Descubre la historia que hay detrás de la fotografía de acción como obra de arte de Lorenz Holder

«Yo no soy el típico fotógrafo de deportes de acción. Más bien diría que me dedico a captar la obra de arte que hay detrás de ellos», afirma el embajador de Canon Lorenz Holder. «Alguien me preguntó una vez que cuál sería la foto de deportes de acción perfecta. Para mí, es la que la gente puede colgar en casa, aunque en ella no esté el deportista. Según lo veo yo, si el entorno que creas es genial y consigues integrar al actor además, logras la foto de acción perfecta».

Lorenz es famoso por ser capaz de capturar las líneas definidas de los poéticos escenarios arquitectónicos o naturales y añadirles el dramatismo de los deportes de acción. Su trayectoria rezuma espectáculo por todas partes: fotos de skaters haciendo trucos en mitad de pintorescos lagos, ciclistas de BMX en equilibrio sobre esculturales edificios o snowboardistas por afilados picos de montañas totalmente nevados, por citar algunos ejemplos. La frescura de su estilo no ha pasado desapercibida entre clientes comerciales, marcas de ropa deportiva y fabricantes de coches, entre otros, lo que le ha permitido realizar proyectos muy interesantes por todo el mundo.

Aquel día en el que se topó con una imagen de un viaducto en Internet, lleno de siluetas concéntricas que tienen el aspecto de una ilusión óptica, su interés se disparó inmediatamente. «Me dejó sin palabras porque era tan surrealista que casi parecía que estuviera manipulada. Solo consigues entenderla cuando la observas durante unos segundos. Se me quedó grabada desde ese momento y supe que tenía que hacer una foto allí».

Los soportes del puente del viaducto Balcombe en Sussex Occidental (Inglaterra) tienen forma de medio tubo, el lugar perfecto para que un skater hiciera allí sus trucos. Lorenz supo prever que, una vez que estuviera más bajo, el sol iluminaría uno de los laterales de los arcos y crearía un patrón impresionante. «Busqué los mejores ángulos e hice bocetos de cómo creía que iban a quedar las fotos», comenta Lorenz. «La mayoría de las veces tengo en mi cabeza la foto que quiero crear. Las cámaras y los objetivos son las herramientas que me permiten unir todas las piezas del puzzle».

Con la ayuda del skater y deportista de Red Bull alemán Vladik Scholz, una EOS 5D Mark IV y un objetivo EF 70-200mm f/2.8L IS II USM de Canon (al que ahora sucede el EF 70-200mm f/2.8L IS III USM), Lorenz pudo materializar la imagen que tenía en su cabeza.

«Siempre llevo el objetivo de 70-200 mm en mi mochila y es magnífico para cualquier fotógrafo de deportes de acción. Tengo este objetivo desde hace 10 años y todavía funciona a la perfección. Es una obra maestra», afirma el fotógrafo alemán. «Llevaba el de 200-400 mm por si intentaba hacer una foto de todos los arcos, a 400 metros; para eso necesitaba un objetivo muy largo con una abertura de f/4 para que entrara suficiente luz. También llevaba la EOS 5D Mark IV de Canon por su excelente rendimiento ISO y su amplio rango dinámico».

Una vez que se pusieron manos a la obra, se dieron cuenta de que hacer skate en esas pendientes era más complicado de lo que esperaban, incluso para el mejor skater de Alemania. El espacio que tenían para trabajar era muy estrecho, así que no estaban seguros de que Vladik pudiera patinar esa transición. Pese a todo, una vez se familiarizó con esa ubicación hasta ahora desconocida, empezó a ganar confianza y a incluir algunos trucos. Mientras tanto, Lorenz, que prefiere no disparar en modo ráfaga, tuvo tiempo de ajustar con precisión sus reacciones para capturar el movimiento con un solo clic.

Lorenz quería iluminar las curvas de la izquierda de los arcos inferiores del viaducto con luz natural y destacar así la simetría. Esto no solo suponía tener que esperar a que el sol estuviera más bajo, sino también capturar «la foto» en un corto espacio de tiempo, antes de que lo estuviera demasiado. En un principio la luz era demasiado fuerte, así que hizo algunas pruebas y colocó al sujeto en la parte más lejana del viaducto; el disparo lo realizó con el objetivo EF 200-400mm f/4L IS USM Extender 1.4x de Canon. «Con un teleobjetivo, la profundidad de campo se prensa, lo que comprime los arcos y da esa sensación surrealista a la imagen», explica sobre su elección de teleobjetivos.

A medida que la luz se hacía más suave, la imagen que Lorenz tenía en la cabeza empezaba a materializarse. Con Vladik con una sudadera roja para «destacar» sobre el fondo, Lorenz cambió al objetivo EF 70-200mm f/2.8L IS II USM de Canon.

«Mi objetivo siempre es usar mi cámara para crear la imagen que tengo en mente, pero sigue siendo cuestión de suerte. Estoy más que contento con el resultado y con el hecho de que, al final, hemos conseguido materializar la imagen que durante tanto tiempo tuve en mi cabeza.»

Lorenz es de la opinión de que los avances tecnológicos hacen que capturar imágenes como esta sea posible. «Hace tan solo un par de años no podría haber conseguido una imagen como esta. Si subías el valor ISO, había tanto grano en la imagen que el resultado no era bueno. No se puede iluminar un viaducto entero, así que lo más probable es que hubiera tenido que renunciar a la profundidad de campo.

«Lo que de verdad me gusta de la EOS 5D Mark IV de Canon es el impresionante rango dinámico que permite. Teníamos mucha luz por el lado izquierdo, pero también sombras en los arcos menos iluminados y, aun así, pude plasmar prácticamente todos los detalles de los ladrillos. Tuvimos que aumentar el valor ISO y los resultados fueron espectaculares, sin apenas grano en la imagen».

Y con cámaras como la EOS R6 y la EOS R5 de Canon a su disposición, es posible hacer mucho más. «Al mirar a través de una cámara con espejo, veo el mundo real, pero cuando miro a través del visor del sistema EOS R, la imagen es más luminosa que el mundo real», cuenta Lorenz. «Esto te permite ver más detalles en la oscuridad. Puedes ver mejor la composición, por lo que el enfoque es más sencillo. Poder ver en la oscuridad sin necesidad de iluminarlo todo es un gran avance».

«Nunca suelo utilizar el enfoque automático al fotografiar deportes de acción porque sé dónde va a estar el deportista, así que siempre enfoco antes en ese punto. Es más complicado cuando no sé dónde va a estar el deportista, pero con el sistema de enfoque automático de la EOS R6 o la EOS R5, puedo seleccionar el encuadre y estar al 100 % seguro de que el sujeto aparece nítido. Confío totalmente en él».

Aunque Lorenz consiguió materializar lo que había imaginado, su misión de llevar más un paso más allá a la fotografía no ha concluido. «Siempre ando en busca de la imagen perfecta. Hay veces que no puedo dormir por las noches pensando fotografías. Es lo que me motiva, así que imagino que no va a parar».