El equipo de vídeo profesional sin el que los embajadores de Canon no pueden trabajar

De las gélidas y oscuras aguas del ártico al desierto sudanés, dos cineastas ponen a prueba las ofertas de vídeo de Canon para comprobar cómo funcionan en el mundo natural y sus habitantes en todo su esplendor. Camilla Ferrari y Stéphane Granzotto, embajadores de Canon, no solo usan sus objetivos en geografías opuestas, sino también para trabajos muy diferentes.

La artista visual italiana Camilla es conocida por fusionar imágenes fijas e imágenes verticales en movimiento en impactantes dípticos y trípticos. Su trabajo ha sido publicado en National Geographic, The New York Times, US News y la Repubblica. En un proyecto especial para una agencia de viajes italiana viajó a Sudán en busca de instantáneas actualizadas del país.

«Queríamos destacar los sitios que se van viendo cuando viajas en el trayecto», comenta Camilla. «Mi objetivo era resaltar la encantadora belleza de Sudán y su complejidad, un país suspendido entre sueño y realidad, presencia y ausencia. Y crear un viaje emocional por su historia, así como reflejar los bellos parajes naturales y humanos». Tomada solo seis semanas antes de que estallara el conflicto en abril de 2023, las imágenes de Camilla transmiten a la humanidad en el corazón de una nación en una situación inestable.

Tras grabar vídeo y hacer fotos durante tiempo, Stéphane ha encontrado el complemento híbrido perfecto en la cámara EOS R5 de Canon. «Llevo esperando a tener esta cámara mucho tiempo. «Como director de documentales, fue un sueño contar con una buena cámara para fotografía con la que, además, se puede grabar contenido en 8K, con Canon Log y perfiles RAW de imagen. Es una cámara de vídeo profesional que graba contenido en calidad muy alta que podrías usar en un documental para National Geographic».

Cuando está fuera del agua, Stéphane necesita un cuerpo resistente para combatir los cortantes vientos y las salpicaduras. Aunque no se note, cambia entre 4K para cámara lenta o imágenes más ligeras, y en 8K para mayor calidad o para poder recortar. En el caso de los códecs, a menudo utiliza RAW Light, que permite acceder a RWS más fácilmente mediante archivos más pequeños.

Camilla empezó a trabajar con imágenes fijas antes que con vídeos, en un principio para redes sociales. Ahora graba en 4K, en su mayor parte a 60 fps o 120 fps si sabe que va a usar cámara lenta en un clip específico. «Normalmente grabo en Canon Log 3 por su rango dinámico en las sombras que me otorga mucha libertad cuando trabajo en posproducción», comenta. Tener una cámara híbrida implica que ambos autores pueden cambiar a fotografía cuando así lo requiera el momento y continuar con imágenes multimedia a continuación sin problemas.

Además de grabar ballenas asesinas desde la superficie, el ávido buceador Stéphane también nada a su ritmo, gracias a sus especiales aletas de carbono. «Van muy rápido, así que yo tengo que nadar rápido también», comenta. Cuando está con las orcas, Stéphane también bucea y capta momentos del mundo submarino a alta velocidad. «Confío en el enfoque automático», nos dice. «El agua normalmente está turbia y puede haber medusas, es decir, malas condiciones, pero aún así, enfoca el lugar correcto».

Los meses que Stéphane pasa nadando con orcas son un reto y por motivos que van más allá del frío. También son los más oscuros, en los que la noche polar solo nos otorga unas cuantas horas de luz natural y, a menudo, oscurecidas por las nubes. «No tienes mucha luz, y eso es una gran dificultad», nos comenta, buscando sombras oscuras en aguas que lo son aún más. «Intento usar un objetivo con abertura amplia, y estoy acostumbrado a trabajar con ISO muy altos. Quiero gestionar buenos resultados, sin ruido, lo que es un escaparate para las nuevas cámaras».

Las capacidades ISO fueron decisivas para que Camilla cambiara a las cámaras mirrorless mientras aún trabajaba con la serie EOS 5D. «La primera vez que probé una cámara del sistema EOS R de Canon fue con la EOS R de Canon, en 2019, y en ese mismo momento me di cuenta de lo bien que la cámara podía manejar ajustes ISO altos», apunta. «Hice una fotografía a ISO 16 000 y pude aplicarle tonos sin problemas; y el ruido tenía este aspecto granulado que me ayudó en el proceso de posproducción. Lo mismo hago con mi cámara EOS R5 de Canon mientras hago vídeo».

En Sudán Camilla buscaba documentar rutas de viaje, pero más allá de la representación típica del país, a menudo centrada en el conflicto o en la arqueología. «Queríamos desviarnos de este dualismo y explorar lo que hay más allá», comenta. «La idea era volver a trazar la ruta turística, pero para destacar los rituales cotidianos, como preparar café o detenerse en paradas de camiones donde no hay nada más que arena y encontrarte de repente estas islas de vida ».

Para esta aventura, Camilla actualizó su equipo de la versión EF al objetivo Canon RF 24-70mm F2.8L IS USM, que añade estabilización de imagen de 5 pasos, lo que denomina un «cambio drástico» en su experiencia fotográfica, en especial en combinación con la estabilización de imagen integrada en el cuerpo (IBIS) de 5 ejes de la cámara EOS R5 de Canon. «Normalmente grabo desde un punto de vista fijo y dejo que la realidad se muestre delante de la cámara, pero en Sudán también quería reflejar el ambiente tal y como es y lograr vídeos más dinámicos», afirma Camilla. «Cuando íbamos de un lado a otro en coche, me dedicaba a captar el paisaje y cómo iba cambiando desde la ventanilla o a grabar escenas del mercado mientras lo recorría; y quería que no se perdiera ni un ápice de la calma y la suavidad que se respiran en otras piezas del trabajo».

Además de eliminar los sobresaltos de los movimientos del coche, la estabilización también le permitió grabar sin trípode ni ningún elemento adicional. «Estaba grabando en un pozo en el desierto al que va la gente a coger agua», nos cuenta Camilla. «Con la cámara pude girar de izquierda a derecha y hacer un barrido de uno al otro lado con una estabilización perfecta, sin cardán, sin sobresaltos». La cámara EOS R5 C, la cámara EOS Cinema más pequeña de Canon, es otra herramienta estupenda para trabajar cámara en mano, junto con la EOS C70. Estas cámaras funcionan diferente con estabilización de imagen electrónica.

Para el nivel de especialidad de Stéphane, hay un objetivo RF específico que destaca. La inmensa mayoría de la actividad la realiza con el objetivo Canon RF 15-35mm F2.8L IS USM, que le permite relacionarse mejor con sus amigos submarinos. «En la superficie podemos ver hasta a un kilómetro de distancia, pero en el agua no se ve lo que hay a más de 15 m», apunta. «Así que tienes que estar muy cerca. Debido la casi nula visibilidad y a algo de difracción física de la luz en el agua, normalmente usamos gran angular bajo el agua».

El RF 15-35mm F2.8L IS USM es el objetivo favorito de Stéphane para sumergirse, aunque a veces aún echa mano de su antiguo objetivo ojo de pez el Canon EF 15mm f/2.8 Fisheye. Cuando rueda para sus documentales, el gran angular del objetivo RF es también útil para capturar a científicos y al equipo en el mar si no hay mucho espacio en el barco para rodar. «Este objetivo logra un nivel de nitidez muy alto, un enfoque automático rápido y su gran abertura f/2,8 permite trabajar con poca luz», aclara. «Contar con un zoom gran angular como este es lo mejor para mí».

Su objetivo «apto para todo» es el Canon RF 24-105mm F4L IS USM ligero, que sirve para longitudes focales gran angular, estándar y teleobjetivo, con un estabilizador de imagen de 5 pasos. «En el barco puede ser complicado cambiar de objetivo, así que intento hacer todo con uno», añade. «Con este puedo rodar un documental entero». Stéphane y Camilla están deseando trabajar con el objetivo RF híbrido de Canon más reciente, el Canon RF 24-105mm F2.8L IS USM Z. Perfecto para grabar vídeo, pero también para hacer fotos, gracias a su abertura de f/2,8 funciona en condiciones de luz aún más bajas. «Será interesante, porque tiene la misma abertura (que adoro) del Canon RF 24-70mm F2.8L IS USM, pero con el rango añadido», explica Camilla.

A la hora de producir contenido de vídeo, la amplia gama de cámaras de Canon, desde su premiadas híbridas a las clásicas EOS Cinema, y los objetivos de cine y RF se ajustan a un inmenso conjunto de necesidades de filmación. La EOS R5 de Canon está entre las mejores cámaras Canon para grabar vídeos y es perfecta para fotógrafos híbridos; la cámara EOS R5 C de Canon ofrece un espacio de cámara de cine dedicado en la familia, ya que es la primera híbrida de vídeo que incluye herramientas de grabación profesionales como la grabación de larga duración. La EOS R3 de Canon, resistente a las inclemencias meteorológicas, es una sólida guía para vídeo con velocidades de modo ráfaga profesional; pero a los que trabajan en solitario también barajarán usar la cámara EOS R6 Mark II o la EOS R7 de Canon, más ligera y compacta.

En el rango de cámaras EOS Cinema, la EOS C70 y la EOS C300 Mark III, ambas de Canon, incluyen sensores DGO para mejorar el rendimiento de ISO, además de filtros NF/terminales XLR. Al igual que la gama de RF se amplía, lo hacen las opciones de los que son considerados los mejores objetivos RF para grabar vídeos.


«Confío plenamente en mi equipo», comenta Stéphane, al describir algunas de las secuencias acuáticas nórdicas. «Apenas hay luz, en el agua no hay visibilidad, los animales van rápido... no sabemos si vamos a conseguir la toma. Mi parte del trabajo es estar tan cerca como para saber qué está pasando, como para sentir qué pasa. Pero confío en mi equipo y mi equipo responde muy muy bien».