«Desde mi experiencia como periodista de documentales, estoy acostumbrada a capturar lo que tengo delante», confiesa la fotoperiodista Ilvy Njiokiktjien. «Por eso, al realizar retratos, tuve que acostumbrarme a pedirle a las personas que se pusieran en una determinada postura porque no estaba habituada a dirigir de esa forma. Es fundamental que el retrato se adapte a la historia que quieres contar, pero me costó hacerlo durante mucho tiempo». Imagen tomada con una EOS R5 y un objetivo EF 35mm f/4L USM (al que ahora sucede el EF 35mm f/4L II USM) con un adaptador de montura EF-EOS R con anillo de exposición de Canon, con una configuración de exposición de 1/500 s a f/4 e ISO 800. © Ilvy Njiokiktjien
¿Cómo distingues a un fotógrafo de retratos de uno de documentales? A primera vista puede parecer evidente, pero, en realidad, los límites entre los dos géneros suelen ser difusos. Documentar historias suele incluir fotografiar a personas, mientras que el objetivo de muchos fotógrafos de retratos es contar la historia de un sujeto.
Para examinar dónde se entrecruzan ambos géneros, la embajadora de Canon y fotoperiodista Ilvy Njiokiktjien se ha reunido con tres fotógrafos del mundo de los documentales y los retratos: Laura El-Tantawy, una fotógrafa documental y embajadora de Canon que divide su tiempo entre Londres y El Cairo; la embajadora de Canon Helen Bartlett, una fotógrafa familiar de Londres cuyas imágenes suelen estar influenciadas por los documentales, y James Musselwhite, un fotógrafo de retratos de estudio que también está afincado en el Reino Unido.
Entre todos ellos, abarcan los umbrales de ambos géneros, por lo que son la opción ideal para hablar sobre las similitudes y diferencias entre ellos. Como fotografían con el sistema EOS R, también están preparados para comparar cómo la tecnología de Canon les ayuda a rendir en cada género.
Esto es lo que ocurrió cuando los documentales y los retratos se unieron.