El formato Cinema RAW Light de Canon, que se introdujo con el lanzamiento de la Canon EOS C200 y también está disponible en la EOS C500 Mark II, la EOS C300 Mark III, la EOS R5 C y la EOS C70 (mediante una actualización de firmware), reduce el tamaño del archivo sin sacrificar la calidad de imagen.
Cada vez son más los realizadores que ven la luz. Hablamos de Cinema RAW Light, el formato de archivo RAW compacto desarrollado por Canon que permite a los creativos conseguir resultados imposibles con otros códecs.
La grabación en RAW ofrece más opciones en posproducción, aunque en el pasado el formato de archivo resultaba difícil de adoptar. El formato Cinema RAW Light de Canon, presentado por primera vez en el lanzamiento de la cámara de vídeo EOS C200, hace que usar el formato RAW sea más rápido y fácil que nunca.
La grabación RAW garantiza un control óptimo de la calidad de la imagen y permite tomar decisiones creativas y técnicas más adelante en posproducción. Anteriormente, esta flexibilidad venía ligada a grandes tamaños de archivo, lo que convertía el almacenamiento y la transferencia de archivos RAW 4K en la localización y en la sala de edición en todo un reto.
El formato Cinema RAW Light de Canon palia este problema, ya que ofrece una reducción importante en el tamaño del archivo sin sacrificar la calidad de imagen o las opciones de gradación y composición. También incluido en la EOS C500 Mark II, la EOS C300 Mark III, la EOS R5 C y la EOS C70 de Canon, el formato Cinema RAW Light permite a los cineastas conseguir el rango dinámico más amplio del sensor de la cámara en un archivo que tiene entre un tercio y un quinto del tamaño de un archivo Cinema RAW estándar.
«El formato RAW asusta mucho a la gente porque piensa que es difícil de manejar, pero no es así», afirma el cineasta de publicidad Brett Danton, defensor del formato Cinema RAW Light. Ollie Kenchington, director de una galardonada agencia de producción cinematográfica corporativa y reconocido experto mundial en técnicas de gradación de color, comparte su misma opinión. «Desde un punto de vista cromático, Cinema RAW Light es un códec fabuloso. La cantidad de datos que contiene es asombrosa. Y no solo eso, sino que también hace poco uso de la CPU, lo que permite reproducir el contenido fácilmente. Son dos detalles con los que sueña cualquier profesional: cientos y cientos de datos lo suficientemente ligeros como para editarlos en un portátil».
La Canon EOS C500 Mark II integra un procesador de imagen DIGIC DV 7, que permite grabar en formato Cinema RAW Light de forma interna en 5,9K y a hasta 2,1 Gbps con tarjetas CFexpress 2.0 Type B. Usando las mismas tarjetas la grabación interna de la Canon EOS C300 Mark III da para unos 64 minutos de vídeo DCI de 12 o 10 bits en 4K a 1 Gbps en una tarjeta de 512 GB.
La Canon EOS R5 C añadió tres nuevas opciones de grabación en Cinema RAW Light, mientras que una actualización de firmware de la EOS C70 publicada en marzo de 2022 permite a los cineastas usar Cinema RAW Light para aprovechar al máximo el innovador sensor DGO (salida de ganancia doble). La EOS C300 Mark III también incorpora un sensor DGO y admite los tres modos de Cinema RAW Light. Gracias a la actualización de firmware de 2024, la EOS C500 Mark II ahora cuenta con nuevas opciones de grabación interna escalable Cinema RAW Light LT, ST y HQ de 12 bits para los modos de sensor Full Frame, 4:3, 6:5, Super 35 mm y Super 16 mm.