ARTÍCULO

Rugby en la cima del mundo: grabar un récord mundial en el Everest con la EOS C200 de Canon

A Canon EOS C200 camera in front of ice and snow at Mount Everest's South Base Camp in Nepal.
Cuando Sam Tongue, realizador de documentales y productor de World Rugby TV, recibió el encargo de grabar dos intentos de récord mundial de rugby en el Everest, su experiencia grabando en entornos extremos le decía que la EOS C200 de Canon 4K sería la cámara ideal. © Sam Tongue

Los 16 jugadores de rugby celebraron el pitido final. Sin embargo, este no era un partido cualquiera; lo habían jugado en un glaciar nepalí a 6331 metros sobre el nivel del mar, a la sombra del imponente monte Everest. El exhausto equipo celebraba haber batido el récord mundial del partido de rugby jugado a mayor altitud de la historia.

Allí estaba, para capturar toda la acción del Everest Rugby Challenge, el realizador de documentales y productor de World Rugby TV Sam Tongue. No es la primera vez que trabajaba en entornos difíciles. En 2015 ya grabó el partido de rugby más septentrional de la historia en el polo norte magnético, en Canadá. Para su última expedición récord, Sam eligió la cámara con la que sabía que podría contar en condiciones extremas, la EOS C200 de Canon, así como dos objetivos cine Canon: un CN-E18-80mm T4.4 L IS KAS S y un CN-E70-200mm T4.4 L IS. Su vídeo entre bastidores (más abajo) y la siguiente entrevista ilustran algunos de los desafíos a los que se enfrentó durante el viaje.

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Hasta que no se involucró de lleno en el proyecto, Sam no se percató de a qué se enfrentaba: un viaje de 24 horas para filmar dos intentos de récord mundial en el Himalaya para World Rugby TV, donde las temperaturas extremas pondrían su equipo al límite y la altitud amenazaría con provocarle mal agudo de montaña en cualquier momento.

«Era una de esas situaciones en las que dices que sí, pero no te das cuenta de la realidad hasta más tarde», cuenta. «Cuanto más se acercaba, más me costaba conciliar el sueño. Sientes mucha responsabilidad cuando eres la persona encargada, a efectos oficiales, de capturar el metraje que certificará dos récords mundiales. El otro factor limitante era que solo estaba yo, un único cámara, y [comprendiendo los riesgos] no sabía si lo conseguiría».

Sam se enfrentó a este reto físico y mental junto a 26 compañeros de equipo, entre ellos los jugadores de rugby profesionales Lee Mears, Ollie Phillips, Shane Williams y Tamara Taylor. El grupo buscaba establecer dos récords mundiales: el del partido de rugby de contacto total a mayor altitud y el del partido de rugby touch a mayor altitud de la historia. Además, al hacerlo recaudarían dinero para Wooden Spoon, una ONG fundada por profesionales del rugby que ayuda a niños desfavorecidos y discapacitados.

Colourful prayer flags at Mount Everest's South Base Camp in Nepal.
El equipo ascendió hasta el campamento base sur para el primer intento de récord mundial: un partido de touch rugby a 5119 m de altitud. © Sam Tongue
Filmmaker Sam Tongue holds a Canon EOS C200 video camera in front of Mount Everest.
El cineasta Sam Tongue asegura que apenas durmió pensando en el reto. «Era una de esas situaciones en las que dices que sí, pero no te das cuenta de la realidad hasta más tarde», cuenta. © Sam Tongue

Elegir el equipo adecuado

Rodar un documental de dos partes sobre el Everest Rugby Challenge en uno de los entornos más hostiles del planeta siempre iba a ser una empresa formidable, pero la experiencia previa de Sam trabajando a temperaturas bajo cero le sirvió para saber la importancia que tiene llevar el equipo adecuado.

«Si todo el mundo tiene que andar esperando al cámara, no vas a hacer amigos», comenta. «Necesitaba un equipo que no me hiciera quedarme atrás. La idea estaba en hacerlo lo más ligero posible, pero manteniendo la calidad y el aspecto generales que buscaba».

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La compacta EOS C200 de Canon ofrecía a Sam una solución modular con la máxima flexibilidad en el terreno, además de un micrófono de calidad con alimentación phantom y un conector XLR. «El visor integrado fue crucial para poder llevar el equipo mínimo e imprescindible; al quedarte con lo esencial de la EOS C200 de Canon, el peso es genial, y si le quieres añadir cosas, el visor EVF-V70 de Canon es una gran solución».

«Con lo mínimo y usando objetivos CN-E de Canon, puedes sostener la cámara en la palma de la mano, y resultaba los suficientemente cómoda para una caminata de más de 10 horas diarias».

Descubrió que los objetivos CN-E18-80mm T4.4 L IS KAS S y CN-E70-200mm T4.4 L IS de Canon tenían una importante ventaja ante el frío en comparación con los que usa habitualmente. «La diferencia de contar con un gran anillo de enfoque, un gran anillo de zoom y un gran control del iris se nota: no tienes que quitarte los guantes». «Soy un converso convencido a los objetivos CN-E de Canon por su nivel de control. Hasta puedes añadir un zoom eléctrico si quieres. Esta era la pieza del equipo que más me interesaba».

A player's-eye-view from the playing field of a try being scored on a snowfield with rocky peaks rising from the snow behind.
A pesar del aire enrarecido, la EOS C200 de Canon de Sam le resultó suficientemente ligera como para permitirle participar en la acción y capturar un ensayo desde el punto de vista de un jugador durante el partido de rugby de contacto total jugado a mayor altitud de la historia (6331 m). © Sam Tongue

Combatir el frío en la cima del mundo

El viaje del equipo comenzó con una caminata de ocho días hasta el campamento base sur del monte Everest, donde convivieron durante seis días y donde celebraron el primer intento de récord mundial: el partido de touch rugby a mayor altitud de la historia (5119 m).

La EOS C200 de Canon cuenta con un excepcional rango de temperaturas de funcionamiento aproximado de entre –5 °C y 45 °C a una humedad relativa del 60 %. Sin embargo, rodeado de hielo y nieve, Sam tenía que asegurarse de protegerse tanto a sí mismo como a su equipo de las bajísimas temperaturas. Para poder acceder a todos los ajustes de la cámara, Sam llevaba unos guantes que le permitían usar la pantalla táctil y los botones por igual. La clave estaba en la preparación: «Se trata de asignar los ajustes adecuados a los botones que tienes más a mano y que resultan más cómodos», afirma Sam. «Lo haces para asegurarte de que no tendrás que quitarte los guantes para acceder a los menús».

A black and white shot of rugby players celebrating.

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Mantener el equipo cálido y seco era tan importante como protegerse las manos. Según cuenta Sam: «Cuando no estaba usando la cámara, es tan pequeña que la metía en la bolsa, y la bolsa cuenta con calentador de manos». También descubrió un método sorprendentemente mundano para proteger la cámara de los efectos del helado viento mientras la usaba: «Si utilizas un protector antilluvia de toda la vida, también sirve de cortavientos», aconseja.

«Y lo que se dice sobre mantener las baterías calientes es importante: se agotan mucho más rápido a bajas temperaturas. Duermes con las cosas más importantes dentro del saco; yo dormía con 13 baterías».

Al trabajar en un lugar tan remoto, Sam no tenía cómo recargar las baterías ni vaciar las tarjetas de memoria, lo que afectó a sus decisiones técnicas. Para ser exactos, tuvo que limitar la cantidad de datos que generaba. «Dado que el metraje se emitiría en HD de todas formas, decidí no grabar exclusivamente en 4K», revela. «Combiné el 4K con Cinema RAW Light y grabación interna en 8 bits». Se decantó por el 4K debido a las dos ventajas que ofrece: la capacidad de reencuadrar en posproducción y la de hacer planos más amplios.

A Canon EOS C200 camera set up on a tripod to film a rugby match in the shadow of a snow-covered mountain.
Los filtros ND incorporados de la EOS C200 de Canon resultaron útiles para combatir los reflejos de tanta nieve blanca y brillante, sobre todo al grabar en gran angular para acomodar la acción del campo de rugby improvisado con la imponente montaña de fondo. © Sam Tongue
A Canon EOS C200 video camera on a rock.
«El visor integrado fue crucial para poder llevar el equipo mínimo e imprescindible», asegura Sam. Al quedarte con lo esencial de la EOS C200 de Canon, el peso es genial, y si le quieres añadir cosas, el visor EVF-V70 de Canon es una gran solución». © Sam Tongue

Filtros ND incorporados y AF Dual Pixel CMOS

A la hora de capturar la pura escala de aquel paisaje, resultó increíblemente útil reducir la abertura del objetivo y aprovechar los filtros ND incorporados de la EOS C200 de Canon. Dada la enorme cantidad de nieve brillante, mantener una buena exposición siempre iba a ser un reto. Para asegurarse de capturar el máximo rango dinámico en semejantes condiciones de alto contraste, Sam disparó únicamente en Canon Log y aprovechó los filtros ND incorporados para maximizar la profundidad de campo.

«Incluso con los seis pasos de ND incorporados, cuando el reflejo de la nieve llega al objetivo, sigue siendo mucho brillo», explica. «Es cuestión de mantener el iris tan cerrado como puedas. Si puedes, disparas en T11, y en esta situación hay mucha luz».

Para ver claramente lo que grababa con tanta luz, Sam se cubría el ojo con el visor integrado o, al ampliar el equipo, con el visor EVF-V70 de Canon conectado y alimentado por la cámara. «Es un visor electrónico estupendo», asegura. «La capacidad de añadirlo al equipo y equilibrarlo bien me permitió hacer tomas mucho mejores».

Al grabar tanto la caminata como la frenética acción del partido de rugby, la tecnología AF Dual Pixel CMOS de la EOS C200 de Canon brilló con luz propia. El enfoque automático de más del 80 % del encuadre, tanto en horizontal como en vertical, ayudó a Sam a mantener un enfoque nítido. Donde más se nota es en las tomas en gran angular. «Como cámara, es crucial entender cuándo conviene recurrir al AF», afirma Sam. «Al usar el equipo básico y disparar a 18 mm, cuesta mucho distinguir si las cosas están enfocadas; por eso grabé algunas de las secuencias andando con el enfoque automático».

Además de capturar la emoción y las tomas de acción, Sam también empleó su tiempo en rodar escenas creativas, como grabaciones en time-lapse de nubes rodeando las montañas o secuencias a cámara lenta: planos recurso muy prácticos para el posterior montaje. «Puedes enfocar la combinación de tomas de muchas formas», dice. «A mí me gusta mucho que haya movimiento en las tomas, y una buena forma de conseguirlo es usar la cámara lenta. Con la experiencia aprendes a encarar lo que pasa a tu alrededor de la mejor forma, y sabes cuál es la opción más creativa».

A pesar de que la expedición trataba del viaje en sí, lo importante era el destino. El segundo intento de récord mundial tuvo lugar en el glaciar este de Rongbuk, la vía de entrada a la cara norte de la montaña y probablemente el punto más alto del planeta con suficiente espacio para montar un campo de rugby de tamaño completo. Los 16 jugadores pelearon contra nieve que les llegaba por las rodillas, hielo glacial y una altitud extrema por la recompensa definitiva: establecer el récord mundial del partido de rugby celebrado a mayor altitud de la historia, a 6331 m en pleno Everest.

Escrito por Jack Everitt


El equipo de Sam Tongue

El equipo clave que utilizan los profesionales para grabar sus vídeos

Filmmaker Sam Tongue holds a Canon EOS C200 cinema camera on his shoulder fitted with a Canon CN-E18-80mm T4.4 L IS KAS S lens.

Cámaras

Canon EOS C200

Una cámara compacta y versátil de alto rendimiento para una amplia gama de fotógrafos que buscan captar imágenes 4K 50P nítidas. «Me permitía llevar un equipo compacto, pero ampliable si hacía falta», declara Sam.

Objetivos

Canon CN-E18-80mm T4.4 L IS KAS S

El CN-E18-80mm T4.4 L IS KAS S de gran formato de Canon ofrece funciones cine-servo de alto nivel, como zoom servo y enfoque muy suaves a un precio asequible.

Canon CN-E70-200mm T4.4 L IS

Objetivo cine-servo con características de alta gama y un zoom preciso y suave: nuevas opciones para profesionales. «Soy un converso convencido a los objetivos CN-E de Canon por su nivel de control».

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