«El color puede intimidar a algunas personas, por eso me gusta empezar con colores con los que se sienten cómodos e introducir elementos que nunca se podrían haber imaginado», comenta James Musselwhite. «Me encanta cuando un cliente ve una imagen y me dice que nunca habría pensado que eso podía funcionar. Eso demuestra que han confiado en mí para llevar algo un paso más allá». Imagen tomada con una cámara Canon EOS R6 y un objetivo Canon RF 24-105mm F4L IS USM a 93 mm, con una configuración de exposición de 1/16 400 s a f/5 e ISO 2500. © James Musselwhite
Una puesta de sol dorada en un paisaje romántico, un poco de pintalabios, una llamativa exhibición del plumaje... todos podemos darle un significado al color de una escena. Junto con la iluminación, el color es uno de los elementos más importantes y poderosos de las fotografías y los vídeos. Cuando se usa de una manera habilidosa, puede evocar emociones y energía, reflejar el estado de ánimo y darle una narrativa a las imágenes.
Pero el color no solo consiste en elegir un conjunto o un fondo brillantes. ¿Cómo puede usarse de manera armoniosa o hacer que contraste para narrar una historia? ¿Y cómo ayudan las técnicas y la configuración de la cámara a captar los sujetos con precisión? En este artículo, vamos a basarnos en la experiencia de tres fotógrafos profesionales que nos cuentan por qué las decisiones con respecto a los colores siempre tienen que ver con la historia.