Los coches de carreras de élite pueden pasar junto al fotógrafo a más de 300 kilómetros por hora, de modo que la dificultad residió en mantener el enfoque de la cámara mientras el coche de Alonso se acercaba, pasaba y se iba a alta velocidad. Ante esa situación, entraron en juego los puntos de AF ampliado y el seguimiento de AF de la EOS-1D X Mark II, una cámara capaz de disparar 14 fotogramas por segundo perfectamente nítidos con seguimiento de AF/AE completo. Frits fijó el enfoque en el coche y la cámara no lo perdió.
Utilizó un objetivo EF 300mm f/2.8L IS II USM de Canon, a pesar de tener otros objetivos de 8 mm a 800 mm, para estar listo para todo: desde acción en primer plano hasta imágenes atmosféricas panorámicas. Y qué mejor imagen que esta fotografía del coche conduciendo sobre la pista en la oscuridad con las luces rojas.
«No hay una segunda oportunidad», asegura Frits. «Siempre intento captar algo diferente, pero eso no es fácil en la Fórmula 1, ya que la calidad de los fotógrafos es muy alta. Aunque también hay que tener suerte. Estaba concentrado en lo inusual de la oscuridad y de la luz roja trasera del coche. No me esperaba los "semáforos" rojos. Cuando los encendieron, se creó un ambiente mágico».