6 pasos para imprimir retratos de bellas artes increíbles

¿Cómo se puede inyectar arte puro en una fotografía de retrato de bellas artes? Es un tema que le toca muy de cerca a la fotógrafa de retratos profesional y embajadora de Canon Martina Wärenfeldt, que cuando era una niña soñaba con ser artista, pero acabó dedicándose a la fotografía y ahora es jueza en competiciones de impresión internacionales.

Hay impresiones fotográficas y hay impresiones fotográficas de bellas artes. Pero, ¿en qué se diferencian estas últimas de las impresiones estándar de alta calidad? ¿Y cómo puedes ganar una ventaja al imprimir específicamente retratos de bellas artes? Como siempre, todo comienza con una imagen iluminada de una manera profesional y con una buena composición, pero hay otras cosas que tener en cuenta, como el enfoque de los retoques, la elección y el acabado del papel, las pruebas en papel, y la elección y configuración de la impresora. Encontrar la mejor manera de combinar varios elementos, ajustar tu flujo de trabajo y tu enfoque y mantener el control sobre todo el proceso desde el principio hasta el final son consideraciones fundamentales a la hora de crear un producto final de alta calidad.

Martina utiliza una impresora Canon imagePROGRAF PRO-1000 para crear impresiones asombrosas de sus retratos de bellas artes, y la describe como la «todoterreno» del estudio. «La combinación de la impresora y el papel para bellas artes produce impresiones muy bonitas», afirma. En este artículo, comparte consejos para cada parte de su proceso creativo y desvela por qué la impresora fotográfica de sobremesa A2 es una parte tan importante de su flujo de trabajo.

Para Martina, la impresión siempre es la parte final del proceso y el objetivo para el que trabaja, pero todo comienza en la fase de fotografía. Durante los últimos tres años, Martina ha utilizado la EOS R5 de Canon. «Siempre consideré las cámaras como herramientas, pero con la EOS R5 siento una conexión real», explica. «Es como si nos hubiéramos hecho mejores amigas. Es compacta e intuitiva, y las imágenes de alta resolución resultan ideales para conservar la textura, los detalles y la tonalidad en mis impresiones de gran formato».

Aunque el objetivo preferido de Martina no es uno de focal fija, es uno de los grandes favoritos entre los fotógrafos de retratos. «Compré la cámara durante la pandemia de la COVID-19 y el único objetivo que había disponible era el RF 24-105mm F4L IS USM de Canon. Hasta se disculpó conmigo el distribuidor, pero no suelo necesitar una profundidad de campo reducida para las fotografías que hago y este objetivo me va muy bien. También utilizo un objetivo Canon RF 50mm F1.8 STM, que me encanta por su diseño ligero y compacto. Es muy económico, pero me sorprende mucho su calidad. Una vez alquilé un estudio en Los Ángeles para hacer retratos de dos clientes únicamente con el objetivo de 50 mm, y acabé con unas imágenes excepcionales.

«Es importante tener en mente la impresión cuando planificas la sesión de fotos», añade Martina. «A mí me interesa mucho el aspecto pictórico, por lo que tengo que trabajar con la iluminación para asegurarme de que haya suficiente detalle en las sombras y las zonas luminosas, y para conseguir una amplia gama de tonalidades. La textura también es muy importante, por eso tengo cuidado al escoger la vestimenta para garantizar que la textura sea visible».

Martina comienza su flujo de trabajo en Adobe Lightroom y después pasa a Photoshop. «No hago gran cosa en Lightroom, quizá alguna pequeña corrección, extiendo las sombras, reduzco el brillo de las zonas iluminadas y tal vez le doy una ligera curva. Solo es para crear imágenes digitales que pueda enseñar a los clientes para que elijan las fotos que quieren imprimir. Cuando estoy editando para imprimir, comienzo en Photoshop y no utilizo ninguna de las herramientas automáticas ni las nuevas herramientas de inteligencia artificial. Cuando creo una impresión de bellas artes, tiene que ser fruto de mis ojos, mis dedos y mi trabajo».

A pesar de todo, las imágenes digitales a menudo necesitan bastante edición para convertirse en impresiones de calidad. «Cuando fotografío, intento que la configuración no obstaculice el flujo creativo, pero soy meticulosa en la fase de edición. Quiero que el color, el detalle, la textura, las sombras y las luces se vean lo mejor posible. Siempre trabajo en 16 bits porque me da mucho más margen para las sutilezas y la gama tonal en general».

Naturalmente, es importante utilizar un monitor calibrado al editar imágenes para imprimirlas. Martina utiliza un monitor con calibración interna y está satisfecha con el nivel de precisión. «Si puedo confiar en que el equipo se calibre solo, es un trabajo menos que tengo que hacer yo».

En lo que se refiere a las pruebas de rectificación, Martina afirma que es muy importante utilizar el perfil ICC correcto para la impresora y el tipo de papel para bellas artes adecuado para la impresión. «Tengo que hacerlo siempre para asegurarme de que lo que veo en la pantalla en Lightroom y Photoshop sea lo mismo que se verá en la impresión». El software gratuito Professional Print & Layout (PPL) de Canon, que funciona como un programa independiente y como complemento para ambos productos de Adobe, tiene funciones de pruebas de rectificación o en papel, ofrece un control sencillo del diseño y también permite la creación de "impresiones de patrones". Pueden ser útiles para las impresiones de bellas artes porque generan una variedad de versiones de la misma imagen con pequeñas diferencias de tono y color, para que puedas elegir tu favorita antes de crear la impresión final.

Martina ha ganado mucha experiencia sobre la impresión de fotos en una impresora Canon. «Solía tener una impresora de otra marca, pero los inyectores de los cabezales de impresión se obstruían constantemente y acababa siendo una pérdida de tiempo y de tinta», afirma. «Comencé a hacer mis impresiones en un laboratorio fotográfico, lo cual estaba bien hasta cierto punto, pero cuando empecé a solicitar mayores volúmenes para enviar a exhibiciones y competiciones, se volvió muy caro. A menudo me llegaban impresiones que no eran realmente como yo quería, lo que acabó siendo un verdadero problema. Acabé decantándome por la imagePROGRAF PRO-1000 de Canon porque un compañero tenía una y me dijo que podía confiar en ella totalmente. Y mi experiencia ha sido la misma, funciona siempre a la perfección. El papel de tamaño A2 también es perfecto para casi todos mis trabajos y sé que si hago varias copias de la misma impresión, el resultado será siempre uniforme».


Para Martina, la impresión de un retrato de bellas artes en papel de alta calidad supera a la imagen digital. «Cuando le doy una impresión a un cliente, es una entidad física que puede tener en las manos», explica. «Puede tocar literalmente la calidad, además de verla. Le ofrece a los clientes la seguridad de que no solo están pagando por un retrato excepcional, sino también por una impresión con calidad de archivo y del más alto nivel».

En resumen, Martina ha descubierto que expresarse mediante impresiones de bellas artes la ha convertido en una mejor fotógrafa. «La calidad táctil de una impresión es algo que no puedes replicar de manera digital. También hay mucha libertad de expresión al crear una impresión. Puedo personalizar el producto final para satisfacer totalmente tanto a mí como a mis clientes. El hecho de que soy yo quien crea la impresión también le da un toque de conexión personal a la obra que lo mejora todo. Creo que la impresión de bellas artes es la prueba de artesanía definitiva para un fotógrafo».

Adobe, Lightroom y Photoshop son marcas comerciales o marcas registradas de Adobe en Estados Unidos y otros países.