Probar distintos elementos del cine ha ayudado al director de «i and i», Samona Olanipekun (en la foto con un sombrero de rayas blancas y negras), a entender mejor el proceso cinematográfico. «Piensa en la edición, por ejemplo», comenta. «Yo mismo la he probado y ahora, cuando trabajo con un editor experto, sé que hará un gran trabajo». © Lammas Park Productions/fotógrafa: Rekha Garton
Todo cineasta en ciernes puede corroborar que el futuro está plagado de desafíos, pero también de oportunidades. Jade Ang Jackman y Samona Olanipekun son dos directores que saben muy bien lo que hace falta para triunfar en el sector. Ambos forman parte de la lista de talentos de la galardonada productora cinematográfica Lammas Park, fundada por Sir Steve McQueen, el director británico responsable de «12 años de esclavitud», ganadora del premio a la mejor película en los Óscar de 2014.
Esta empresa con sede en el Reino Unido busca ayudar a derribar las barreras de acceso, financiación y mentoría que los cineastas se pueden encuentran al inicio de sus carreras. Para ello, colabora en la formación de nuevos talentos y promueve nuevos trabajos que, de lo contrario, no tendrían la visibilidad que merecen.
En un caso concreto, Lammas Park se asoció con Canon Europe para facilitar la producción de dos cortometrajes de Jade y Samona, que llegarán al circuito de festivales en 2023. Cada uno de los directores rodó una película sobre un tema importante para ellos que desafía el «statu quo» solo con cámaras y objetivos de la gama de cine de Canon.
La película de Jade se titula «Young Hot Bloods» y el guion es obra de Lydia Rynne. Se trata de un drama de acción y época que gira en torno a un grupo sufragista de jiu-jitsu de autodefensa que se formó como resistencia a la brutalidad policial y el acoso sexual. «Creo que la gente no se imagina ese tipo de represalias por parte de las mujeres de aquella época», comenta Jade. «Me entusiasmó la idea de que utilizaran sus cuerpos como forma de protesta».
La película de Samona, «i and i», con guion de Daniel Braham, transcurre en un solo domingo y cuenta la historia de un hombre de 30 años que en el día de su cumpleaños explora la relación metafísica que tenemos con nosotros mismos. La pandemia de la COVID-19 dio a Samona tiempo para reflexionar. «Pensé en la salud mental, la masculinidad, las expectativas sociales y todos esos temas de los que rara vez hablamos», explica. «Las voces de tu cabeza pueden ser tu mejor amigo, pero también tu enemigo. Quería plasmar eso en la pantalla».