Mujeres en la fotografía: Hannah Peters en las líneas de banda con la EOS-1D X Mark II de Canon

La fotografía deportiva, como los deportes, es un juego vertiginoso. El deporte al que se dedica Hannah Peters consiste en ser la primera en conseguir la fotografía y eso es lo que hace a diario. «Tras la final de los 100 metros de las Olimpiadas, publicamos imágenes a los 14 o 15 segundos; es una locura. Los fotógrafos pasan la imagen directamente de la cámara al editor y ya está, se publica. Es realmente competitivo y hay demasiada presión. Todo depende de la velocidad».

Como una de las pocas fotógrafas deportivas a tiempo completo de Nueva Zelanda, Hannah trabaja con Getty Images y vive en Auckland. Ha viajado a Pekín, Atenas, Sochi, Londres y Vancouver para cubrir los Juegos Olímpicos y los Juegos Paralímpicos, además de fotografiar en casa. Como parte de nuestra serie Mujeres en la fotografía, Hannah nos habla de su trayectoria y sus inicios.

Anticipación de los movimientos

El rugby, y en especial la selección de rugby de Nueva Zelanda, los All Blacks, es de gran importancia en la vida profesional de Hannah. «Los fotógrafos de Getty Images también somos los fotógrafos oficiales de los All Blacks, lo que implica que realizamos bastantes sesiones de entrenamientos entre semana. Aprendemos sus movimientos defensivos mientras los entrenan, para tener una idea de lo que harán durante un partido. Los All Blacks son superestrellas, pero es muy fácil tratar con ellos. Cada año, les hago bastantes retratos y también creamos todo su contenido fuera del campo. Todos son muy profesionales, por lo que es un trabajo muy fluido».

Quedan pocos deportes que Hannah no haya cubierto y le entusiasma especialmente fotografiar los Juegos Paralímpicos. «Me mandaron a Atenas con el equipo de Nueva Zelanda, por lo que trabajé con ellos y creamos una relación. Más tarde, fui a Pekín con ellos y después a Vancouver, Sochi y Londres. He llegado a conocer muy bien a los deportistas; son increíbles. Así es como se consiguen las mejores imágenes; puedo ver fotografías en cualquier lugar que mire».

«Los Juegos Paralímpicos pasan más desapercibidos que las Olimpiadas, lo que facilita las condiciones de trabajo como fotógrafo. Los atletas paralímpicos se dejan fotografiar; valoran que estés allí y realmente quieren tener cobertura mediática, por lo que el ambiente es agradable».

Clasificación sobre la marcha

La experiencia de cubrir un evento deportivo puede variar muchísimo en función de si trabajas por tu cuenta o si formas parte de un gran equipo. «Si estoy en un partido yo sola, corro por las líneas de banda y me tengo que anticipar continuamente para saber en qué sitio debo colocarme; ese equipo está en ataque, por lo que debo adelantarme a ellos y correr de un lado para otro durante 80 minutos. También hay que plantearse los diferentes ángulos: ¿quiero fotografiarlo desde arriba o quiero modificar un poco la perspectiva? Pero si formas parte de un equipo, tienes un papel determinado y trabajas de manera conjunta. Todo se reduce a una buena comunicación y a saber en todo momento dónde se encuentra cada uno».

«Los Juegos Olímpicos son lo máximo. En Getty Images trabajamos con un equipo enorme, como de unos 45 fotógrafos, y me encanta ese ajetreo. Gran parte de mi trabajo consiste en clasificar todo sobre la marcha; tenemos editores en directo por todo el mundo y les mandamos las fotografías de forma remota desde las cámaras. Las identificamos y las etiquetamos por voz mientras realizamos las tomas, así que es necesario conocer el sujeto para poder poner la leyenda. En las etiquetas de voz, a menudo añado "recortar en vertical" o "recortar al chico de la derecha para destacar la toma principal"».

Para poder disfrutar de flexibilidad al capturar durante eventos, Hannah se equipa con tres cuerpos de la EOS-1D X Mark II de Canon y diferentes objetivos. Entre los que utiliza con más frecuencia, se encuentran el EF 400mm f/2.8L IS II USM y el EF 70-200mm f/2.8L IS II USM de Canon. «La EOS-1D X Mark II de Canon ha marcado una gran diferencia en mi trabajo, especialmente en estadios o condiciones de baja iluminación. Me ha permitido utilizar valores ISO altos sin perder calidad, lo que ha contribuido a aumentar el índice de éxito de imágenes aprovechables en un evento».

«También me encanta el objetivo EF 85mm f/1.2L II USM de Canon para realizar retratos. Es rápido, nítido y capaz de convertir una situación normal en algo especial».

«Todos buscamos lo mismo»

Hannah no suele tener en cuenta el factor «femenino» en su trabajo, a pesar de la escasa presencia de mujeres en la fotografía deportiva. «No creo que deba tenerse en cuenta el sexo. Considero que, al principio, como cualquier persona, debes ganarte el respeto mediante tu trabajo. Soy tan competitiva como cualquier hombre que tenga al lado; todos buscamos lo mismo».

«Nueva Zelanda es bastante tranquila. Todos nos conocemos, somos los mismos en cada partido y no es en absoluto un ambiente hostil. Cuando acudo a un evento internacional, veo más mujeres y pienso: "¡Bien! No soy la única". Así que, sí me doy cuenta, pero no es algo en lo que piense».

Sin embargo, hace poco, Hannah tuvo su primer hijo, por lo que inevitablemente tuvo que alejarse del terreno de juego durante un tiempo. «Tener un hijo fue una decisión muy importante para mi marido y para mí, ya que significaba que me perdería los Juegos Olímpicos de Río. Me tomé nueve meses de vacaciones, lo que en este sector constituye un largo periodo de tiempo. Pasé por todas las etapas de duda: "¿Lo retomaré de nuevo? Cuando vuelva, ¿seré la misma? ¿Se quedará alguien con mi puesto mientras no estoy disponible?". Fue bastante duro. Tuve que recuperar la confianza en mí misma, además de aprender a mantener el equilibrio entre la vida laboral y la personal. No existen reglas porque tampoco hay muchas fotógrafas deportivas en el sector, así que no puedo añadir gran cosa».

«No obstante, mi jefe ha sido muy comprensivo. Me decía: "Siempre habrá otros Juegos Olímpicos" y tiene razón. Me he dado cuenta de que en este momento, a esta edad, tener un bebé no es el fin de mi carrera. La clave es contar con apoyo y hacer que funcione».

Nada detendrá a Hannah Peters. Estate atento en Tokio 2020 para verla correr por las líneas de banda.