Convierte tus fotos en obras de arte impresas

La literatura alimenta la imaginación de la embajadora de Canon Menna Hossam. Su inspiración procede de distintas temáticas que abarcan desde la mitología griega y Shakespeare hasta Disney, pero todas tienen un hilo conductor común: las imágenes que parecen sacadas de un cuento de hadas y que le han merecido el reconocimiento internacional.

Menna, que reside en El Cairo (Egipto), descubrió la fotografía en el año 2008, cuando todavía estaba estudiando, y dio el salto al mundo profesional poco después, pero no fue hasta hace poco que empezó a imprimir sus imágenes en lugar de visualizarlas siempre en la pantalla. Para ella, aprender a imprimir con la imagePROGRAF PRO-1000 de Canon fue toda una revelación, y anima a otros fotógrafos a dar el salto e imprimir ediciones limitadas de sus fotos.

En este artículo, Menna nos habla de su viaje de descubrimiento y del poder de la impresión.

La serie mágica de imágenes Enchanted fue el catalizador que llevó a Menna a adentrarse en el mundo de la impresión. Fue un proyecto mastodóntico que la llevó a lugares muy, muy lejanos de todo el mundo donde creó imágenes etéreas (cada una con su propio trasfondo) basadas en los héroes que impulsan su creatividad. Su primer objetivo fue imprimir un fotolibro de 80 páginas con sus propias imágenes, pero a medida que el proyecto fue creciendo, decidió publicar libros de 200 páginas y utilizar la imagePROGRAF PRO-1000 de Canon para imprimir ediciones limitadas de sus fotos e incluirlas con los primeros ejemplares.

«Como tantos otros fotógrafos digitales, nunca había sentido la necesidad de imprimir mis propias imágenes», explica Menna. «Tenía la sensación de que sería un proceso complicado, con una curva de aprendizaje muy pronunciada y un montón de dificultades técnicas. Sin embargo, más recientemente empecé a soñar con crear mi propio fotolibro, así que me puse a estudiar la posibilidad de imprimir mis fotos. No tardé mucho en descubrir que puedes obtener grandes resultados rápidamente y que, en realidad, crear tus propias impresiones artísticas es bastante sencillo».

Si bien Menna lleva varios años dedicándose a la fotografía profesional, la creación de su primera obra impresa acabó siendo una experiencia muy emotiva. «Me quedé sin palabras ante la calidad de los colores y la nitidez de los detalles», confiesa. «Fue una experiencia totalmente distinta a la de ver la misma imagen en una pantalla. El resultado fue precioso, parecía magia de verdad».

La primera sensación que experimentó Menna al recibir la impresora imagePROGRAF PRO-1000 que le prestó Canon fue de intimidación. Con 12 tintas pigmentadas LUCIA PRO y la capacidad de crear impresiones A2 de gran formato y obras panorámicas de hasta 1,2 metros de longitud, esta impresora es ideal para los fotógrafos profesionales que quieren vender sus obras y crear ediciones limitadas. Sin embargo, los temores de Menna por la complejidad tardaron poco en desvanecerse.

Para Menna, lo más atractivo de aprender a imprimir es que le permite controlar todo el proceso. «Cuando envías las imágenes digitales a un laboratorio fotográfico siempre tienes la incertidumbre de cuál será el resultado», reconoce. «En cambio, si las imprimes tú misma puedes controlarlo todo.

»Una de las primeras cosas que aprendí es que tenía que calibrar el monitor. Antes, cuando me limitaba a ver las imágenes en la pantalla, todo parecía estar bien. Pero cuando empecé a imprimirlas, descubrí que tenía que prestar más atención para asegurarme de que los colores, el brillo y el contraste estuvieran reproducidos con fidelidad».

Incluso después de calibrar el monitor y usar los perfiles de impresión correctos para distintos tipos de soportes, Menna afirma que la obra impresa nunca será exactamente igual que la imagen de la pantalla, en parte porque un proceso se basa en luz reflejada y el otro en luz transmitida. En su opinión, sin embargo, esto es algo positivo. «La intensidad de los negros y el nivel de detalle de las sombras oscuras de las imágenes impresas son muy superiores», explica. «El carácter de las obras impresas es mucho más parecido a lo que quiero transmitir».

Por su propia definición, una foto impresa es una entidad física, y dedicar tiempo a conseguir el aspecto y la sensación que quieres merece la pena. Además de papeles fotográficos satinados y mate, Canon también dispone de una selección de soportes para bellas artes. Asimismo, la imagePROGRAF PRO-1000 de Canon es directamente compatible con marcas independientes líderes del sector, como Canson® y Hahnemühle. Dada la vastedad de la selección disponible, los paquetes de muestra pueden facilitarte las cosas para asegurarte de obtener los resultados que deseas.

Puesto que la impresión fotográfica también tiene una faceta creativa, el hecho de que las impresoras imagePROGRAF PRO-1000 e imagePROGRAF PRO-300 de Canon incluyan el software gratuito Professional Print & Layout (PLL) de Canon ofrece a los fotógrafos un mayor grado de control, especialmente cuando están aprendiendo a imprimir.

Además de herramientas de diseño para crear impresiones con varias imágenes en una misma página, el software también incluye funciones completas para realizar pruebas de rectificación y en papel. La función de pruebas de rectificación permite seleccionar el perfil de impresora concreto para el papel que se va a usar y obtener una vista preliminar muy precisa en la pantalla con el resultado que tendrá la imagen una vez impresa. La función de pruebas en papel va un paso más allá y te permite crear impresiones de prueba y perfeccionar el resultado antes de realizar la impresión definitiva.

Para Menna, una de las características clave de Professional Print & Layout es la posibilidad de crear «impresiones de patrones». Esta función le permite crear varias versiones pequeñas de la impresión en una página, cada una con un tratamiento sutilmente distinto del color, el tono y el contraste. Y si hablamos de precisión, Menna puede recuperar los ajustes y asegurarse de que todas las impresiones de edición limitada de una misma serie sean iguales.

Menna insta a todos los fotógrafos a que se animen a imprimir sus fotos y explica su experiencia con el proyecto de su fotolibro Enchanted. «La impresión de ediciones limitadas será un buen incentivo para que la gente se decida a comprar el libro», explica. «Aporta una sensación real de valor. Una edición impresa limitada de una foto es más personal, algo que he hecho yo misma. También me encanta la posibilidad de poder elegir mis fotos preferidas para imprimirlas.

»La primera vez que imprimí una foto con la imagePROGRAF PRO-1000 de Canon me quedé sin palabras. La imagen se veía bien en la pantalla, pero la impresión la catapultó a otro nivel».

Menna también recomienda experimentar con distintos tipos de papel para bellas artes, ya que encontrar el más adecuado para tus necesidades puede llevarte algún tiempo. «He tardado mucho en empezar a imprimir mis obras, pero ahora quiero verlas colgadas en todas partes, y nunca había sido el tipo de persona que quisiera hacer algo así», explica.