En un primer vistazo, las impresionantes fotografías de Mandy Barker parecen preciosas criaturas submarinas o escenas rebosantes de animales y plantas. Sin embargo, si miras con atención, te darás cuenta de que en realidad muestran residuos de plástico como bolsas de la compra, cuerda de pesca y juguetes infantiles, que imitan las formas de vida marina que están matando.
La contaminación por plásticos es uno de los mayores problemas medioambientales a los que se enfrenta el planeta en la actualidad. Cada año, millones de toneladas de estos residuos nocivos acaban en el mar y se encuentran incluso en los lugares más remotos. Los peces, mamíferos y aves marinas los ingieren, causando que una infinidad de estos animales se asfixien o se mueran de hambre. Es un problema que no deja de aumentar.
«Algo que se ha planeado para tener una vida útil de unos pocos minutos se mantiene durante cientos de años en el océano», comenta Mandy. «Los científicos que estudian los polímeros dicen que todo el plástico que se ha producido hasta el momento, excepto el que se ha quemado, sigue en alguna parte del planeta, bien en su forma original o como nano o microplásticos. Es un pensamiento terrorífico».
Documentar un océano de plástico
La inspiración de Mandy
Mandy lleva desde hace más de diez años creando obras de arte con residuos plásticos para evidenciar el daño que le están provocando a la vida y a los entornos marinos. Su trabajo se ha publicado internacionalmente en revistas, incluidas National Geographic y Time, y se ha nominado a premios importantes como el premio de la Fundación de Fotografía de la Deutsche Börse y seleccionado para el prestigioso Premio Pictet.
Al principio de su carrera, Mandy fue diseñadora gráfica, pero en 2008 empezó a estudiar un máster de fotografía en la Universidad de De Montfort en Leicester, Reino Unido. Allí, decidió centrarse en el creciente problema de la contaminación por plásticos, ya que se había dado cuenta de que se estaba acumulando en la costa del Reino Unido.
«Había recolectado cosas, como madera de deriva, cuando era joven, pero poco a poco se veían cada vez más residuos llegando a la orilla, especialmente plástico», dice. «Decidí que quería hacer algo al respecto, y ver si lo podía hacer con la fotografía».
Para su primera serie, «Indefinite» (Indefinido) (2010), Mandy se centró en artículos de plástico individuales que encontró en la orilla del mar. Se llevó una colección de estos objetos a su casa y los colocó en un fondo negro de terciopelo. Como eterna usuaria de Canon, Mandy los fotografió con su cámara de cine EOS 500 de Canon.
Mientras lo hacía, se le ocurrió una idea que ha sido recurrente en su trabajo desde entonces. «Mientras fotografiaba estas cosas, me di cuenta de que algunas se parecían a las criaturas a las que el plástico estaba afectando», explica. En estas imágenes, una botella de plástico adquiere un aspecto similar al de un pez, una bolsa se asemeja a un calamar y unos guantes de pescador parecen un coral.
El punto clave que Mandy enfatiza en esta serie es la perdurabilidad de estos objetos. El texto que acompaña a las imágenes estima la cantidad de tiempo que permanecerá cada objeto en el mar, que a menudo llega a cientos de años.
¿Tienes un equipo de Canon?
Belleza e impacto
En sus trabajos posteriores, Mandy se centró en representar la acumulación en masa de plástico en los océanos de todo el mundo mostrando una gran cantidad de objetos individuales flotando en el mar. La serie «Where Am I Going» (Adónde voy), por ejemplo, muestra los remanentes de globos de plástico, mientras que «Penalty» (Penalti) muestra cientos de pelotas de fútbol recolectadas.
«Al principio, selecciono los residuos de plástico según lo que llega a la orilla», afirma. «Puede ser un color específico o un grupo de objetos similares que luego pueden servir para concienciar sobre los problemas en una zona o país en concreto».
Muchas de sus imágenes muestran objetos archiconocidos que llenan los océanos del mundo: juguetes infantiles, cepillos de dientes, peines, flores, cartuchos de inyección de tinta, cubiertos, tuberías y embalajes. En una imagen impactante, muestra las 276 piezas de plástico que se encontraron en el estómago de una sola cría de albatros de tan solo 90 días.
Sus imágenes están construidas minuciosamente para atraernos con su belleza y después sorprendernos con lo que verdaderamente muestran. «Quiero atraer la atención del espectador para que lea la información y se dé cuenta de lo que está ocurriendo», afirma. «Experimenté mucho y me di cuenta de que este era el estilo que parecía captar la atención de las personas y hacerlas pensar durante más tiempo sobre este problema».
Mandy utilizó el enfoque de fotografiar varios objetos de plástico en la misma foto, en su serie de 2020 «Shelf-Life» (Vida útil). Esta cantidad de trabajo surgió a partir de haber sido invitada para formar parte en un viaje de investigación científica a la isla Henderson, ubicada a 5000 km de la masa continental más cercana, en el sur del océano Pacífico. Solo en ese viaje se recolectaron más de seis toneladas de plástico de la orilla.
En «Shelf-Life», Mandy hace que la plétora de objetos de plástico se asemeje a los arrecifes de coral que rodean la isla. «Mientras partíamos hacia la isla, vi los preciosos corales blancos con el cielo azul, después vi todo el plástico en la orilla, y las dos imágenes se combinaron cuando estaba trabajando en la serie», nos explica.
Mandy considera que parte de su papel es llevar el trabajo de los científicos a un público más amplio. «Las cosas que investigan y sobre las que escriben aparecen en revistas académicas o en la revista New Scientist, donde puede que la persona media no llegue a leerlas y darse cuenta de lo que está ocurriendo», continua.
«Si puedo crear imágenes que aparezcan en más lugares que sus investigaciones, pueden informar y educar a las personas sobre el trabajo que están realizando y sobre qué se ha descubierto. Es algo recíproco, como darle a los científicos una voz visual sobre lo que están escribiendo».
Young Photographer: paisajes que cuentan historias
Equipo y técnicas
Mandy ha utilizado varias cámaras de Canon, pero lleva los dos últimos años fotografiando con una EOS 5D Mark IV de Canon. «Es adecuada para mi estilo de trabajo», afirma. «Cuando voy de expedición, es posible que trabaje en exteriores con la cámara sin trípode con poca luz, y la EOS 5D Mark IV es genial en condiciones de baja iluminación. Su rendimiento es también importante cuando estoy trabajando en interiores, ya que fotografío en un entorno con relativamente poca luz, una única fuente de luz natural y exposiciones de aproximadamente tres segundos, lo que hace que el color de los objetos resalte contra el fondo negro.
También necesito archivos bastante grandes, ya que algunas de mis imágenes se imprimen en tamaños grandes; algunas se han mostrado en el lateral de contenedores de transporte. Con la EOS 5D Mark IV, he encontrado un gran recurso para conseguir muy buena calidad sin tener tamaños de archivos que no puedo gestionar y que solo ralentizarían el proceso de producción».
Mandy cuenta con una variedad de objetivos de Canon, pero para casi todo su trabajo utiliza el EF 24-70mm f/2.8L USM de Canon (al que ahora sucede el EF 24-70mm f/2.8L II USM). Contar con este rango de zoom le proporciona la opción de incluir un gran grupo de objetos o solo unos pocos sin tener que cambiar de objetivo. También utiliza el objetivo EF 100mm f/2.8L Macro IS USM de Canon para las piezas de plástico más pequeñas que quiera resaltar en el primer plano para capturar los detalles más diminutos.
Usa prácticamente la misma técnica para la mayoría de sus imágenes, fotografiando objetos de plástico contra un fondo negro, en alguna ubicación o en su casa y usando luz natural.
Máxima profundidad de campo, máximo impacto
«La abertura que uso depende del tamaño del objeto, pero fotografío principalmente con una abertura de f/16 porque quiero la máxima profundidad de campo para asegurarme que todos los objetos están enfocados y se pueden «ver». Es muy importante en mi trabajo que se puedan reconocer todas las piezas de plástico», afirma.
«Fotografío grupos de objetos de diferentes tamaños por separado en un fondo negro, desde pequeñas partículas de microplásticos a objetos grandes, y después junto las imágenes en Adobe® Photoshop®.* A veces mantengo los fondos originales, donde se han dejado trozos de algas, arena o polvo de microplásticos. Sin embargo, para «Shelf-Life», combiné las capas de objetos con imágenes a color para reflejar las aguas corales que rodean a la isla.
Algunos de los objetos más grandes del primer plano se han colocado con Photoshop para mejorar la composición, pero básicamente todo está fotografiado tal y como se ha dispersado. Suele ser muy aleatorio, como estarían las cosas en el mar. Utilizo una media de cinco capas en una imagen, y los trozos más grandes de plástico se combinan con los más pequeños para crear un aspecto de profundidad de perspectiva».
Mandy dice que su objetivo no es simplemente mostrarle el problema de la contaminación por plásticos a un público más amplio, sino que quiere concienciar con la esperanza de que eso dé lugar a que se actúe y a que las personas hagan algo con respecto a su huella plástica en su día a día.
«Puede que quieran firmar peticiones, escribirle a un diputado o simplemente ir a la playa y recoger cinco piezas de plástico. Si las personas miran mi trabajo y les inspira a tomar una decisión diferente, es lo único que deseo», dice.
«Al final, espero que las cosas cambien a gran escala, porque es lo que hace falta que ocurra».
*Adobe y Photoshop son marcas comerciales o marcas registradas de Adobe en Estados Unidos y otros países.