La industria de la moda ha recorrido un largo camino desde la era de las supermodelos de los 80 y 90. Por aquel entonces, la gran mayoría de las modelos eran delgadas, jóvenes y blancas, salvo raras excepciones, como es el caso de Naomi Campbell, que en 1987 se convirtió en la primera modelo británica de color en aparecer en la portada de la revista «Vogue», o Sophie Dahl, quien debutó en las pasarelas en 1997 cuando aún usaba una talla 38. En los últimos años, hemos podido ver cómo ha aumentado la presencia de modelos de color y tallas grandes en este sector, así como modelos de diferentes edades e identidades de género, con discapacidades o afecciones en la piel, o que dejan al descubierto sus cicatrices y muestran su vello corporal.
Pero, ¿es posible que esta tendencia no sea más que una moda pasajera? ¿O quizás nos encontramos ante un proceso de transformación cultural que empuje a la industria de la moda y la belleza a ser más inclusiva? A fin de expandir el tema sobre «body positivity» y fotografía que tratamos en uno de los episodios del podcast Shutter Stories, decidimos hablar con el embajador de Canon Javier Cortés, la fotógrafa Linda Blacker y la modelo de tallas grandes Enam Asiama acerca de sus experiencias y opiniones.
Sigue escuchando la conversación en este episodio del podcast Shutter Stories de Canon:
¿La fotografía de moda es cada vez más inclusiva?
¿Qué significa para vosotros el concepto de «body positivity» y cuál es el principal catalizador de este movimiento?
Según comenta Enam Asiama: «Para poder hablar sobre el concepto de "body positivity", es importante comprender que sus orígenes se remontan al movimiento de aceptación de la gordura de finales de los 60. Este movimiento buscó desafiar los prejuicios médicos y legales hacia las personas gordas, y que la gente compartiera sus experiencias de forma auténtica. Desde entonces, hemos experimentado un cambio de actitud que nos ha llevado a debatir sobre distintos tipos de imagen corporal».
«Como fotógrafa, creo que es un movimiento profundamente inspirador», afirma Linda Blacker. «A las personas siempre se les ha impuesto cuál debe ser el ideal de belleza, pero si analizas las diferentes culturas a lo largo de la historia, verás que estos estándares siempre han sido muy distintos. Es un detalle que me ha ayudado a ver el mundo desde una perspectiva más realista».
¿Tienes un equipo de Canon?
«Antes, la clase de modelos que podías observar en la industria de la moda solo representaban a un porcentaje muy pequeño de la sociedad», comenta Javier Cortés. «Creo que la gente esperaba una revolución y eso precisamente lo que está pasando, ¡por fin! Pero a medida que el movimiento ha ido creciendo, las marcas se han apropiado de él para comercializarlo. Creo que se ha convertido en una estrategia de marketing y ha perdido parte de su identidad, que consistía en la inclusión y la ausencia de prejuicios, sin importar la edad, el color, el género ni cualquier otra característica».
¿Son culpables algunas marcas de subirse al carro del movimiento «body positivity»?
«Para mí es muy importante trabajar con fotógrafos que entienden quién soy realmente», comenta Enam. «En mi caso, no tengo la impresión de se aprovechen de mi trabajo. A veces Linda me pide que busque ideas o sugiera qué otra clase de modelos podrían participar en la sesión fotográfica. De esta forma no me siento presionada por ser la única representante de este colectivo. A las marcas solo les gusta escoger a una única persona, y ese es su principal problema. No es más que pura fachada».
«Siempre que haya dinero de por medio, intentarán sacarle partido», argumenta Linda. «El sector de la belleza es una industria multimillonaria. No obstante, el hecho de que cada vez sea más inclusivo es algo beneficioso, independientemente de cuál sea el motivo».
«No veremos un verdadero cambio de actitud por parte de las marcas hasta que no haya más diversidad tras las cámara. Cuando trabajo con Enam, me doy cuenta de que es una persona realmente creativa y comprometida. Gracias a ella, aprendo mucho sobre lo que significa la representación y la diversidad. No podría hacer nada de lo que hago sin su ayuda».
«En cualquier caso, se trata de un cambio positivo para la sociedad, aunque ojalá se debiera verdaderamente a los valores que representa», añade Javier.
¿Afecta esta filosofía de inclusividad a la forma de fotografiar o editar más allá de la elección de un tipo de modelo?
«Respecto a la iluminación, yo no hago nada diferente, y lo cierto es que no soy partidario de realizar muchos retoques», comenta Javier.
«Yo tampoco retoco las imágenes de personas, aunque la posproducción sigue siendo una parte esencial de mi trabajo», afirma Linda. «A veces tengo la impresión de que la gente cree que una cosa lleva a la otra, pero no es así. Algunos de mis proyectos de edición más creativos los he realizado con Enam. Cualquier tipo de cuerpo o persona a la que le guste posar frente a una cámara encaja con mi trabajo. Aunque mi estilo es uniforme, cada foto que realizo posee un concepto distinto. Lo más importante es hacer que la diversidad esté presente en todos mis proyectos, y no solo de forma puntual».
El equipo para fotografía de moda de Jaroslav Monchak
Según comenta Enam: «Cuando se trabaja con modelos que no se ajustan a los cánones de belleza establecidos, hay que intentar que se sientan cómodas frente a la cámara. Durante las sesiones fotográficas, Linda siempre se asegura de que todo el mundo esté a gusto. Solemos hablar sobre los pies de foto, las historias que queremos contar o simplemente los lazos que forjamos».
¿Vuestro apoyo al movimiento «body positivity» ha tenido alguna repercusión negativa a nivel profesional?
«No», comenta Javier. «Aunque a veces los clientes no han estado de acuerdo con las modelos que he escogido y me han pedido otras opciones, o simplemente han repetido el casting ellos mismos. En mis proyectos personales, trato de fotografiar a personas que no suelen tener presencia en esta industria para así poder contar otras historias importantes. Por ejemplo, una vez Canon me pidió que realizara una serie de fotos inspiradas en cuadros. Gracias a este proyecto logré captar la belleza de modelos de tallas grandes o avanzada edad que la industria de la moda seguramente hubiese rechazado».
«No dentro del propio sector», afirma Linda. «Pero recuerdo que, tras una sesión fotográfica de lencería alternativa con modelos como Enam, la escritora y activista transgénero Juno Dawson y la defensora de los derechos de los discapacitados Imogen Fox, sí que hubo algunos comentarios negativos en Twitter. Aun así, el proyecto tuvo muy buena acogida. Cómo fotógrafa, me resulta muy fácil olvidar el móvil e ignorar los comentarios. Para Enam y el resto de modelos que protagonizan las imágenes, es totalmente distinto. Para mí es muy importante que las modelos estén contentas con lo que han creado y vivan una experiencia positiva».
«Todos los días tengo que aguantar comentarios absurdos en Instagram», comenta Enam. «Son gajes del oficio. A veces simplemente me hacen gracia, pero otras me afectan bastante. Y respecto a la industria, siempre noto esa sensación de ansiedad constante. Al ser una de las pocas personas que se dedica a esto, te das cuenta de que estás en una posición muy complicada y de que compartir tu opinión sobre algo puede amenazar tu carrera. Los métodos y programas de orientación y asesoramiento pueden ser de gran ayuda para muchas modelos».
¿De qué forma ha ayudado la adopción de un enfoque inclusivo en el mundo de la fotografía a impulsar un cambio de actitud o a reforzar la confianza de la gente?
«Hace un tiempo organicé una sesión fotográfica con la escritora y mentora personal, Michelle Elman», comenta Linda. «Se trató de un proyecto en el que solo aparecían modelos asiáticas de tallas grandes y contó con la cobertura de numerosos medios de todo el mundo, como Glamour o Buzzfeed, entre otros. La gente comentó que nunca había visto algo así. Fue algo muy positivo. Lo que más me alegra es ver que la gente se siente representada. Además, también me encantó poder apoyar el trabajo de Michelle, que también es una mujer asiática de tallas grandes. Aunque no son muy frecuentes, los comentarios negativos siempre están ahí, pero también hay mucha gente a la que le gusta lo que hacemos y nos apoya».
«Muchas personas que conozco me comentan que por fin se ven más representadas», afirma Javier. «Creo que Instagram y las redes en general han contribuido a ello gracias a la posibilidad de encontrar otras referencias».
¿Cómo evolucionará en los próximos años la percepción que se tiene del movimiento «body positivity»?
«En cierto modo, está evolucionando a un ritmo vertiginoso», asegura Javier. «Últimamente, he notado cierto cambio en las campañas publicitarias y en el tipo de modelos que suelen emplear las agencias».
«Me gustaría que las marcas apoyaran la presencia de una mayor diversidad tras las cámara y en su conglomerado empresarial para que así las campañas sean más auténticas y no algo testimonial», explica Linda. «Estoy convencida de que esto será verdaderamente lo que impulse el cambio en la industria».
«Durante la campaña "The Gucci Beauty Glitch" tuve la oportunidad de trabajar con el fotógrafo discapacitado David Hyde», comenta Enam. «Fue fantástico poder estar en un set en el que todo el mundo tenía alguna peculiaridad, aunque es algo que nunca hubieses sabido de no haberte informado previamente. Miro hacia el futuro con optimismo. Creo que una vez que se empieza a tener en cuenta la inclusividad en la fotografía, se desafía el status quo. No obstante, es un detalle que exige responsabilidad, consistencia y respeto por el factor humano».