Explicación de los sensores de imagen

¿En qué se diferencian los sensores CCD, CMOS, DGO y SPAD? Descubre cómo funcionan los distintos tipos de sensores de cámara, las características únicas de cada uno y su utilización en la gama de cámaras de Canon.

La fotografía tiene la habilidad mágica de inmortalizar un momento. La clave está en el sensor de imagen que se encuentra en el corazón de cada cámara digital. Al igual que la retina del ojo humano capta la luz y la traduce en impulsos nerviosos que el cerebro pueda interpretar, el sensor capta la luz y la convierte en una señal eléctrica que luego se procesa para formar una imagen digital.

A continuación, echamos un vistazo al funcionamiento de los sensores de imagen y exploramos los distintos tipos de sensores de imagen utilizados en las cámaras Canon.

Una EOS C70 de Canon sin objetivo acoplado, mostrando el sensor DGO, que puede verse a través de la montura del objetivo.

Existen diferentes tipos y tamaños de sensores, así como diferentes tecnologías, como este sensor DGO (salida de ganancia doble) de la cámara de vídeo EOS C70 de Canon. Pero en todas las cámaras digitales de fotos y de vídeo, el sensor es el componente clave para captar una imagen.

Conceptos básicos de las imágenes digitales

En todos los tipos de sensores, el proceso de formación de imágenes comienza cuando la luz atraviesa el objetivo de la cámara e incide en el sensor. El sensor contiene millones de receptores de luz (fotodiodos) que convierten la energía luminosa en carga eléctrica. La magnitud de la carga es proporcional a la intensidad de la luz: cuanta más luz incida en un fotodiodo concreto, más fuerte será la carga eléctrica que produzca. (Los sensores SPAD funcionan de forma un poco diferente, más adelante hablaremos de ello).

Para captar los colores además de la información de luminosidad, los fotodiodos están equipados con filtros de color rojo, verde y azul. Esto significa que algunos fotodiodos registran la intensidad de la luz roja, otros la de la verde y otros la de la azul.

Las señales eléctricas de todos los fotodiodos del sensor pasan al procesador de imágenes de la cámara, que interpreta toda esta información y determina los valores de color y luminosidad de cada uno de los píxeles (elementos de la imagen) que componen una imagen digital.

Diagrama que muestra cómo una cámara crea una imagen digital, con pasos que incluyen un filtro de color en mosaico, un sensor de imagen, un convertidor analógico-digital y el procesador de imagen.

Cómo crean las cámaras una imagen digital. La luz del motivo que se estás fotografiando se enfoca a través del objetivo hacia el sensor de imagen (2), que está cubierto con un filtro de mosaico (1) para poder detectar el color y no solo la intensidad de la luz. La señal eléctrica generada por el sensor puede amplificarse mediante componentes electrónicos analógicos (3) antes de pasar por un convertidor analógico-digital (4) al procesador de imágenes (5). Tras el procesamiento, la cámara puede retener temporalmente las imágenes en la memoria intermedia (6) mientras las escribe en la tarjeta de memoria.

Si disparas en RAW, estos datos se guardan en un archivo RAW, junto con la información sobre los ajustes de la cámara. Si la cámara está configurada para guardar las imágenes en cualquier otro formato de archivo (JPEG, HEIF o RAW+JPEG), el procesamiento se realiza en la cámara y suele incluir el ajuste del balance de blancos, la nitidez y la reducción de ruido, entre otros procesos, en función de los ajustes de la cámara. También puede incluir interpolación cromática, que calcula de forma inteligente el valor de color RGB correcto para cada píxel (recuerda que cada fotodiodo solo registra un color: rojo, verde o azul). El resultado final es una imagen digital en color completa, aunque, en realidad, si la imagen es un JPEG, se ha descartado más información original captada por el sensor de la que se ha conservado.

Se suele hablar del número de megapíxeles (millones de píxeles) de un sensor, pero en realidad el sensor no tiene píxeles, sino sensores (fotodiodos individuales). Además, no existe una correspondencia directa entre los sensores del sensor y los píxeles de la imagen digital resultante, por toda una serie de razones técnicas. Es más exacto decir que un sensor tiene un determinado número de «píxeles efectivos», lo cual significa simplemente que la cámara produce imágenes o vídeos de ese número de megapíxeles. La PowerShot V10 de Canon, por ejemplo, tiene un sensor de aproximadamente 20,9 MP en «píxeles totales», pero algunos de los datos del sensor se utilizan para procesos técnicos como la corrección de la distorsión y la estabilización digital de la imagen, de forma que la PowerShot V10 ofrece vídeos (con IS digital de vídeo) de aproximadamente 13,1 MP y fotografías (que se someten a procesos diferentes) de aproximadamente 15,2 MP.

Ilustración de un patrón Bayer con filas alternativas de filtros de colores rojos y verdes y azules y verdes.

Un patrón Bayer, el filtro de mosaicos de color más utilizado en los sensores digitales. Es lo que permite que el sensor detecte colores y no solo la intensidad de la luz. Hay más fotodiodos dedicados al verde porque el ojo humano es más sensible a la luz verde que a la azul o a la roja.

Un sensor CMOS tipo 1.0.

Un sensor CMOS tipo 1.0. Los sensores CMOS de este tamaño se utilizan en cámaras compactas como la PowerShot G7 X Mark III de Canon y cámaras de vídeo como la cámara de vídeo profesional 4K XF605 de Canon.

Sensores CCD

Hay varios tipos diferentes de sensores de imagen. La fotografía digital llegó a mediados de los 80 con la introducción de los sensores CCD (dispositivo de acoplamiento de carga). Estos sensores fueron los primeros en hacer posible la captación de imágenes sin utilizar película, revolucionando la fotografía.

Los sensores CCD están compuestos por una retícula integrada de condensadores semiconductores capaces de mantener una carga eléctrica. Cuando la luz llega al sensor, estos condensadores, que actúan como fotodiodos individuales, absorben la luz y la convierten en carga eléctrica. La cantidad de carga en cada fotodiodo es directamente proporcional a la intensidad de la luz que incide sobre él.

En un sensor CCD, la carga de cada fotodiodo se transfiere a través de la retícula del sensor (de ahí el término carga acoplada) y se lee en una esquina de la matriz, como si se tratara de pasar agua a lo largo de una fila de cubos o de una cadena humana. Este método garantiza un alto grado de calidad y uniformidad de la imagen porque cada píxel utiliza la misma ruta para emitir su señal. Por este motivo, la primera cámara digital profesional de Canon, la EOS-1D, lanzada en 2001, contaba con un sensor CCD de 4,15 MP. Sin embargo, este proceso también consume más energía que el de los sensores CMOS.

Sensores CMOS

En 2000, Canon introdujo su primer sensor CMOS (semiconductor de óxido metálico complementario) en la EOS D30 de 3,1 MP. A diferencia del sensor CCD, que transfiere las cargas a través del sensor a un único nodo de salida, un sensor CMOS contiene varios transistores en cada fotodiodo que permiten procesar la carga directamente ahí mismo. Esto tiene varias implicaciones.

Para empezar, los sensores CMOS requieren menos energía, lo que los hace más eficientes desde el punto de vista energético. También pueden leer cargas eléctricas a una velocidad mucho mayor, lo que es crucial para rodar secuencias a alta velocidad. Además, los sensores CMOS comparten la misma estructura básica que los microprocesadores de ordenador, lo que permite su producción en serie a un coste inferior y la incorporación de funciones adicionales como la reducción de ruido y el procesamiento de imágenes directamente en el sensor.

Todas las gamas actuales de cámaras PowerShot, EOS y EOS Cinema de Canon incorporan sensores CMOS, incluida la gama mirrorless del sistema EOS R.

Ilustración del sensor CMOS retroiluminado apilado de la EOS R3 de Canon.

El sensor CMOS retroiluminado apilado de la EOS R3 de Canon está diseñado para captar imágenes de alta velocidad y resolución.

Ilustración de corte del sistema Dual Pixel CMOS AF de Canon.

En el sistema Dual Pixel CMOS AF de Canon, cada fotorreceptor del sensor tiene dos fotodiodos separados (marcados como A y B), y la comparación de las señales de ambos determina si ese punto está enfocado nítidamente. Al mismo tiempo, la salida (C) del fotorreceptor se utiliza para obtener imágenes.

Avances en los sensores CMOS

La tecnología de los sensores CMOS ha seguido evolucionando. Canon ha desarrollado la innovadora tecnología Dual Pixel CMOS AF, que permite utilizar cada píxel del sensor tanto para la imagen como para el enfoque automático, lo que se traduce en un rendimiento de AF más rápido y preciso.

Otro avance en la tecnología CMOS de Canon es el sensor apilado retroiluminado utilizado en la EOS R3. Este diseño sitúa los fotodiodos por encima de la capa de transistores para mejorar la eficacia de captación de la luz, lo que se traduce en menos ruido y mejor calidad de imagen. Además, la estructura apilada permite una lectura de datos más rápida, lo que contribuye al rendimiento de alta velocidad de la cámara. Esta tecnología permite a la EOS R3 satisfacer las demandas tanto de la producción de vídeo de alta gama como de la fotografía de alta resolución.

Canon sigue investigando y desarrollando sensores CMOS. Recientemente hemos desarrollado un sensor CMOS de 35 mm Full Frame de altísima sensibilidad, con fotorreceptores mucho más grandes (aproximadamente 7,5 veces más grandes que los sensores anteriores). Los fotorreceptores de mayor tamaño son capaces de captar más luz, en este caso logrando una sensibilidad equivalente a un valor ISO de 4 millones, lo que permite que la cámara capte imágenes de colores vivos en entornos muy oscuros. Esta tecnología se utiliza en la cámara de vídeo ME20F-SH de Canon con iluminación ultrabaja.

La cámara ME20F-SH de Canon con un objetivo EF de 50 mm.

La cámara multifunción ME20F-SH de Canon puede ver y disparar en la oscuridad casi total.

El sensor de imagen Full Frame de la cámara ME20F-SH de Canon para situaciones de muy poca luz.

El sensor CMOS Full Frame de la cámara se ha diseñado específicamente para captar vídeos en situaciones de baja iluminación. Con receptores de mayor tamaño, maximiza las capacidades para captar la luz y ofrecer imágenes en condiciones de baja iluminación con poco ruido.

Canon también ha desarrollado un sensor con un número de píxeles ultraalto, utilizando técnicas avanzadas de miniaturización para reducir el tamaño de los fotodiodos. Esto facilita la captación de imágenes de resolución muy alta, con un recuento de píxeles de hasta 250 MP. En una imagen captada con esta tecnología, es posible distinguir las letras de un avión en vuelo a 18 km de distancia y alcanzar una resolución aproximadamente 30 veces superior a la del vídeo 4K. Esto tiene un gran potencial para aplicaciones de vigilancia, observación astronómica e imágenes médicas.

Uno de los inconvenientes de los sensores CMOS actuales es que, por razones técnicas como el ancho de banda de los datos, los datos se leen secuencialmente en lugar de todos a la vez. Esto da lugar a problemas como la distorsión de «obturador rotativo» de motivos en rápido movimiento que han cambiado su posición durante el tiempo en que se lee el fotograma. El avanzado sensor CMOS de la EOS R3 permite velocidades de lectura mucho más rápidas, lo que mitiga en gran medida este problema, y Canon está investigando activamente otras soluciones como la tecnología de «obturador global», que permite la lectura de todo el sensor de una sola vez, pero esta tecnología es muy compleja, añade ruido y coste a la imagen, y aún no puede producir resultados de muy alta calidad.

El sensor DGO de Canon

El sensor DGO (salida de ganancia doble) es un sensor de imagen avanzado utilizado en las cámaras de vídeo profesionales EOS C300 Mark III y EOS C70 de Canon.

El sensor DGO de Canon funciona mediante la lectura de cada píxel en dos niveles de amplificación diferentes, uno alto y otro bajo, y la posterior combinación de estas dos lecturas en una sola imagen. La lectura de alta amplificación está optimizada para captar detalles finos en las regiones de sombra, al tiempo que reduce el ruido. La lectura de baja amplificación está diseñada para mantener y reproducir con precisión la información de las zonas iluminadas. La combinación de ambas produce una imagen con un rango dinámico más amplio, que conserva más detalles y muestra menos ruido en comparación con las imágenes de las tecnologías de sensores convencionales.

La tecnología DGO no consume más energía que un sensor convencional y, además, es compatible con el sistema Dual Pixel CMOS AF y la estabilización de imagen electrónica de Canon, lo que proporciona un enfoque automático rápido y fiable, y una imagen muy estable.

Diagrama de la tecnología de sensor de salida de ganancia doble de Canon, que muestra la misma imagen leída en dos niveles de amplificación y luego combinada en una sola imagen.

La clave de la tecnología de salida de ganancia doble (DGO) de Canon es que cada fotodiodo del sensor se lee con dos niveles de amplificación, uno de ganancia alta y otro de ganancia baja, y las dos lecturas se combinan en una única imagen HDR con un detalle asombroso y poco ruido.

El sensor DGO de Canon funciona leyendo cada píxel en dos niveles de amplificación diferentes, uno alto y otro bajo, y luego combina estas dos lecturas en una sola imagen. La lectura de alta amplificación está optimizada para capturar detalles finos en regiones de sombra y al mismo tiempo reducir el ruido. La lectura de baja amplificación está diseñada para mantener y reproducir con precisión la información en los aspectos más destacados. La combinación de estos produce una imagen que tiene un rango dinámico más amplio, retiene más detalles y muestra menos ruido en comparación con las imágenes de tecnologías de sensores convencionales. La tecnología DGO no consume más energía que un sensor convencional y también es compatible con el sistema AF Dual Pixel CMOS y la estabilización electrónica de imagen de Canon, lo que ofrece un enfoque automático rápido y confiable y una imagen súper estable.

Diagrama que compara el funcionamiento de un sensor CMOS con el de un sensor SPAD.

Tanto un sensor CMOS (A) como un sensor SPAD (B) incluyen semiconductores de tipo p (2) y semiconductores de tipo n (3), pero en configuraciones diferentes. Cuando un fotón (1) incide en uno de estos sensores, se genera un electrón (4). En un sensor CMOS, la carga de un solo electrón es demasiado pequeña para ser detectada como señal eléctrica, por lo que la carga debe acumularse durante un cierto periodo de tiempo. En cambio, un sensor SPAD amplifica la carga en aproximadamente un millón de veces mediante un fenómeno denominado multiplicación de avalancha (5), que hace que fluya una gran corriente de forma instantánea, lo que permite al sensor detectar que un solo fotón ha chocado contra él.

El sensor SPAD de Canon

Los sensores CCD y CMOS miden la intensidad de la luz, es decir, miden cuántos fotones llegan al sensor en un tiempo determinado. Los sensores SPAD (diodo de avalancha de fotón único) funcionan de forma diferente, utilizando el efecto «avalancha» en los semiconductores. Cuando un fotón incide en el sensor, genera un electrón que desencadena una reacción en cadena o «avalancha» de producción de electrones. Este fenómeno en cadena hace que una gran corriente fluya de forma instantánea, que se interpreta como una señal de tensión en forma de una serie de impulsos que corresponden a fotones individuales.

Gracias a esta exclusiva tecnología de detección de la luz, los sensores SPAD pueden alcanzar un increíble rendimiento con baja iluminación. Utilizando el extraordinario sensor SPAD, Canon ha desarrollado la MS-500, una innovadora cámara de objetivos intercambiables capaz de captar imágenes en color de alta definición en condiciones de iluminación extremadamente baja, incluso en la oscuridad casi total de un entorno nocturno.

CINC_Product_H264

Además, la montura de bayoneta de la MS-500 para un objetivo para emisiones de 2/3 pulgadas permite a la cámara utilizar la amplia gama de objetivos para emisiones de Canon, con su excelente rendimiento óptico de superteleobjetivo. Esto significa que la cámara es capaz de detectar motivos a varios kilómetros de distancia, aunque no estén iluminados, lo que la convierte en un recurso muy valioso para la seguridad, la vigilancia y una amplia gama de aplicaciones científicas.

Explicación de los tamaños de sensor

Está claro que el número de megapíxeles de un sensor (ya sean píxeles totales o efectivos) no lo es todo. El tamaño físico del sensor es un factor importante. Los sensores APS-C son físicamente más pequeños que los Full Frame, lo que significa que, aunque el número de píxeles sea idéntico, una cámara con un sensor Full Frame ofrecerá un rango dinámico más amplio y un mejor rendimiento con baja iluminación: si tiene el mismo número de megapíxeles pero en un área mayor, entonces tiene fotodiodos más grandes, que serán capaces de captar más luz. Esto hace que las cámaras Full Frame, como la EOS R3 y la EOS R5, sean la opción favorita de los profesionales, especialmente de los que fotografían paisajes, arquitectura o retratos.

Por el contrario, como los sensores APS-C son más pequeños, el motivo ocupará más espacio en el encuadre que si se utilizara el mismo objetivo con los mismos ajustes en una cámara Full Frame, por lo que, en realidad, un sensor APS-C aumenta el alcance del objetivo. En las cámaras Canon, el «factor de recorte» es de aproximadamente 1,6x, lo que proporciona una distancia focal efectiva 1,6 veces mayor que la del mismo objetivo en una cámara Full Frame. Esto da a un objetivo de 50 mm, por ejemplo, el campo de visión de un objetivo de 80 mm (50 x 1,6 = 80). Esto quiere decir que las cámaras APS-C son muy adecuadas para una amplia gama de usos, incluida la fotografía de naturaleza y urbana. Además, gracias a su sensor más pequeño, las cámaras APS-C como la EOS R50 y la EOS R10 son más pequeñas y ligeras que sus equivalentes Full Frame, lo que las hace una opción ideal para fotografía de viajes o de naturaleza.

Algunas cámaras de vídeo utilizan sensores Super 35 mm (área activa de aproximadamente 24,6 x 13,8 mm, dependiendo del ajuste de resolución), que son ligeramente más grandes que los APS-C (22,2 x 14,8 mm), pero siguen siendo menos de la mitad que los de Full Frame (36 x 24 mm). Se utilizan mucho en la industria cinematográfica gracias a su equilibrio entre coste, calidad de imagen y aspecto cinematográfico (con poca profundidad de campo). Las videocámaras y otros tipos de cámaras utilizan otros tamaños de sensor, como el sensor CMOS apilado tipo 1.0 de 20,1 MP de la cámara compacta PowerShot G7 X Mark III y el sensor CMOS 1/2.3 de 11,7 MP de la PowerShot PX.

La elección del tamaño del sensor depende en gran medida de las necesidades de disparo y del presupuesto. Cada tamaño de sensor ofrece ventajas distintas, y conocerlas puede ayudarte a elegir la cámara adecuada para tus necesidades específicas. Sin embargo, se puede entender por qué utilizar como estándar los «píxeles efectivos» es una medida más sencilla para comparar cámaras y tecnologías diferentes.

Un sensor APS-C delante de un sensor Full Frame, para comparar sus tamaños.

Los sensores CMOS vienen en diferentes tamaños. Un sensor Full Frame tiene aproximadamente 1,6 veces la superficie activa de un sensor APS-C.

Diagrama que muestra un «cubo de luz» que contiene fotones amarillos y ruido gris, junto a otro más grande con más fotones amarillos.

Si dos sensores tienen el mismo número total de píxeles pero uno es físicamente más grande que el otro, cada fotodiodo del más grande también debe ser más grande. Esto se incluye a veces en las especificaciones de la cámara como «distancia entre píxeles»: una cámara APS-C de 21 MP puede tener una distancia entre píxeles de unas 4,22 micras, mientras que en una cámara Full Frame de 21 MP puede ser de 6,45 micras. Los fotodiodos actúan como «cubos de luz» y, del mismo modo que un cubo más ancho captaría más agua de lluvia que uno más estrecho, un fotodiodo más grande capta más fotones (mostrados en amarillo) con relativamente menos ruido aleatorio (gris).

La elección del tamaño del sensor depende en gran medida de sus necesidades de disparo y de su presupuesto. Cada tamaño de sensor ofrece distintas ventajas y comprenderlas puede ayudarle a seleccionar la cámara adecuada para sus necesidades específicas. Sin embargo, puede ver por qué la estandarización de "píxeles efectivos" proporciona una medida más sencilla para comparar diferentes cámaras y diferentes tecnologías.

Jeff Meyer and Alex Summersby

Artículos relacionados

Obturadores: ¿electrónicos o mecánicos?

¿Cuál es la diferencia entre un obturador electrónico y uno mecánico? ¿Cómo funcionan? ¿Qué cámaras están equipadas con ambos y cuál deberías usar?

Explicación de las diferencias entre APS-C y Full Frame

¿Cuál es la diferencia entre las cámaras APS-C y Full Frame y cuál es la más adecuada para ti?

Profundidad de campo

La profundidad de campo, que es el área de nitidez aparente de una imagen, es uno de los principales controles creativos en fotografía. Aquí te explicamos todo lo que tienes que saber.

Fotografía con poca luz con el sistema EOS R

Descubre cómo las avanzadas tecnologías e innovaciones de las cámaras del sistema EOS R y los objetivos RF mejoran considerablemente el rendimiento en condiciones de baja iluminación.

Consigue el boletín

Haz clic aquí para disfrutar de historias inspiradoras e interesantes noticias de Canon Europe Pro