Los principales eventos deportivos de todo el mundo, desde el rugby hasta las carreras, pasando por la natación y el tenis, tienen una cosa en común: filas de fotógrafos con los superteleobjetivos blancos de Canon. Están tan arraigados que a menudo casi definen los laterales de muchos deportes.
«Existe la idea de que los objetivos grandes de los eventos deportivos deberían ser blancos. Eso es lo que se espera ver», afirma Mike Burnhill, especialista en productos de imagen profesional de Canon Europe. «Hasta en los videojuegos de deportes, los fotógrafos alrededor del campo virtual utilizan objetivos blancos, ya que es lo que se suele ver en la vida real».
Por supuesto, esto no solo ocurre en los deportes, sino también en el fotoperiodismo y la fotografía de naturaleza y fauna. Allá donde predominen los teleobjetivos, verás la icónica pintura blanca para objetivos de Canon. Ha sido así durante dos décadas y es igual en los últimos superteleobjetivos RF de Canon, el RF 400mm F2.8 L IS USM y el RF 600mm F4 L IS USM. ¿Pero alguna vez te has parado a pensar: por qué son blancos los objetivos de Canon?
En realidad, existe un motivo de calidad muy importante para utilizar esta pintura blanca característica de Canon, y detrás hay una historia de innovación en busca de la imagen perfecta.
ARTÍCULO
¿Por qué blanco? La historia detrás de los icónicos objetivos blancos de Canon
¿Por qué Canon fabrica sus teleobjetivos blancos? La razón es sencilla: el calor. Cuando los fotógrafos están al aire libre, bajo el sol abrasador, incluso una pequeña deformación en los componentes del objetivo debido al calor puede implicar un efecto negativo en la foto. Y sostener un objetivo caliente durante un largo tiempo también puede resultar pesado para los fotógrafos.
Canon quiere que los fotógrafos consigan la mejor foto en cada momento, hasta en las condiciones más duras. Este es el deseo que impulsó la pintura blanca para objetivos de Canon. El blanco es el color con mayor refracción de calor.
Sin embargo, los objetivos de Canon no son de color blanco puro. Aunque los objetivos blancos son magníficos para resistir el calor, también reflejan la luz especialmente brillante lo que interfiere en las fotos de otros fotógrafos cercanos. Por eso, Canon optó por un tono ligeramente blanquecino, un color blanco más suave que no refleja la luz con tanta intensidad. De hecho, la pintura blanca para objetivos de Canon ha evolucionado a lo largo de las décadas.
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Más de medio siglo de historia
La historia de los objetivos blancos de Canon comenzó hace más de 60 años, en 1960, cuando Canon adoptó el blanco para los objetivos de sus cámaras de televisión. En 1976, se utilizó el blanco por primera vez para los objetivos de sus cámaras réflex, para repeler el calor y minimizar la expansión y contracción térmica.
Esto es fundamental para los objetivos fabricados con materiales sensibles al calor, como la fluorita. «Los ingenieros ópticos han sabido durante mucho tiempo que los objetivos de fluorita tienen muchas ventajas», explica Mike. «Por ejemplo, el bajísimo índice de refracción de la fluorita atenúa en gran medida el problema de la aberración cromática, inherente a los elementos del objetivo de vidrio. La única desventaja es que los cristales de fluorita natural, debido a su tamaño reducido y sus impurezas, no cumplen los requisitos para los objetivos de cámaras. En los años 60, Canon fue pionero en los componentes de lente de fluorita y se convirtió en el único fabricante que incorpora la fluorita en sus objetivos de enfoque automático para cámaras réflex. Sin embargo, la fluorita sintética es tan susceptible al calor como la fluorita natural. Por esta razón, el acabado blanco ayuda a que los objetivos de Canon ofrezcan las ventajas de la fluorita con un rendimiento óptico excepcional incluso con luz solar intensa».
¿Problema solucionado? No exactamente.
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Mike recuerda: «A principios de la década de los 2000, cuando las personas fotografiaban con la EOS-1D en el Open de Australia, había quejas sobre el rendimiento del enfoque automático y los fotógrafos acudían al centro de prensa para decir que las cámaras no funcionaban. Se probaron las cámaras y todo estaba bien, así que un técnico salió y se sentó con los fotógrafos para controlar la temperatura del equipo, para comprobar el efecto del calor sobre dicho equipo».
Sentados en la misma posición, a merced del intenso sol australiano, los fotógrafos y su equipo estuvieron expuestos a un calor extremo. «Era como estar sentado en una tumbona durante muchas horas», explica Mike. «Los fotógrafos no se movían, y los objetivos solo giraban a la izquierda o a la derecha, así que se calentaban muchísimo». El calor extremo era lo que afectaba al sistema de enfoque automático de los objetivos.
Mike comenta: «Esas experiencias únicas son las que consiguen que germinen las ideas, a partir de las cuales puedes crear una tecnología que solucione el problema y ayude a un mayor número de personas».
Mejoras en la evolución
Al igual que las cámaras y los objetivos de Canon, hemos mejorado la pintura para objetivos a lo largo de los años. En 2018, los objetivos blancos de Canon evolucionaron de nuevo con la llegada del revestimiento para protección térmica.
El objetivo principal de Canon era crear una pintura blanca con la mejor protección térmica. Por supuesto, ese no era el único objetivo: el nuevo revestimiento también debía ser resistente a la abrasión para evitar arañazos provocados por el manejo brusco o el uso en diversos entornos exteriores, y debía resistir la decoloración incluso cuando se exponía a la luz solar durante largos periodos. Además, debía ser lo suficientemente adherente sin abrasión, y al mismo tiempo tener un aspecto «de Canon», ya que el blanco era un elemento clave en la identidad de la marca.
Canon investigó y probó varios tipos de revestimientos para protección térmica, incluidos los que se utilizan en la construcción, pero estos materiales no tenían suficiente rigidez para ofrecer la durabilidad y resistencia a las vibraciones y a los golpes que necesitaban los fotógrafos; un pequeño golpe podía provocar daños. En Canon se percataron de que tendrían que desarrollar sus propios revestimientos.
A la vez, el desarrollo continuo de tecnologías de cámaras y objetivos priorizó aún más la estabilidad térmica.
«Cuando llegamos a la última generación de objetivos, se cierra el círculo», comenta Mike. «Los objetivos cada vez más ligeros tienen menos masa y, en cierto modo, son más propensos a los efectos del calor». Además, con resoluciones de las cámaras cada vez más altas, cualquier pequeño cambio en el rendimiento de los objetivos puede resultar más significativo de lo que hubiera sido en los tiempos con resoluciones más bajas.
«Por consiguiente, hemos desarrollado una nueva pintura blanca que refleja la luz infrarroja de forma tan efectiva que reduce la subida de temperatura en un 20 % en comparación el revestimiento convencional».
Nueva generación
El nuevo y vanguardista revestimiento blanco para protección térmica de Canon apareció en los objetivos superligeros EF 400mm f/2.8L IS III USM y EF 600mm f/4L IS III USM, a la venta en 2018, y luego en el RF 70-200mm F2.8 L IS USM en 2019 y el RF 70-200mm F4 L IS USM. Está presente en los superteleobjetivos RF más recientes de Canon, incluidos el RF 600mm F4 L IS USM y el RF 100-500mm F4.5-7.1 L IS USM, además de en parasoles acoplados a los superteleobjetivos.
Mike explica: «Si el parasol no está bien protegido contra el sol y absorbe calor, se condensará un vapor caliente en el interior del objetivo, ya que el parasol se calentará, a diferencia de la temperatura en el interior del objetivo». Esto provocará una neblina con efecto espejismo. Por tanto, es importante no olvidar recubrir el parasol también con la pintura.
«Nos fijamos en los pequeños detalles que no crees que puedan afectar tanto, pero cuando se dice en voz alta, tiene sentido», concluye. «Se necesita experiencia para crear las herramientas que facilitan la vida a un fotógrafo profesional».