Mis tres sesiones favoritas: Kid Circus sobre el contenido que forjó su carrera

En el mundo en constante evolución de la fotografía de moda, donde el arte y la imaginación se fusionan, no es oro todo lo que reluce. Los productos finales pueden ser trabajos editoriales etéreos y atractivas campañas de alta costura, pero la historia detrás de las sesiones puede ser tan increíble como las propias creaciones.

Kid Circus es un fotógrafo que valora mucho las personas delante y detrás de la cámara. Cuando escuchas sus intensas historias sobre el ambiente detrás de las sesiones, no es de extrañar que las imágenes resultantes estén llenas de personalidad.

«Creo que tienes que recordar que es un sector pequeño», afirma. «Me parece que mucha gente lo olvida. Pero si trabajas bien con los demás y tienen una buena imagen de ti, es más probable que te recomienden a otra gente». Y lo que es más importante, afecta a la calidad de las imágenes que haces.

Retomando sus consejos sobre moda y belleza de la serie de aprendizaje de Canon en YouTube, le pedimos a Kid que compartiera su trayectoria en la fotografía de moda, así como las sesiones que él considera más memorables y que le convirtieron en el fotógrafo que es a día de hoy. También nos cuenta cómo le inspira todo lo que hay detrás de las imágenes brillantes y cómo le da vida a los elementos que él considera más importantes.

A pesar de ser un fotógrafo de moda, Kid ha trabajado con dos marcas de alimentos y considera el segundo encargo uno de los más memorables. «Fue con una persona que se dedicaba a la cocina», explica. «Fundó una empresa de comida preparada basada en sus viajes por el mundo». Durante un cambio de marca, pasó de usar las bolsas funcionales de papel marrón a colores primarios brillantes y un diseño gráfico atractivo, y necesitaba nuevas fotografías que lo acompañasen. «Me encontró en las redes sociales después de ver la sesión que hice para otra marca de alimentos el año anterior». El porfolio de moda de Kid, con su incipiente experiencia en fotografía gastronómica, lo convertían en la elección perfecta para un encargo en el que la moda y la gastronomía se unían.

En las sesiones de moda, el director artístico o el cliente a menudo toman la iniciativa en la dirección creativa. «Lo que me gustó de este encargo es que no solo me veía como un fotógrafo, sino que realmente confió en mí para la dirección creativa», explica Kid. «La única instrucción que me dio fue que quería que fuese como un entorno de la vida real».

Kid entendió de inmediato lo que el cliente quería. «Vi algunos bocetos que hizo y supe de inmediato qué diseñadoras de set recomendarle: las Set Sisters», afirma. «No solo se trataba de fotos de productos de la propia comida y los platos, sino de modelos interactuando con la comida. Quería que todo el mundo pareciese estar pasando una noche genial con sus amigos, aunque realmente estuviesen en un set colorido con trajes hechos a medida».

Dos sets y muchos modelos después, apuntaba a convertirse en una de las sesiones favoritas de Kid, aunque tuvo sus desafíos. «Era un estudio más adecuado para la fotografía gastronómica y de bodegones», afirma. «Lo que necesitábamos era un gran estudio blanco con un set de estudio en una parte y otro en otra, de modo que pudiéramos alternar entre los dos». En cambio, el equipo tuvo que fotografiar en un set y luego rediseñarlo para la segunda "escena" con seis modelos, un estilista gastronómico, el técnico de iluminación con su equipo de tres personas, un maquillador, un estilista, Kid, dos asistentes de estudio y el videógrafo.

Pero el tamaño del equipo fue, en parte, lo que Kid considera una lección fundamental de aquel día. «Es una de esas situaciones con mucha gente en el set donde realmente necesitas que todos colaboren», afirma. «Basta con que una persona esté de mal humor para arruinar el ambiente en el set o lastrarte de maneras de las que no te das cuenta hasta que no has terminado. Y a pesar de la cantidad de gente que había, todo el mundo trabajó de maravilla y el resultado fue increíble».

«Esta sesión fue para una marca de zapatos española», relata Kid sobre su segundo encargo más memorable. «Habían visto un trabajo editorial que hice en los acantilados Seven Sisters de Sussex hacía unos años y decidieron que querían hacer una sesión de fotografía de marca en el entorno de un paseo marítimo inglés».

Se mandaron las muestras de moda desde España y la productora contrató a una modelo consolidada y con experiencia. «Había tenido una carrera muy exitosa en los 90 y principios de la década de los 2000, y era perfecta para este encargo», afirma. «Lo teníamos todo organizado».

Pero a pesar de tener las mejores intenciones y unos planes bien definidos, el día no empezó bien. «Atravesamos Londres para recoger a la modelo y descubrimos que no estaba ahí: se había equivocado de día y estaba a dos horas de Londres, algo por lo que se disculpó repetidamente».

El cliente tenía una fecha límite muy justa, por lo que Kid y su equipo tenían que apañárselas como pudieran. La modelo también iba a encargarse del vestuario, por lo que habían perdido una modelo y su armario a la vez. Kid tenía contacto con muchas modelos, pero con un margen tan corto, las opciones eran limitadas. «Miré a mi productora, Ari, y le dije que tal vez podía hacer ella de modelo», comenta Kid. Medía 30 centímetros menos que la modelo, pero aceptó. «Fuimos al sitio más cercano al que podíamos ir para comprar ropa decente, un centro comercial en Kingston, gastamos 700 £ en ropa y nos fuimos pitando a Sussex».

La tercera historia de Kid no trata de calamidades y triunfos. «Fue una de esas sesiones en las que todo encaja a la perfección», afirma. Era su segundo encargo de belleza, 18 largos meses después del primero.

«Había contactado con un maquillador increíble que conocía a un estilista muy bueno y se nos ocurrió esta idea de crear peinados muy esculpidos para esta sesión de belleza», explica. «El maquillador consiguió una modelo de una agencia muy importante, alguien con quien nunca me habría imaginado trabajando».

Pero no era solo el talento, era todo el equipo en el set el que hizo que esta sesión destacara. «El trabajo en equipo en esta sesión fue increíble», afirma Kid. «Todos trabajamos muy bien juntos. Teníamos una modelo mucho más expresiva de lo que pedíamos. Los peinados, el maquillador y la modelo, estos tres elementos combinaron muy bien aquel día y creo que se vio reflejado en los resultados. Fue muy difícil elegir las mejores fotografías».

Las imágenes resultantes han llamado tanto la atención que siguen dándole encargos a Kid. «Esa sesión me consiguió un encargo con una marca de moda y suscitó interés por otros trabajos», afirma. «Cada vez que publico esas imágenes, la cantidad de comentarios que recibo es asombrosa».

En esta sesión, la principal lección no fue superar los desafíos, sino la importancia de trabajar con el equipo correcto. Para Kid, forma parte de la experiencia de aprendizaje. «Cuando te rodeas de gente muy buena en lo que hacen, te dan ganas de mejorar aún más», afirma.

En conclusión, para Kid no solo importa el equipo: son las personas y la actitud correcta lo que necesitas para tener éxito en el mundo de la fotografía de moda y belleza.

Para obtener más inspiración y consejos de Kid Circus y otros creadores de contenido, consulta la lista de reproducción de la serie de aprendizaje de Canon Europe en YouTube.