La serie «Weather Man» (Hombre del tiempo) de Evgenia Arbugaeva documentó el trabajo del meteorólogo Slava Korotkiy en una península remota en la costa norte de Rusia. Aquí, Slava está mirando por la ventana antes de salir a tomar mediciones. «Estaba bastante oscuro, pero el reflejo de la nieve en el exterior proyectaba una luz suave sobre él», recuerda Evgenia. «Tenía los ajustes de balance de blancos un poco "raros", pero me encantó cómo salió la imagen: azul y tranquila, acentuando el color de los ojos de Slava». Imagen tomada con una EOS 5D Mark III (a la que ahora sucede la EOS 5D Mark IV) y un objetivo EF 24-70mm f/2.8L II USM de Canon a 33 mm, con una configuración de exposición de 1/60 s, a f/3,2 e ISO 3200. © Evgenia Arbugaeva
Las fotos capturadas con baja iluminación tienen una apariencia y una atmósfera únicas. Están como apagadas, menos cargadas de detalles cotidianos, y sus colores y tonos suelen tener una cualidad casi etérea. Las áreas sombreadas pueden mejorar el ambiente general y crear una sensación de misterio. La fotografía con poca luz puede transformar un sujeto ordinario en algo inusual y fascinante.
La fotógrafa de documentales y embajadora de Canon Evgenia Arbugaeva se especializa en crear fotografías mágicas con poca luz extremadamente evocadoras. La oscuridad es un elemento crucial de su estilo, y ha utilizado sus técnicas en diversas ubicaciones de todo el mundo, desde una estación meteorológica en el norte de Rusia hasta un instituto de investigación científica semiabandonado en Tanzania.
Evgenia lleva trabajando con la baja iluminación desde que dio sus primeros pasos como fotógrafa. Al principio, empezó como una necesidad, ya que se crio en Tiksi, una localidad en el norte de Rusia que está dentro del Círculo Ártico, pero después se convirtió en una elección estética.
«En el Ártico, la noche polar dura unos pocos meses, así que no hay luz en todo el invierno», nos comenta. «Hay muchos tonos y sombras diferentes que son invisibles a nuestros ojos pero que la cámara puede captar. Para mí, la cámara se convirtió en una herramienta para capturar dichos tonos. A medida que trabajaba con la baja iluminación y la oscuridad, me di cuenta de que estaba dándole forma a mi trabajo. De alguna forma extraña, sentí que guiaba mi estilo y me ayudaba a encontrar mi propio lenguaje fotográfico».
En este artículo, Evgenia nos habla sobre su experiencia trabajando en estas condiciones y nos ofrece sugerencias para conseguir grandes tomas con poca luz.