Audun trabaja como fotógrafo de naturaleza y profesor de biología marina en la Universidad de Tromsø, en Noruega. En mayo de 2017, lideró un viaje de fotografía de naturaleza a Svalbard, un archipiélago noruego entre la Noruega continental y el Polo Norte. La travesía hasta llegar al fiordo de Hornsund, en Spitsbergen, la isla de mayor tamaño de Svalbard y la única permanentemente poblada, duró dos días. Cuando el barco echó el ancla en el hielo del fiordo, los fotógrafos salieron en busca de focas y, con suerte, osos polares.
Audun colocó su cámara y su sensor de movimiento al borde de un agujero en el hielo. Esperaba que el sensor activase la cámara cuando alguna foca se asomara. Mientras se alejaba, Audun cayó en que no había anclado la cámara, pero era demasiado tarde. Si volvía, molestaría a las focas.
De vuelta ya en el barco, a las 2 de la mañana, un miembro de la tripulación los despertó a todos. Audun corrió hasta la proa del barco y vio a un oso polar acercándose al agujero en la distancia. El oso se dirigía hacia la cámara. Audun siempre había soñado con esa imagen: un oso polar junto a un agujero en el hielo, a la caza de focas. El sensor de movimiento se activó y la cámara comenzó a disparar. El oso rodeó la cámara, la lamió y luego la tiró al agua.