La profundidad de una emoción:
la visión de Ben Thouard
cobra vida con la
imagePROGRAF PRO-1100

En el mundo de la fotografía del océano, muy pocos son capaces de reflejar la belleza del mar como el embajador de Canon Ben Thouard. Sus fantásticas fotografías de surfistas y escenas submarinas han recibido varios galardones, como el de fotógrafo del año y el premio Editor's Choice de Canon en las categorías de deportes y naturaleza.

En su última exposición en París, Ben utilizó la impresora imagePROGRAF PRO-1100 de Canon para dar vida a la belleza y la emoción del océano. En su opinión, el proceso creativo no puede darse por finalizado sin este paso y, además, considera que la capacidad de probar e imprimir su propio trabajo le ofrece un mayor control sobre el resultado final.

«La impresión era, probablemente, el paso que me faltaba en cuanto a proceso y equipo», comenta.

Al crecer en Francia, Ben se convirtió en un ávido surfista y afirma que su pasión por combinar el océano con la fotografía surgió muy pronto. A los 19 años, abandonó la escuela de fotografía de París a mitad de carrera. Quería dedicarse a la fotografía junto al mar a tiempo completo y según sus propias condiciones. Viajó por primera vez a Hawái, donde pasó tres meses haciendo fotos. Dos años más tarde, se mudó a Tahití donde vive actualmente en su estudio junto a la playa.

«Me encanta cómo, en la fotografía, puedes captar toda la escena en un solo fotograma», indica. «Es apasionante poder transmitir emoción en una sola imagen».

No obstante, para Ben, el proceso no termina hasta que se imprime la foto y se comparte esa emoción. «Si me gusta, tengo que imprimirla», indica Ben.

A Ben le mueve el deseo de captar ángulos nuevos nunca vistos antes. «Nunca me ha gustado hacer fotos que ya se han hecho antes. Intento ser innovador, buscar ángulos nuevos y sorprender a las personas con lo que se puede hacer», indica.

Su trabajo destaca, no obstante, por un enfoque inmersivo de la fotografía del océano. A diferencia de la mayoría de fotógrafos, que trabajan desde la orilla, Ben se sumerge en el agua con la cámara. Su punto de vista se encuentra, literalmente, dentro del océano. «Una de mis especialidades es hacer fotos mientras nado», explica.

Esta perspectiva única aporta a sus imágenes una calidad emotiva distintivamente visceral. Y este es, precisamente, el elemento clave que es necesario reflejar en una impresión.

«El objetivo es llevar al espectador o al lector al medio donde trabajo», comenta.

Las aguas cristalinas y las formaciones de olas únicas de Tahití han tenido una gran influencia en la visión artística de Ben. Afirma que la transparencia del agua en esta parte del mundo, sin arena ni algas, le permite captar impresionantes escenas submarinas que no serían posibles en otros lugares.

No obstante, la fotografía del océano presenta una serie de retos únicos, como las cambiantes condiciones de iluminación y la imprevisibilidad del mar. Ben señala la importancia de estar preparado para captar momentos fugaces.

«Debajo del agua todo sucede muy rápido», comenta. «La toma dura una fracción de segundo y, si no estás preparado, te la vas a perder».

Después, es fundamental conservar los detalles y la intensidad en la imagen impresa, para introducir al espectador en su mundo submarino.

La impresora imagePROGRAF PRO-1100 de Canon se ha convertido en un elemento integral del flujo de trabajo de Ben, puesto que le permite obtener impresiones de gran calidad que conservan la intensidad y la profundidad emocional de sus imágenes.

Ben afirma que la imagePROGRAF PRO-1100 le ha permitido reflejar la intensidad y la autenticidad de sus imágenes en formato impreso.

«El objetivo era crear un estilo coherente y, en concreto, unos tonos azules consistentes que te permitan formar parte del mismo elemento», explica.

La impresora imagePROGRAF PRO-1100 de Canon ofrece una claridad excepcional, que minimiza el granulado para mostrar los detalles complejos de las escenas bajo el agua. Esto se complementa con la densidad de negro mejorada en los soportes de impresión para bellas artes, que permiten expresar el color negro de forma más precisa y profunda, un aspecto esencial para mostrar el contraste y la profundidad en los entornos marinos.

Además, las imágenes de Ben se benefician de una gama más amplia de colores, sobre todo en las zonas azules, gracias a la nueva generación de tintas de pigmento LUCIA PRO II¹ y al procesamiento avanzado de la imagen de la impresora imagePROGRAF PRO-1100. Esto mejora la reproducción del color, especialmente en las difíciles zonas azul oscuro que son tan importantes en la fotografía del océano.

Para las impresiones que se van a exponer, la nueva formulación de tinta LUCIA PRO II¹ ofrece imágenes más sólidas, garantiza la resistencia a la luz² y hace posible la conservación y la durabilidad a largo plazo. Además, las nuevas tintas tienen mayor resistencia a la abrasión, lo que es fundamental para manipular y transportar las impresiones a las exposiciones.

Finalmente, la imagePROGRAF PRO-1100 optimiza la conectividad y la asistencia, con compatibilidad con Wi-Fi, Ethernet y los estándares de seguridad más recientes, lo que se traduce en una transferencia más segura y fluida de imágenes de alta resolución desde el ordenador hasta la impresora.

«Me encanta imprimir mis fotos últimamente, porque es una forma de poner fin a la misión artística», comenta Ben. «Buscas debajo del agua y en el océano y fotografías algunos momentos. Imprimir las imágenes, colgarlas en la pared y compartirlas con el público es uno de los momentos más gratificantes como fotógrafo».

La visión única de Ben, inspirada en su vida en Tahití y su pasión por el océano, cobra vida con las tecnologías de impresión e imagen avanzadas de Canon. Al integrar herramientas innovadoras como la impresora imagePROGRAF PRO-1100 en su flujo de trabajo, Ben sigue ampliando los límites de la fotografía del océano, y combina la pasión con la tecnología y la creación de experiencias inmersivas que cautivan e inspiran.

«No sientes esa misma emoción al compartir una pequeña foto en las redes sociales», insiste. «Pero cuando la gente entra en la galería y permanece de pie delante de una impresión de metro y medio de ancho, enmarcada en la pared, es como si estuvieran en el agua conmigo».