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Confianza e integridad: Sir Don McCullin habla sobre sus principios fundamentales
Sir Don McCullin nos cuenta las veces en las que eligió apartar el objetivo de la acción y su convicción de que la fotografía es un tipo de robo.
World Press Photo (WPPh) se encuentra entre los concursos de fotografía más prestigiosos, pero ¿son las imágenes ganadoras representativas de lo mejor del sector? ¿Por qué un trabajo es digno de éxito? Canon Europe conversó con tres miembros del jurado del concurso WPPh con el fin de identificar qué se necesita para captar su atención.
Junto a Emma-Lily Pendleton, editora de Canon Europe Pro, se encontraban Magdalena Herrera, directora de fotografía de Geo France y presidenta del jurado de WPPh 2018; Thomas Borberg, editor jefe del periódico danés Politiken, y Helen Gilks, directora ejecutiva de Nature Picture Library.
Thomas Borberg: He visto trabajos que no se han enviado y que me hubiera gustado ver en este concurso. Por supuesto, la competición es un reflejo del sector y del año que acaba de pasar pero, al mismo tiempo, no lo es, porque hay muchas historias más que podrían haberse compartido.
Helen Gilks: Creo que existe la idea entre los fotógrafos de que solo las noticias duras, las historias de miseria y desolación, son las que tienen éxito en el concurso World Press Photo, pero también buscamos fotografías positivas.
Magdalena Herrera: Las imágenes ganadoras del año suelen proceder de las categorías Noticias generales y Noticias de actualidad (que a menudo reflejan conflictos y malas noticias), aunque hemos visto numerosas historias menos negativas. Por ejemplo, la categoría Proyectos a largo plazo proporcionó diferentes clases de historias porque los proyectos suelen durar tres años o más, durante los que los fotógrafos tienen tiempo de documentar todos los aspectos del relato. En la nueva categoría Medio ambiente, hay que idear cómo mostrar la evolución del mundo y reflexionar sobre el enfoque, por lo que se representan historias que tienen menos de noticia o acontecimiento. La categoría Gente también permite otras formas de contar historias que no siempre son negativas.
Thomas Borberg: No se trata de que las historias sean negativas o positivas, sino de la sensación que te producen en el estómago. Creo que son las historias intensas y, a menudo, las negativas, las que causan la mayor impresión en nosotros. Es así y es cómo debe ser. La decisión final debe premiar las mejores historias que están contadas de la mejor forma.
Emma-Lily Pendleton: ¿Crees que hay muchos fotógrafos de naturaleza que envíen sus imágenes al concurso WPPh?
Helen Gilks: No estoy segura de cuánto lo tienen en mente. Creo que, en el caso de las historias, la respuesta es afirmativa porque participan con éxito muchas de las historias de National Geographic. Pero, en lo que se refiere a imágenes individuales, los fotógrafos de naturaleza no piensan que sea el concurso adecuado para ellos. Esperemos que eso cambie.
Emma-Lily Pendleton: ¿Los participantes suelen enviar fotografías parecidas a las ganadoras de años anteriores?
Helen Gilks: Se copian bastante los estilos que tienen éxito en los concursos. Hay un fotógrafo de naturaleza, Bence Máté, que desarrolló un sistema de fotografía con perspectiva a nivel del suelo desde escondites bajo el agua y, de repente, empezamos a recibir montones de fotos de ese tipo. Pero creo que la mayoría de la gente que se toma en serio la participación en concursos entiende que debe presentar algo nuevo y diferente a lo que se ha visto antes.
Thomas Borberg: Ahora numerosos fotógrafos usan drones, pero hacen malas fotografías, porque no cuentan historias, solo muestran otro punto de vista.
De igual modo, si hay una gran historia, como la crisis de los rohinyá o la crisis de los refugiados en Europa, los fotógrafos tienden a acudir a los mismos lugares, puesto que es allí donde los envían los periódicos o las revistas. Sin embargo, algunos son tan buenos que son capaces de dar un paso atrás y contemplar la historia desde otra perspectiva y, por supuesto, destacan.
Emma-Lily Pendleton: A la hora de emitir una valoración, ¿qué peso le dais a la historia frente a la estética de la fotografía?
Thomas Borberg: Depende de la imagen y el debate interno del jurado. Una de las cosas que me gusta del jurado de World Press es que, al menos este año, hemos demostrado una mentalidad abierta. Se podía cambiar de opinión durante el debate. Por ejemplo, podíamos empezar apoyando una imagen seleccionada por su calidad fotográfica pero luego convencernos de que la historia de otra fotografía la hacía aún mejor. No consiste necesariamente en un reparto del 50/50, depende de la imagen y la historia que hay detrás.
Magdalena Herrera: Entran en consideración varios aspectos: la sorpresa, la emoción, la composición y también la captura. Es lo interesante de la fotografía, que en ella intervienen muchos parámetros.
Emma-Lily Pendleton: ¿Qué importancia tiene la habilidad de editar y componer una historia?
Magdalena Herrera: Tienes que ser capaz de contar bien tu historia. Debe estar compuesta de un principio y un fin, y tiene que suceder algo.
Thomas Borberg: Hay demasiada gente que no entiende esto y es una pena. A veces vemos historias con tres, cuatro o cinco imágenes individuales potentes pero sin nada que de verdad las enlace para narrar algo. A veces piensas «Uf, ¡necesitan que alguien los oriente!»
Helen Gilks: Sí, algunos fotógrafos no entienden lo que es una historia, eso está claro. Quería preguntarles a Thomas y a Magdalena si creen que los porfolios publicados, en los que los fotógrafos han trabajado estrechamente con un editor, cuentan con ventaja. ¿Consideráis que reciben más premios estos fotógrafos que los que tal vez no han publicado sus imágenes y realizan ellos mismos el trabajo de edición?
Magdalena Herrera: No sabemos cuántos de ellos editan sus fotos. Los fotógrafos, como los escritores, deben saber que en algún momento necesitarán a alguien ajeno que les diga si entiende la historia. El sector está cambiando; antes contábamos con editores en las agencias que hacían ese trabajo por los fotógrafos. Había más editores en las revistas y los periódicos. Ahora hay menos.
Emma-Lily Pendleton: Entonces, ¿la edición se ha convertido en una parte importante del trabajo del fotógrafo profesional?
Magdalena Herrera: Sí, si lo que deseas es contar historias.
Thomas Borberg: Estoy de acuerdo en buscar consejo, ya sea de un editor o de otro fotógrafo, no solo para el concurso World Press, sino porque te será útil en tu trabajo. Debes hacerlo antes de participar, para asegurarte desde el principio de que la historia que compartes es la mejor y que el público la entenderá.
Magdalena Herrera: La narrativa y la coherencia en el estado de ánimo a lo largo de la historia son importantes.
Aunque seas fotógrafo profesional, atrévete a enseñar tus archivos RAW y a pedir ayuda.
Thomas Borberg: Mi consejo es que, aunque seas fotógrafo profesional, te atrevas a enseñar tus archivos RAW y a pedir ayuda, porque solo mejorará tu trabajo. Te pones en una posición vulnerable porque otras personas verán tanto tus fotografías malas como las buenas, pero trabajarás de una forma más inteligente.
Magdalena Herrera: También empezarás a entender lo que necesitarás en tu próximo proyecto y cómo potenciar tu historia. Es posible que falte una toma de ubicación o un primer plano para aportar ritmo a la historia. En el proceso de edición se aprende mucho porque es donde se detecta lo que falta en el relato.
Emma-Lily Pendleton: ¿Cuál es el componente clave de una imagen ganadora?
Thomas Borberg: La emoción. Hay que conseguir que el espectador sienta algo. No tiene que ser un sentimiento concreto, pero deberás dejarles algo para que se sigan haciendo preguntas.
Magdalena Herrera: No todo lo que provoca emociones es negativo. También puede ser una sensación de sorpresa.
Helen Gilks: Claro. La belleza también puede producir una gran emoción, ¿no es así?
Thomas Borberg: La imagen de Mads Nissen, ganadora de la fotografía del año de World Press Photo en 2015, representaba el amor, pero el amor prohibido en el mundo. ¿Es una historia positiva o negativa? Mostraba a dos personas manteniendo relaciones sexuales, algo muy normal, pero se trataba de dos hombres homosexuales (en Rusia, donde la comunidad LGBT sufre discriminación y acoso).
Magdalena Herrera: Siempre se produce un diálogo entre distintos elementos, lo que ves y lo que hay detrás. De hecho, la fotografía de Mads Nissen era en sí misma agradable y tranquila, una imagen que exudaba amor, pero en un contexto en el que el amor se encuentra terriblemente amenazado. Cada año, las imágenes ganadoras incluyen ese conflicto entre lo que se ve, lo que se siente, lo que es y el mensaje que se transmite.
Thomas Borberg: Creo que es importante que, cuando los miembros del jurado tomen la decisión final sobre la fotografía del año, elijan elementos que envíen una señal sobre el momento que estamos viviendo. La imagen del año de 2014, de John Stanmeyer, mostraba a unos refugiados buscando cobertura de móvil en una playa. Es una fotografía que habla de la huida, la emigración, uno de los mayores problemas del mundo. Los smartphones indican que se trata de una crisis moderna, puesto que no se podría haber tomado esa fotografía hace 25 años, cuando muy poca gente normal llevaba teléfonos móviles.
La primera vez los miembros del jurado vemos las imágenes, de hecho, no leemos los títulos.
Emma-Lily Pendleton: ¿Qué importancia tienen los títulos?
Thomas Borberg: La primera vez los miembros del jurado vemos las imágenes, de hecho, no leemos los títulos. Nos centramos en captar la impresión fotográfica y en percibir si el fotógrafo es un buen narrador. En la segunda ronda, solemos pedir los títulos.
Magdalena Herrera: Sucede en algún momento al final del proceso, cuando te encanta un trabajo pero te plantea preguntas de tipo ético o no estás segura de lo que estás viendo.
Helen Gilks: Creo que no es necesario en absoluto leer un título para entender una historia potente. De hecho, cuando examino el porfolio de una historia, no quiero texto en absoluto, quiero ver y saber, a grandes rasgos, cuál es la historia. Cuando esto no sucede, es que no se ha hecho bien. Los títulos prácticamente sirven para comprobar, a posteriori, que tus primeras impresiones eran acertadas y para obtener más información contextual.
Emma-Lily Pendleton: Desde 2016, las reglas de World Press Photo se han vuelto más estrictas en lo que se refiere a la escenificación y la manipulación, así como a la edición de las imágenes. ¿Cómo de exigente es el proceso de verificación?
Magdalena Herrera: Muy exigente. Todos los archivos pasan por comprobaciones técnicas y, a continuación, un equipo de verificación de datos independiente realiza un examen minucioso de los títulos. A veces entrevistan a los fotógrafos y comprueban la noticia para asegurarse de que la historia coincide con los hechos de los que se informa. Es bastante un procedimiento bastante severo, pero necesario hoy en día. En la era de las noticias falsas, es preciso combatir con firmeza la manipulación para ser creíbles.
Thomas Borberg: Considero que el concurso World Press Photo es un embajador de la verdad y la confianza, no solo en nombre de World Press Photo, sino también de todos los fotógrafos profesionales, sobre todo los fotoperiodistas. No se puede estar casi en lo cierto o ser solo un poco falso: la verdad está ahí o no lo está. Si intentas manipular las historias, el fotoperiodismo no tiene un fundamento en el que sostenerse. No hablamos solo de recortar una imagen o de añadir algo. Los títulos de un narrador profesional deben contar la verdad, porque lo importante no es únicamente lo que vemos, sino también la historia que hay detrás de la imagen.
Magdalena Herrera: Y el modo en que representas a las personas, por lo que sobre ti recae una gran responsabilidad.
Magdalena Herrera: Recuerdo un año que valorábamos una imagen de una pequeña serpiente abriendo la boca. Pensábamos que la foto era muy hermosa, pero los miembros del jurado, con un planteamiento científico, dijeron: «Bueno, esta serpiente no abre la boca de ese modo si no le haces cosquillas antes».
Emma-Lily Pendleton: ¿Qué le diríais a quienes se plantean participar en la próxima edición?
Magdalena Herrera: Este año, como presidenta, les pregunté a todos los miembros del jurado qué buscaban y el 90 % de ellos respondió que propuestas nuevas y estimulantes. No solo en términos de técnica, sino también del punto de vista de los fotógrafos sobre lo que ocurre en el mundo. En la categoría Medio ambiente, por ejemplo, y en Proyectos a largo plazo, es necesario intervenir e incluir la propia perspectiva en la historia. Con esto no me refiero a escenificar ni nada parecido, lo que quiero decir es que debes mostrar tu reflexión sobre el tema. Tiene que ver con qué posición adoptas. A qué distancia, con qué grado de intimidad. ¿Debería contarse la historia con un toque de humor? A eso es a lo que me refiero con un nuevo enfoque o con tu propio enfoque.
Thomas Borberg: Pregúntate por qué te dedicas a la fotografía. Se trata de curiosidad, de poder abrir los corazones y las mentes de las personas, acceder a esos lugares íntimos y ser capaz de compartir la experiencia. Si vuelves a la curiosidad, que está en el ADN de la fotografía, lo combinas con un poco de técnica y te rodeas de gente inteligente que te ayude a editar las historias, habrás recorrido medio camino para ganar el premio de imagen del año.
Para conocer la lista completa de las categorías del concurso, las reglas y el proceso de selección, así como para participar en el concurso World Press Photo, visita el sitio web de World Press Photo.
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