El aspecto Full Frame es el favorito de muchos cineastas, pero puede afectar a la visión creativa en sí. «Uno de los aspectos que más me gusta de usar un sensor Full Frame es que modifica de forma sutil nuestra manera de narrar visualmente las historias», indica el director de fotografía español Juan Luis Cabellos (AEC).
Juan Luis ha ido abriéndose camino en la industria, donde empezó trabajando como cargador en anuncios y vídeos musicales, y después como ayudante de cámara en documentales y en televisión. Se sigue inspirando en su trabajo previo en documentales y afirma que «viajar por todo el mundo fue una experiencia increíble e influyó en cómo comprendo la iluminación». En la actualidad, Juan Luis es un orgulloso miembro de la Asociación Española de Directoras y Directores de Fotografía (AEC) y graba anuncios y series de televisión.
Su última producción, una serie original de Amazon titulada El desafío: ETA, muestra la lucha entre la policía española y la organización separatista vasca ETA. En producciones de tan alto nivel, no hay lugar para los errores, por lo que Juan Luis debe tomar decisiones muy cuidadas sobre el equipo que usa. «Cuando se lanza un producto nuevo, busco cuáles son sus puntos débiles, ya que siempre intento conseguir la mejor imagen», afirma.
La primera vez que usó la EOS C500 Mark II de Canon, tres puntos destacaron inmediatamente: «el aspecto Full Frame, los archivos Cinema RAW Light y los objetivos Sumire Prime». Gracias a su sensor Full Frame 5,9 K, la capacidad de grabar en formato Cinema RAW Light a 12 bits o en XF-AVC 4:2:2 a 10 bits, y la compatibilidad con los objetivos con monturas EF y PL, esta cámara se convierte en una compañera increíble para la grabación de vídeo.
A partir de sus experiencias grabando con la EOS C500 Mark II, Juan Luis nos explica las ventajas prácticas y creativas de grabar en Full Frame.
Cómo afecta la grabación en Full Frame a la cinematografía
Calidad de imagen sin precedentes
Los sensores Full Frame llevan siendo durante mucho tiempo el pilar de las cámaras de fotos. No obstante, han llegado hace relativamente poco a las cámaras de cine, estableciendo nuevos estándares de calidad de imagen. Gracias a la captura de hasta 5,9K con grabación interna, la EOS C500 Mark II de Canon puede ofrecer imágenes repletas de detalles.
«Lo primero que me gustaría destacar es la calidad de imagen», nos cuenta Juan Luis. «Esta cámara ofrece colores interesantes llenos de matices, un rango dinámico amplio con un buen rendimiento tanto en iluminación baja como en iluminación brillante, además de una relación señal-ruido excelente. Me encanta que Canon comprenda la calidad de la imagen en todos los aspectos, no solo con respecto a la resolución, porque tenemos 5,9K y es espectacular, sino también en relación con la calidad de los píxeles. Es eso lo que para mí marca la diferencia».
La capacidad de capturar en 5,9K permite producir grabaciones en 4K sobremuestreadas para ofrecer un resultado muy nítido, a la vez que flexibilidad para recortar el fotograma y estabilizar las imágenes en posproducción. Grabar a 12 bits también proporciona degradados más suaves y un margen mayor para la manipulación de las imágenes en posproducción que hacerlo a 10 bits. «Este factor hace que la EOS C500 Mark II esté por encima de cualquier otra cámara de su gama», afirma Juan Luis.
Además de la calidad de los archivos, también le encantan el manejo y el tamaño de la cámara. «Me gusta trabajar con cámaras que me facilitan la vida», comenta riendo. «A nivel operativo, la cámara no puede ser más fácil de usar. Es ergonómica, cómoda de usar y tiene una interfaz sencilla. Se pueden personalizar muchos botones asignables y las herramientas de exposición y enfoque estandarizadas son sencillas».
Los filtros ND internos permiten configurar la exposición sin tener que realizar ajustes drásticos en la iluminación. Además, el tamaño compacto de la cámara permite utilizarla en una amplia variedad de situaciones, desde espacios pequeños como coches o ascensores, hasta montada en drones.
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Nuevas posibilidades creativas a partir de un cambio de perspectiva
Sin embargo, según Juan Luis, el formato Full Frame va más allá de estas consideraciones técnicas, ya que tiene un impacto destacable en la narración. «Hay una cambio interesante de perspectiva, porque las cámaras Full Frame requieren objetivos con una longitud focal más amplia para conseguir ángulos de visión equivalentes a Super 35 mm. Cuando trabajo con objetivos con una longitud focal más amplia, la profundidad de campo puede reducirse a bordes muy estrechos».
Juan Luis explica que esto permite que los cineastas dirijan la atención del público de una forma más precisa. Además, ayuda a enfatizar la sensación tridimensional, ya que tanto el primer plano como el fondo aparecen más difuminados que el sujeto.
«A menudo, lo más importante en una película o serie de televisión es lo que ocurre entre los personajes, por lo que el fondo es irrelevante», afirma Juan Luis. «Al trabajar con cámaras Full Frame, es muy sencillo difuminar el fondo para que la audiencia no se distraiga. Esto no solo enfatiza la historia, sino que mejora notablemente el proceso de narración».
Juan Luis se dio cuenta de esto al utilizar la EOS C500 Mark II para grabar un anuncio español en el que se cuenta la historia de una chica cuya abuela fallece. «En mi primera reunión con el director, nos pusimos de acuerdo en que teníamos que centrarnos en los personajes y estar cerca de ellos», nos cuenta. «Lo más importante era mostrar cómo sobrellevaban esa situación tan triste, por lo que los fondos estaban difuminados durante la mayoría del tiempo para fijar la atención del público en los actores».
«El sensor Full Frame me ayudó a conseguirlo de una forma más fácil que un sensor Super 35 mm. Creo que el uso de estos dos sistemas, Super 35 mm y Full Frame, depende del guion. Estoy convencido de que las técnicas cinematográficas deberían estar siempre al servicio de la historia».
En una cámara de cine Full Frame como la EOS C500 Mark II, el sensor más grande utiliza el área de la imagen completa de los objetivos Full Frame, por lo que proporciona un cambio de perspectiva y un campo de visión más amplio en comparación con el mismo objetivo montado en cámaras con sensores Super 35 mm, que recortan la imagen. Aunque esto requiere objetivos con una longitud focal más amplia para realizar recortes más ajustados en cámaras Full Frame, se compensa con creces al usar un gran angular, ya que los objetivos gran angular ofrecen su verdadera longitud focal sin necesidad de tener un factor de recorte, por lo que se convierten en objetivos ultra gran angular espectaculares.
Gracias a las monturas de objetivos EF y PL intercambiables, la EOS C500 Mark II de Canon puede utilizar una gran variedad de objetivos. Sin embargo, Juan Luis tiene sus favoritos. «Los objetivos Sumire Prime han sido un gran descubrimiento», confiesa. «Ofrecen una imagen cálida y suave con un contraste muy controlado».
Comparación de dos de las mejores cámaras cinematográficas
«En las series y la publicidad, uno de los aspectos más importantes que tener en cuenta son los primeros planos. Cuando el espectador mira una imagen, se centra en las caras, por lo que nuestro trabajo es que estas caras sean interesantes para la audiencia. Los objetivos Sumire Prime facilitan el trabajo, ya que muestran muy bien los tonos y las texturas de la piel».
A Juan Luis también le encanta la forma en la que los objetivos Sumire Prime crean destellos de luz circulares. «El bokeh difumina las luces en forma de círculo en el fondo», dice. «Como los objetivos Sumire Prime cuentan con 11 hojas, no se ve una forma geométrica, ya que las luces del fondo son círculos perfectos. Todo el mundo busca la personalidad adecuada para cada trabajo. Los objetivos Sumire Prime tienen su propia personalidad, y eso es algo muy bueno».
Flexibilidad en posproducción
Grabar en Full Frame implica aprovechar el sensor más grande para capturar el campo de visión completo de los objetivos Full Frame. Además, grabar a 12 bits te permite capturar un rango dinámico y un detalle tonal mayores, por lo que lo lógico es utilizar un formato de grabación que registre tanta información como sea posible. Al grabar con la EOS C500 Mark II, Juan Luis eligió el eficiente formato Cinema RAW Light de Canon, lo que le proporcionó una máxima flexibilidad en la posproducción. El formato Cinema RAW Light es una elección muy práctica, ya que ofrece todas las ventajas del procesamiento RAW, como los detalles en las luces y en las sombras, en archivos más pequeños.
A pesar de que Juan Luis siempre intenta capturar el aspecto o la sensación de su trabajo en el set, también aprecia tener más opciones a la hora de editar. «Trabajar con archivos Cinema RAW Light ofrece mucha libertad de acción, ya que el trabajo que se puede realizar en posproducción es mucho más amplio que con un códec procesado», afirma. «Permite intervenir de forma más precisa y detallada en la gradación del color con un margen de error mucho mayor».
«La calidad de los archivos es mucho más importante para mí que la resolución. En este caso, tenemos lo mejor de ambos mundos, una alta resolución y un códec excelente. Los archivos Cinema RAW Light a 12 bits marcan una diferencia notable. Los códecs más pequeños se quedan sin opciones».
«Si estás buscando colores y tonos de piel atractivos, un rango dinámico amplio y una buena ergonomía, entonces la EOS C500 Mark II de Canon es la cámara perfecta para tus producciones», concluye Juan Luis. «Y, por supuesto, en combinación con los objetivos Sumire Prime, es perfecta para crear imágenes increíbles».