El rey de la fotografía cinematográfica: los secretos de casting de Gregory Crewdson

«No me gusta especialmente el proceso de casting, de hecho es algo que me estresa», afirma Gregory cuando se le pregunta por el tema del documental. «Excepto en contadas ocasiones, prefiero no mantener ninguna interacción con el sujeto. Cuando la persona está en el escenario, creo que es bueno que exista cierta tensión e incomodidad».

Y, a pesar de ello, las fotografías de casting que Gregory captura con la Canon EOS 5D son de vital importancia para determinar el aspecto de sus imágenes finales. Solo se realizan dos tomas de cada modelo en la fase de casting: una frontal y otra desde un ángulo ligeramente lateral. El nivel de detalle que se muestra en las fotografías finales de gran formato de Gregory evidencia que las tomas de casting son clave para determinar cómo capturar mejor la esencia del sujeto. «La fotografía es intrínsecamente intensa y voyerista», afirma. «La interacción entre la cámara y el sujeto es primordial para mí. Hay una ligera sensación de vergüenza o de culpa en ello y es importante que sea así. La cámara es la excusa para explorar los rasgos de una persona en los que normalmente no indagarías».

«No me siento tan cómodo como puede parecer con la cámara», admite Gregory. «Pero la Canon EOS 5D se convirtió en una fantástica extensión, me encantó. Realizamos un gran número de tomas de producción con ella y se convirtió en una parte muy importante del proceso».

En busca del modelo perfecto

Esas muestras de incomodidad son una parte clave de lo que Gregory busca en sus posibles modelos. «Tiene que ver con el soporte: la fotografía es un momento congelado en el tiempo, así que hay que buscar algo que no se encuentre disponible de inmediato, algo que no sea demasiado literal u obvio. De un modo u otro, siempre busco esa intimidad con el momento».

El casting puede estructurarse, pero otras veces surge de forma espontánea. «Ya ha ocurrido que he visto a alguien por la calle y he pensado "tengo que inmortalizar a esa persona"», nos cuenta Gregory. Es entonces cuando Juliane los aborda y les pregunta si están interesados en participar en el proyecto.

Durante los últimos 25 años, su trabajo ha tenido lugar casi exclusivamente en el área de Massachusetts, lo que ha convertido a Gregory, tal y como él admite, en una «especie de figura conocida». El equipo trabaja a partir de una descripción de una página, los modelos aspirantes la leen y deciden si quieren aparecer en la fotografía o no. «A menudo me siento con ellos y les muestro algunos de sus libros», explica Juliane. «Muchas veces dicen "dios mío, pero si yo ya he visto antes estas fotos"».

Juliane es una figura constante para los modelos, ya que es la encargada de vincular el proceso del casting a la sesión fotográfica. «Soy la que los acompaña entre bastidores y me aseguro de que se sienten cómodos con lo que van a hacer», detalla. «Pero una vez que los dejo ante la cámara, desaparezco de la escena. A partir de ese momento, interactúan con Gregory a cierta distancia. Resulta revelador, lo que él ve en el paisaje y las personas está a otro nivel».

Ante la cámara con Gregory Crewdson

Una vez están con Gregory, los modelos se colocan en una escena, con una combinación de luz natural y artificial. «Sabemos qué va a iluminar la fuente de luz, dónde se van a colocar los modelos y qué llevarán puesto. Se trata de realizar sencillos ajustes técnicos relativos a la posición, como los hombros o la cabeza, por ejemplo. Pero casi no hay instrucciones», comenta Gregory.

Los cambios inesperados en esa visión tan específica, ya sea debido al tiempo meteorológico o a un casting poco satisfactorio, pueden suponer todo un reto durante la sesión fotográfica. Pero esos cambios también pueden ser lo que componga la imagen final, como desvela Gregory: «Trabajas muy duro para conseguir la imagen que tienes en mente y, finalmente, debes renunciar a ella y cambiarla por algo diferente, es entonces cuando surge la magia. Cuando tratas de representar algo que tienes en mente en el plano físico, siempre se producirá una decepción necesaria», reflexiona. «Aunque a veces ocurre que esa nueva realidad cobra vida por derecho propio y simplemente debes aceptarla en sus propios términos».

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