, Anson Boon como John Lydon, Christian Lees como Glen Matlock, Louis Partridge como Sid Vicious, Jacob Slater como Paul Cook, Sydney Chandler como Chrissie Hynde, Talulah Riley como Vivienne Westwood, Maisie Williams como Jordan, icono del punk, Emma Appleton como Nancy Spungen y Thomas Brodie-Sangster como Malcolm McLaren.
Boyle ha colaborado con el cineasta Anthony Dod Mantle, ganador de premios BAFTA y Oscar, en muchas películas a lo largo de dos décadas, como «Slumdog Millionaire», «Trance» y «28 días después». El cineasta británico afincado en Copenhague comenzó su carrera en la fotografía antes de dar el salto a las películas. Es una base que le ha dado una manera original de trabajar: «Como fotógrafo, ves más allá del encuadre, y creo que eso es muy importante. La mayoría de cineastas tienen un ojo en el visor y el otro cerrado, o solo miran el monitor», afirma Dod Mantle. «Yo nunca hago eso. Yo grabo y miro con ambos ojos. Miro con un lado de mi cerebro y el otro lado está viendo lo que hay fuera del encuadre, que es la razón por la que a veces paso muy rápido a otras cosas cuando estoy grabando».
Este estilo de trabajo crea una fluidez de movimiento que es una característica visual de todas las producciones de Dod Mantle. También es lo que lo ha llevado a colaborar con Boyle. «Es algo de lo que Danny se enamoró muy pronto. Le interesaba especialmente dónde movía la cámara y por qué», comenta Dod Mantle. «Evidentemente, la luz es importante, la técnica es importante, las herramientas que usas son importantes, pero una de las cosas más importantes es el movimiento».
El informe Pistol
Lo que Boyle quería retratar era la misma alma del punk; la comunidad, la energía y el caos de la época. «No hay creatividad sin esta esencia de caos absoluto, y queríamos intentar plasmar eso en la serie, si podíamos», explica.
El proceso comenzó con unos meses muy experimentales en los que Boyle y Dod Mantle investigaron la época y pusieron a prueba sus ideas. «Hay cosas evidentes en las que te fijas, como el metraje de archivo, la textura y los colores, y el nivel de detalle de finales de los 70», comenta Dod Mantle, «pero encontrar las herramientas, el lienzo y los "pinceles", como llamo yo a mis cámaras, es un proceso largo y complicado».
Quizá reflejando las personalidades que estaba capturando, Dod Mantle se decantó por técnicas de grabación y configuraciones de la cámara menos convencionales. «Danny y yo hablamos sobre cómo capturar la intensidad (de la época) y darle esplendor: la energía, las personalidades explosivas, la música. Sabía que necesitábamos algo distinto, ideas diferentes, y ahí es donde Canon entró en juego», afirma. «A veces pienso que nosotros [los cineastas] somos demasiado precavidos. La gente ve muchas imágenes. Es muy importante entender la tradición, de dónde viene, pero es inútil repetirlo».
«Las cámaras son muy importantes para mí», repite Boyle. «Soy muy visual, por lo que siempre he querido trabajar con cámaras con un gran sentido de lo visual, como Anthony Estas ideas filosóficas sobre lo que haces, estas ideas guionizadas están muy bien, pero ¿cómo las va a ver la gente?
Cámaras de Canon en «Pistol»
Pistol se ha grabado con una mezcla de más de seis sistemas de captura de imágenes entre los que se incluyen la ALEXA Mini LF de ARRI, varios objetivos antiguos, 18 EOS R5 de Canon, una EOS-1D X Mark III de Canon, una videocámara XL H1 de Canon de 2005 y una EOS C70 de Canon.
«Era un tanto rebelde», comenta Dod Mantle sobre el equipo que eligió. «Tiene que ver con tener más soltura, más libertad y espontaneidad. Tener más cámaras y yuxtaponer algo complejo, como un sistema de cámaras, con algo simple, como una cámara sin trípode, era lo que esta serie iba a significar para mí».
Boyle también se involucró en el proceso de selección de cámara. Ya había grabado una parte de «Trance», una película que mezcla drama y misterio, con una EOS C500 4K de Canon (ahora sucedida por la EOS C500 Mark II de Canon) y utilizó cámaras de la serie EOS-1D en modo ráfaga tanto para Slumdog Millionaire como para 127 horas, un thriller de supervivencia biográfico.
«Algunos de los trajes que visten [los punkies] son extravagantes y queríamos utilizar una gama completa de técnicas de cámara para capturarlo», afirma Boyle. «Normalmente, cuando usas cámaras no quieres que la gente sea consciente: la idea es que no las tengas en cuenta al ver la historia. Pero queríamos que la gente fuera consciente de las cámaras. Daba la misma sensación que la fotografía urbana, pero en una resolución increíble que solo se puede lograr en la época moderna».
«Canon y yo tenemos una larga historia que se remonta a "28 días después", en la que trabajé con la XL H1 de Canon», añade Dod Mantle. «Hemos hecho cosas extraordinarias juntos».
Tiempo bala y el sistema de cámaras
Con la EOS-1D X Mark III de Canon, Dod Mantle grabó de manera espontánea, sin trípode y con velocidad utilizando la captura de imágenes en ráfaga de 20 fps de la cámara, una estrategia que describe como «liberadora y vigorizante». Pero la técnica no le dio todos los medios para «congelar el tiempo». Para ello, Dod Mantle y Boyle decidieron experimentar con un proceso con el que no tenían mucha experiencia, pero al que Boyle se refiere como «la pieza final del rompecabezas»: el tiempo bala
También se conoce como fotografía time-slice, las secuencias de tiempo bala pausan un momento en el tiempo uniendo ráfagas de imágenes fijas capturadas por varias cámaras colocadas en un arco alrededor de la escena. Esto crea un efecto de barrido que muestra el mismo momento en el tiempo desde distintos ángulos, como ya se hizo en las películas de Matrix.
«Matrix era una experiencia de tiempo bala increíblemente sofisticada. Queríamos usar una versión mucho más punk que capturase los segmentos de violencia, intensidad y movimiento, la dinámica de la época», explica Boyle.
«Me dirigí a Canon en busca de una cámara Full Frame que tuviera un obturador electrónico o mecánico, una cámara que pudiera transportar y conseguir el efecto time-slice, ya fuera en un arco amplio de unas 12 cámaras o en un arco más pequeño de 6 cámaras», explica Dod Mantle.
El arco más pequeño sería más ligero y se podría maniobrar con él de forma más rápida y fácil. «Todo lo que probé en posproducción estaba basado en el hecho de que teníamos el tiempo limitado que tienen en televisión, y Danny es uno de los directores más rápidos con los que he trabajado. No sería capaz de trabajar con equipos muy complicados con iluminación especial. Sería perder el tiempo».
Dod Mantle y su equipo modificaron y simplificaron el proceso todo lo que pudieron, en busca de una manera adecuada de conseguir la grabación en time-lapse que necesitaban. Al final dieron con la fórmula mágica: 12 cámaras EOS R5 de Canon con objetivos EF 24mm f/2.8 IS USM de Canon montados verticalmente para una mayor compactación (utilizando un porcentaje reducido del sensor).
El equipo de Canon detrás de «Pistol», la serie sobre el punk
Algo nunca visto en la cinematografía, la configuración hace uso del sistema de grabación continua de las EOS R5 para grabar vídeo 4K a 24 fps, con calibración del enfoque Dual Pixel CMOS AF, que posteriormente se recortó a 2K 4:3. «Probamos con distintos tiempos de exposición, experimentamos con el obturador mecánico y con el electrónico. No sabíamos qué pretendíamos hacer con estas pruebas y con el material hasta que nos sentamos y lo vimos juntos, y vimos cómo nos invadía la emoción», afirma Dod Mantle.
Al final, el dúo consiguió un sistema que era rápido y fiable. Junto con ARRI Rental y con la ayuda de The Flash Pack, un estudio de producción técnica afincado en el Reino Unido, consiguieron un equipo resistente que se podía acoplar a grúas, dejar en el suelo y mover de un lado a otro con facilidad. «Llegamos a una situación en la que podíamos grabar cine convencional y tener días de rodaje muy, muy exigentes. En vez de pasar tardes enteras grabando en time-lapse, que es lo que habríamos tenido que hacer, podíamos traer los arcos con las cámaras».
Incluso para los que no conozcan demasiado a los Sex Pistols, la serie de televisión de Boyle y Dod Mantle es un pozo de inspiración. «Con suerte hay una alegoría aquí, potenciada por la manera en la que hemos grabado esta serie, que pueda ayudar a los artistas y la gente joven a creer que expresar lo que piensas y lo que sientes tiene un valor esencial», comenta Dod Mantle. «El periodo punk tenía muy claro sus pilares: libertad de expresión, hacer ruido, caos».
Boyle está de acuerdo en que la yuxtaposición de «imágenes muy ricas y relevantes, como tecnicolor» de la EOS-1D X Mark III de Canon y la estética antigua de la cámara XL H1 de Canon, junto con el metraje de archivo de los 70, creaba el efecto concreto que estaba buscando: poco convencional, emotivo e inmersivo.
El resultado es una grabación impactante capaz de transportar a los espectadores atrás en el tiempo de una manera que solo Danny Boyle es capaz de conseguir. Su objetivo es «esa mezcla increíble de distintas texturas y colores que puedes usar para transportar a la gente de 2022 a 1975, pero sin congelarlos ahí como si fuera un periodo ya anticuado, sino como si estuviera sucediendo ahora».
Pistol se estrena en exclusiva el 31 de mayo en Hulu en los Estados Unidos y en Disney+ en Reino Unido, Irlanda, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Singapur.