«Las impresiones desvelan tus secretos». Aïda Muluneh explica cómo la Africa Foto Fair empodera a los fotógrafos

La fotografía es mucho más que inmortalizar imágenes. Muchos podrían decir que la impresión y la exposición de fotografías es la única manera de experimentar el arte en su forma más pura. Una exponente de esta opinión es la fotógrafa y embajadora de Canon Aïda Muluneh, la fundadora y directora, entre otros muchos premios y logros, de la Africa Foto Fair (AFF).

La AFF ensalza la habilidad de los fotógrafos en el continente africano y más allá, y es el lugar perfecto para demostrar las ventajas de la impresión y cómo empodera a todos los fotógrafos que participan en ella. Los amantes de la fotografía pueden comprar imágenes a través de la galería online y recibirlas en su casa, lo que le da a los fotógrafos la oportunidad de exhibir su trabajo. En este artículo, Aïda explica en qué se fija al seleccionar obras para la AFF, y los fotógrafos que han trabajado con ella nos cuentan sus experiencias.

La autenticidad es lo que más valora Aïda de los participantes, algo que todos pueden tener en cuenta para otras exposiciones. «Tengo que ser capaz de aprender algo de lo que estás exponiendo», afirma.

Además de presentar obras a la AFF, también hay revisiones de porfolio. «Es importante que no se trate únicamente de fotógrafos, o únicamente de encargados de museos o galerías», afirma Aïda. «Intento asegurarme de contar con revisores de distintos estilos de producción de imágenes, y lo que hemos aprendido es que si hay un fotógrafo con potencial para ser fotógrafo de bellas artes sentado frente al editor de un periódico, es posible que las cosas no funcionen. Por eso, ahora nos aseguramos de que tengan varias opciones para descubrir diferentes perspectivas».

Aïda cree que imprimir las fotografías, y no limitarse a verlas en una pantalla, es algo fundamental para empoderar a los fotógrafos. «Cuando celebramos la AFF el año pasado, era la primera vez que contaba con mi propia impresora para imprimir las fotografías allí mismo», afirma. «Cuando la gente vio las obras expuestas, el efecto tridimensional que tenían hacía que quisieran tocarlas. Estar presente marca una gran diferencia. Como tengo unas instalaciones de impresión, los fotógrafos y las galerías tienen más flexibilidad, ya que no tienen que esperar a que llegue un pedido, sino que pueden hacerlo ellos directamente y tener la capacidad de vender en el mercado. Creo que en cierto modo será una motivación».

El valor real de la impresión es algo importante a nivel educativo para los fotógrafos africanos. «Si educas el mercado, lo desarrollas; son cosas que van de la mano», continúa. «Llevo tanto tiempo imprimiendo que cuando veo impresiones de otros proveedores que no usan mis productos Canon distingo muchos defectos, y no solo por el color, sino por cosas como cabezales sucios. El festival del año pasado fue un ensayo para ver cómo funciona esta impresora, para comprender el uso de tinta y todas esas cosas. Fue una oportunidad para demostrar lo que podamos hacer en cuanto a calidad».

Aïda utiliza tres impresoras de Canon: la Canon imagePROGRAF PRO-4100, la Canon imagePROGRAF PRO-1000 y la Canon imagePROGRAF PRO-300, que le encanta por la calidad de las impresiones. «Puedes usar papel barato o caro y el resultado seguirá siendo bueno», afirma. «Imprimimos un cartel que ha estado fuera un año, expuesto al sol, la lluvia, el calor y el polvo. Todo sigue igual, incluido el color, por lo que siempre se lo enseño a la gente por si quieren ver una impresión en las peores condiciones. Imagina cómo se vería si se conservara bien y en condiciones controladas».

Aparte de la calidad real de las impresiones, hay más que aprender. «Formamos a los fotógrafos sobre la numeración, la valoración y la certificación de ediciones, y sobre normas específicas a la hora de vender impresiones», explica Aïda. «De este modo, cuando colaboran en una galería, ya saben qué hacer para vender».

Aïda también cree que la impresión te hace mejor fotógrafo. «Te da la capacidad de ver dónde están todos los problemas», afirma. «Si consultas cualquier escuela de fotografía del mundo, los estudios siempre tienen un apartado dedicado a la impresión, porque tienes que saber lo que produces. Lo que le digo a muchos fotógrafos es que sus secretos saldrán a la luz en las impresiones. En la pantalla, puedes mirar la misma imagen 10 000 veces, pero cuando la imprimes te das cuenta de que hay un error aquí o allá. Desafía por completo su forma de pensar y los hace ver más allá porque hay algo físico ligado a ello».

Tres de los fotógrafos que han trabajado con Aïda en la Africa Foto Fair son Mustafa Saeed, Mekbib Tadesse y Mulugeta Ayene. Todos están muy contentos de haber participado. «Formar parte de un evento de fotografía consolidado y reconocido me ha permitido llegar a un público más amplio: amantes del arte, comisarios y otros profesionales del sector», afirma Mustafa. «Formar parte de la comunidad me empoderó para enfrentarme a nuevos desafíos y dedicarme a la fotografía con más entusiasmo. El reconocimiento y la exposición que recibí en el festival me dieron la confianza para explorar aún más mi creatividad y comenzar proyectos interesantes».

Mustafa se ha sentido mucho más empoderado desde que se unió a Aïda en el Addis Foto Fest de 2014. «Me abrió puertas con las que antes solo podía soñar», afirma. «Una de las oportunidades más importantes que surgió a raíz de esto fue una colaboración en el proyecto END Fund de 2022. Formar parte de este proyecto y poder exponer mi trabajo de la mano de Aïda y otros fotógrafos de África, como John Kalapo, de Mali; Ala Kheir, de Sudán; Meseret Argaw, de Etiopía; Sarah Waiswa de Uganda; y Omoregie Osakpolor, de Nigeria, me llena de orgullo y gratitud. Es todo un honor formar parte de este grupo de fotógrafos y espero participar en más colaboraciones que contribuyan al mundo del arte, lo respalden y fomenten un cambio positivo».

La historia de Mulugeta es similar, y cree que también se aplica a toda la comunidad en general. «Es muy importante para los fotógrafos africanos, especialmente para los fotógrafos jóvenes y emergentes», afirma. «Crea y promueve una plataforma única para compartir experiencias, del mismo modo que nosotros, los participantes, también vamos a nuestros respectivos países y compartimos las experiencias que hemos adquirido en la exposición con los fotógrafos locales».

La importancia de la impresión es algo que Mekbib resalta con mucho ahínco. «Estamos muy acostumbrados a ver imágenes de vacaciones y bebés en nuestros teléfonos», afirma. «Cuando imprimes fotos y las ves a gran escala, se suelen ver como piezas de arte, y no como algo a lo que le das "me gusta" y pasas de largo. Te detienes y te hipnotiza, te sumerges en la imagen».

Mustafa no solo es un gran defensor de las impresoras Canon, también del papel Premium Fine Art Smooth FA-SM1 de Canon. «Ofrece una reproducción del color y una longevidad excepcionales, lo que garantiza que las impresiones conserven la intensidad y resistan la decoloración con el paso del tiempo», explica. «Capta con precisión los colores intensos y los detalles sutiles, por lo que es perfecto para impresiones fotográficas y de bellas artes».

Es evidente que Aïda ve cómo Africa Foto Fair está creando una comunidad global, y no solo dentro de África. «Se trata de formar un grupo de fotógrafos afines», afirma. «Al final, este es el desafío al que nos enfrentamos, es el mismo, pero con distintas intensidades. Es una manera de decir que nos enfrentamos a lo mismo. Ahora mismo, creo que la fotografía está en una encrucijada complicada, pero eso significa que tenemos que explorar más allá de nuestras zonas de confort o nuestro propio entorno y ver lo que hacen los demás».

La segunda edición de Africa Foto Fair tendrá lugar en noviembre de 2023 en Abiyán, Costa de Marfil. Obtén más información en africafotofair.com.