El fotógrafo de deportes de acción y embajador de Canon Richard Walch disparando con el RF 100-500mm F4.5-7.1L IS USM, uno de los objetivos de la gama de Canon con estabilización óptica de imagen integrada en el cuerpo. Observa el interruptor del lateral para seleccionar entre los tres modos de estabilización de imagen disponibles. Entre las numerosas ventajas de la gama de objetivos RF de Canon en comparación con objetivos más antiguos, destaca el hecho de que hay más objetivos RF con estabilización de imagen que sus homólogos de la gama EF, por ejemplo, el RF 24-70mm F2.8L IS USM y el RF 15-35mm F2.8L IS USM.
La trepidación es la enemiga de la nitidez. El temblor de la mano al sostener la cámara, la ligera sacudida durante el disparo del obturador, incluso un pequeño movimiento durante la exposición, pueden hacer que la imagen resulte borrosa.
La mayor parte de las veces los efectos de la trepidación no se notan. Si se utiliza una velocidad de obturación rápida o un objetivo gran angular, es posible que no se note que la imagen está borrosa, pero seguirá estándolo, y puede que se note cuando se haga un recorte drástico o una impresión grande de la imagen.
La forma obvia de evitar la trepidación durante la exposición es fijar la cámara a algo que no se mueva, como un trípode, y tomar precauciones para evitar las sacudidas, como usar un disparador remoto. Sin embargo, un trípode solo es eficaz si es resistente, lo que suele significar pesado, por lo que no siempre se puede llevar uno encima. También hay muchas situaciones en las que un trípode no es práctico, y otras en las que no se permite su uso.
Afortunadamente, Canon ofrece otro método para reducir, si no eliminar, los efectos de la trepidación: la estabilización de imagen (o IS, del inglés Image Stabilisation).
Hay varios tipos de estabilización de imagen. Empecemos por la estabilización de imagen («óptica») integrada en el objetivo. El primer objetivo con estabilización de imagen se presentó en 1995. Fue una solución tangencial al problema de la trepidación. En lugar de intentar detener el movimiento de la cámara, un objetivo estabilizado introduce un movimiento de compensación en su interior, con la finalidad de mantener la imagen estática en el sensor de la cámara.