Todo acerca de la abertura

¿Qué es la abertura en fotografía? Descubre cómo la abertura controla la exposición y la profundidad de campo, obtén información acerca del triángulo de exposición y aprende las diferencias entre los objetivos de abertura fija y variable.

En pocas palabras, la abertura de un objetivo es el orificio por el que la luz entra en la cámara. Cuanto más grande sea el orificio, más luz alcanzará el sensor de la cámara, lo que a su vez afecta a la exposición de la imagen.

Al igual que la pupila de un ojo humano se contrae en condiciones de mucha luminosidad y se expande en entornos con baja iluminación, la abertura tiene que disminuir o aumentar para conseguir la exposición correcta, es decir, una imagen clara que no sea muy oscura ni muy difuminada con distintas condiciones de iluminación. Este estrechamiento y esta expansión se realizan mediante una serie de hojas de la abertura en el objetivo que se mueven de forma sincronizada para ajustar el tamaño de la abertura, hasta el máximo que el objetivo sea mecánicamente capaz de alcanzar (que es el número en el nombre del objetivo).

Las hojas de la abertura contribuyen al bokeh, la calidad estética de las áreas desenfocadas en una imagen. El número de hojas puede afectar considerablemente a la suavidad o a la fluidez del bokeh. Normalmente, los objetivos con un mayor número de hojas tienden a producir un bokeh más redondo y agradable. El número de hojas se incluirá en las especificaciones del objetivo (por ejemplo, en la página web en el sitio web de Canon).

Una imagen que ilustra cómo la luz pasa a través de la estructura interior de un objetivo típico.

Una ilustración de la estructura típica de un objetivo. La luz que entra en el objetivo (1) pasa a través del elemento frontal (2), el elemento posterior (5) y diversos grupos de lentes (3) entremedio, algunos con elementos ópticos diseñados para corregir problemas como la difracción, algunos para la estabilización de imagen en objetivos con estabilización de imagen y otros para el enfoque. Las hojas de abertura (4) controlan la cantidad de luz que llega al sensor de la cámara.

Gran abertura frente a abertura pequeña

La abertura se expresa en pasos f. Confusamente, el número f no es el tamaño real de la abertura , sino que tiene una relación inversa con esta:

           diámetro de abertura = longitud focal (f) dividida por el número f

Esta es la razón por la que los pasos f se escriben con una barra diagonal, porque f/1,4 y f/16 son realmente fracciones. Esto también explica por qué cuanto menor sea el número f, mayor será la abertura. El número f es el denominador de la fracción, por eso 1/4 es mayor que 1/16.

Cada incremento en la escala estándar de pasos f reduce la cantidad de luz que llega al sensor: f/4 deja pasar la mitad de luz que f/2,8, f/5,6 la mitad que f/4,y así sucesivamente. Se dice que cada uno de estos pasos es un paso de luz, ya que se reduce a la mitad o se duplica la cantidad de luz cada vez. A su vez, esta es la razón por la que la escala de pasos f incluye los números que comprende, como f/2,8 y f/5,6, en lugar de números enteros, que no se corresponderían con pasos de luz enteros.

Una imagen que ilustra las diferentes aberturas, de amplia a reducida, además de los cambios en la profundidad de campo conforme vas ajustando de una abertura amplia a una reducida.

La abertura se indica mediante los pasos f (A). Una mayor abertura, como f/1,4, se traduce literalmente en un orificio más amplio que una abertura reducida como f/16. Al igual que la exposición, la abertura también afecta a la profundidad de campo (B): grandes aberturas (1) crean una profundidad de campo reducida, lo que significa que un área pequeña de la escena está enfocada con nitidez (3). Conforme la abertura se va reduciendo (2), la profundidad de campo aumenta, para que una mayor parte de la escena esté enfocada.

Cuando hablamos de una gran abertura, nos referimos a un número f pequeño y a un orificio que permite que una gran cantidad de luz alcance el sensor de la cámara, parecido a abrir las ventanas para dejar entrar la mayor cantidad de luz posible. Las aberturas amplias como f/1,4 son perfectas para fotografiar en condiciones de baja iluminación. Hablaremos más de ello en breve.

Por el contrario, una abertura pequeña, que se indica con un número f mayor, como f/22, limita la cantidad de luz que incide en el sensor, parecido a mirar a través de un hueco estrecho en las cortinas. Esta configuración es ideal en un día soleado o cuando la escena está repleta de luz, lo que previene la sobreexposición (una imagen que esté difuminada).

La abertura también juega un papel clave a la hora de definir la profundidad de campo en las fotografías, es decir, qué parte de la imagen tiene un enfoque nítido. Una abertura mayor, como f/1,8, genera una profundidad de campo reducida, lo que hace que el sujeto destaque frente al atractivo fondo desenfocado. Es ideal para la fotografía macro o de retrato. Una abertura menor, como f/16, mantiene enfocada la mayor parte de la escena, lo que es ideal para la fotografía arquitectónica y de paisaje, en la que quieres nitidez entre el primer plano y el fondo.

Una imagen tomada a f/1,8 que muestra una dedalera morada enfocada frente a hojas desenfocadas en el fondo.
Una imagen tomada a f/5,6 que muestra una dedalera morada y una frondosa vegetación junto a ella, enfocada frente a hojas de fondo desenfocadas.
Una imagen tomada a f/8 que muestra una dedalera morada y una frondosa vegetación junto a ella, enfocada frente a hojas ligeramente desenfocadas en el fondo.
Una imagen tomada a f/11 que muestra una dedalera morada y otras plantas, con más plantas ligeramente desenfocadas en el fondo.
Una imagen tomada a f/16 que muestra una dedalera morada y otras plantas, solo con las más alejadas desenfocadas en el fondo.
Una imagen tomada a f/22 que muestra una dedalera morada frente a hojas en el fondo.

Amplia abertura

Abertura pequeña

Equilibrar la abertura con otros ajustes de la cámara: el triángulo de exposición

La abertura es uno de los tres lados del triángulo de exposición, junto con la velocidad de obturación y el valor ISO. La interacción de estos tres determina la exposición de una imagen.

  • La abertura controla la cantidad de luz que entra a través del objetivo.
  • La velocidad de obturación determina la duración de la luz que incide en el sensor. Una obturación rápida congela el movimiento, mientras que una lenta podría introducir desenfoque si el sujeto (o la cámara) se mueve mientras el obturador está abierto. Si utilizas una abertura amplia (número f pequeño), entonces entrará más luz, por lo que una velocidad de obturación rápida conseguirá la exposición correcta.
  • El valor ISO ajusta la sensibilidad del sensor de imagen a la luz. Un valor ISO bajo ofrece una imagen más limpia, mientras que un valor ISO alto puede introducir ruido, pero puede ser necesario para disparar en condiciones de baja iluminación donde el riesgo de desenfoque significa no poder utilizar una velocidad de obturación muy lenta.

Perfeccionar el triángulo de exposición se traduce en equilibrar los tres elementos y ser consciente de las implicaciones de configurar cualquiera de ellos. Estos son algunos ejemplos.

Una imagen que ilustra el triángulo de exposición, con tres lados que son la velocidad de obturación, la abertura y el valor ISO.

El principio rector del triángulo de exposición es que, si configuras uno de los tres ajustes de exposición fundamentales, el valor ISO (A), la velocidad de obturación (B) y la abertura (C), tendrás que ajustar el resto para compensar y mantener una exposición uniforme.

La fotografía de retrato suele requerir que el sujeto esté delante de un fondo suave y desenfocado. Para conseguir esto, deberías usar una abertura mayor (número f más pequeño), como f/1,8 o f/2,8, para conseguir una profundidad de campo reducida. Esto permite que llegue más luz al sensor, por lo que puedes utilizar una velocidad de obturación más rápida para congelar el momento y mantener el valor ISO bajo para conseguir una imagen limpia.

Por otro lado, en la fotografía de paisaje, puede que quieras que todo esté enfocado con nitidez, desde el fondo hasta el horizonte. Esto requiere una abertura pequeña (número f grande), como f/16 o f/22, que produce una mayor profundidad de campo. Sin embargo, deja que entre menos luz. Para compensar, puede que necesites una velocidad de obturación más lenta o un valor ISO mayor. No obstante, una velocidad de obturación más lenta podría introducir desenfoque por trepidación y un valor ISO más alto podría añadir ruido.

Disparar tomas de acción, como un coche de carreras o una mascota jugueteando, requiere velocidades de obturación rápidas para congelar el movimiento. Esto se traduce en que menos luz llega al sensor, por lo que tendrás que contrarrestarlo ampliando la abertura, incrementando el valor ISO o ambas cosas.

¿Y qué hay de fotografiar en condiciones de baja iluminación, como una cena a la luz de las velas o un paisaje urbano al anochecer? Una gran abertura (número f pequeño) dejará entrar la mayor cantidad de luz posible, pero también reducirá la profundidad de campo. Para mantener enfocada una parte suficiente de la escena, puede que tengas que utilizar una velocidad de obturación más lenta, pero esto trae consigo el riesgo de desenfoque, mientras que aumentar el valor ISO agrava el ruido.

Lo bueno del triángulo de exposición radica en su flexibilidad. No hay una regla general. Se trata de encontrar el equilibrio adecuado para el sujeto, la escena o la historia. Consulta nuestra práctica tabla para obtener más información sobre las diferentes configuraciones.

Por supuesto, puedes automatizar esto parcialmente. Si configuras la cámara en el modo Prioridad a la abertura (Av), eliges el número f y la cámara ajusta la velocidad de obturación correcta; puedes seleccionar ISO automático u optar por ajustar el valor ISO que desees. En el modo Manual (M) puedes ajustar cualquier combinación de abertura, velocidad de obturación y valor ISO.

En una imagen tomada con un objetivo RF 50mm F1.8 STM de Canon a f/1,8, hay una pequeña pila de rocas delante de un estanque de agua con una cascada desenfocada en el fondo.

El objetivo RF 50mm F1.8 STM cuenta con siete hojas del diafragma y produce un bokeh atractivo en áreas desenfocadas, sobre todo cuando la luz atrapa las gotas de agua y los reflejos. Imagen tomada con una Canon EOS R6 y un objetivo Canon RF 50mm F1.8 STM, con una configuración de exposición de 1/60 s a f/1,8 e ISO 320. © Jeff Meyer

En una imagen tomada con un objetivo RF 50mm F1.8 STM de Canon a f/22, hay una pequeña pila de rocas delante de un estanque de agua con una cascada y la cara de una roca al fondo, todo enfocado.

A la abertura mínima con el mismo objetivo, f/22, toda la escena está enfocada. Se ajustó la cámara en modo Prioridad a la abertura (Av), lo que redujo la velocidad de obturación y aumentó el ajuste ISO (enormemente) para conservar la exposición. Imagen tomada con una Canon EOS R6 y un objetivo Canon RF 50mm F1.8 STM, con una configuración de exposición de 1/25 s a f/22 e ISO 25 600. © Jeff Meyer

Objetivos de abertura fija frente a objetivos de abertura variable

Estos términos se aplican a diferentes objetivos zoom, es decir, objetivos con longitudes focales variables. Los objetivos de abertura fija, también conocidos como objetivos de abertura constante, mantienen el mismo tamaño de abertura máxima durante todas las longitudes focales del zoom. Por ejemplo, con el objetivo RF 24-70mm F2.8L IS USM de Canon, tanto si estás fotografiando en gran angular a 24 mm o acercando el zoom a 70 mm, puedes seguir abriendo la abertura a f/2,8. Esta consistencia es una ventaja cuando estás disparando en distintas condiciones de iluminación o cuando necesitas mantener una determinada profundidad de campo en todas las longitudes focales. Esto es especialmente valioso en la fotografía de naturaleza o deportes, donde las condiciones de iluminación pueden cambiar rápidamente y la capacidad de mantener velocidades de obturación rápidas en todas las longitudes focales es esencial. Otro objetivo de abertura fija es el RF 28-70mm F2L USM de Canon. Este objetivo se suele utilizar por su rápida abertura f/2 en todas las longitudes focales del zoom, que lo convierte en una herramienta potente para la fotografía con baja iluminación y proporciona un bokeh impresionante.

Los objetivos de abertura variable ofrecen aberturas máximas diferentes conforme haces zoom. Por ejemplo, con el objetivo RF 24-105mm F4-7.1 IS STM de Canon, en el extremo más amplio (24 mm), la abertura máxima es f/4. Pero, al hacer zoom a 105 mm, la abertura más amplia que consigues es f/7,1. Aunque esto significa que puede que tengas que configurar los ajustes de exposición al hacer zoom, los objetivos de abertura variable suelen ser más compactos y asequibles, lo que los convierte en una opción atractiva para la fotografía de viajes o para los que cuentan con un presupuesto limitado. Otro objetivo de abertura variable destacado es el RF-S 18-150mm F3.5-6.3 IS STM de Canon. Este objetivo ofrece longitudes focales del zoom increíblemente amplias y, por consiguiente, muy versátiles, así como estabilización de imagen, por lo que es un todoterreno de calidad y el favorito entre los fotógrafos de viajes y urbanos.

La elección entre un objetivo de abertura fija o variable depende solo de lo que necesites fotografiar y de tu estilo. Si una exposición y una profundidad de campo consistentes en todas las longitudes focales del zoom son de vital importancia, entonces un objetivo de abertura fija es la mejor elección. Pero si los aspectos clave son la portabilidad y el presupuesto, entonces tu elección sería un objetivo de abertura variable.

Una imagen tomada a f/1,8 de una maceta con el sedum morado únicamente enfocado mientras que la maceta y el resto de plantas están desenfocados.

Una abertura más amplia (número f más bajo) producirá una profundidad de campo reducida y ayudará a aislar al sujeto, pero paradójicamente puede sacrificar un poco la nitidez general, incluso en las partes enfocadas de la imagen. Esto ocurre porque es físicamente imposible crear un objetivo completamente perfecto y las imperfecciones más minúsculas pueden significar que la luz no está enfocada con la precisión perfecta en todo el encuadre con aberturas grandes. Imagen tomada con una Canon EOS R6 y un objetivo Canon RF 50mm F1.8 STM, con una configuración de exposición de 1/400 s a f/1,8 e ISO 100. © Jeff Meyer

Una imagen clara tomada a f/16 de una maceta con sedum morado y otras plantas, todo enfocado.

En la fotografía macro, varios factores entran en juego, lo que incluye la distancia de enfoque mínima del objetivo. Sin embargo, cuando la nitidez es crítica, es recomendable utilizar la abertura óptima del objetivo, que suele estar en el medio de su rango de abertura. Esto producirá el rendimiento más nítido en todo el fotograma. Imagen tomada con una Canon EOS R6 y un objetivo Canon RF 50mm F1.8 STM, con una configuración de exposición de 1/60 s a f/16 e ISO 1250. © Jeff Meyer

Abertura y nitidez de la imagen

La abertura también tiene un efecto en la nitidez de la imagen general. Las aberturas extremadamente amplias (como f/1 o f/1,8) pueden sacrificar un poco la nitidez general por aberraciones de la lente, es decir, imperfecciones físicas que son inevitables simplemente por las limitaciones de la física y los materiales. También varía según los objetivos individuales, incluso si son el mismo modelo e idénticos nominalmente. Esta es una razón por la que las cámaras no pueden eliminarlas completamente, a pesar de llevar a cabo una gran variedad de correcciones del objetivo de la cámara.

Las aberturas muy pequeñas (como f/22) producen difracción, que también puede reducir la nitidez de la imagen. Piensa en la luz que entra en la cámara como una columna de soldados marchando con los de los lados empujándose unos a otros y chocando contra las paredes al pasar por una estrecha abertura, dejándolos peor alineados que cuando pasan por una gran abertura. También es un fenómeno físico inevitable, aunque muchas cámaras lo mitigan utilizando la función Corrección de difracción de Canon.

Estos efectos no suelen ser fáciles de percibir en todas las imágenes y suelen ser menos intensos en el centro del fotograma que en las esquinas. Sin embargo, suele haber lo que se llama el «punto óptimo» de un objetivo, la abertura donde ofrece su rendimiento más nítido.

Podrías realizar un conjunto de disparos de prueba para determinarlo pero, como regla general, la abertura óptima suele ser de más o menos 2 pasos más reducida que la abertura máxima del objetivo. Con un objetivo f/2, por ejemplo, una abertura de f/4 aproximadamente debería producir los resultados más nítidos en todo el fotograma. Para un objetivo f/2,8, prueba a f/5,6 aproximadamente. En el caso de un objetivo de abertura variable, el punto óptimo está en algún lugar en el centro de su rango de abertura.

Descripción de los pasos f y los pasos t

El término paso f deriva de paso focal y te indica el tamaño físico de la abertura en relación con la longitud focal del objetivo. Sin embargo, debido a que la luz pasa a través del objetivo, los elementos ópticos del objetivo pueden absorber, difractar o reflejar parte de ella antes de que incida en el sensor de la cámara. En este caso es cuando una medida distinta puede ser útil. Los pasos t, o pasos de transmisión, están relacionados con la cantidad real de luz que atraviesa el objetivo con éxito y alcanza el sensor de la cámara.

Esta distinción es importante porque no todos los objetivos son igualmente eficientes al transmitir luz. Por ejemplo, puede que dos objetivos tengan una abertura de f/2,8 pero, por diferencias en el diseño y los revestimientos del objetivo, un objetivo pueda transmitir más luz que el otro. Conocer el valor de pasos t permitirá una medición de exposición mucho más precisa, lo que garantiza la consistencia, sobre todo al intercambiar objetivos o grabar en un entorno controlado como un estudio de rodaje.

Sin embargo, en la práctica, los pasos f son la medida estándar de abertura para fotógrafos y son las unidades que se muestran en los objetivos de las cámaras. Ofrecen formas prácticas y cómodas de controlar la exposición y la profundidad de campo, y la mayoría de cámaras modernas compensa automáticamente la más ligera variación en la transmisión de luz entre diferentes objetivos. Los valores de pasos t no se suelen indicar y ni siquiera están disponibles.

Por otro lado, los pasos t se suelen utilizar en cinematografía y en la producción de vídeos profesionales, donde es primordial mantener una exposición absolutamente consistente, sobre todo cuando se utilizan diferentes objetivos o cámaras. En la práctica, trabajar con valores de pasos t garantiza que cada objetivo que se utiliza proporcionará la misma exposición para un ajuste concreto, garantizando la consistencia en todas las tomas.

Si comprendes la abertura y cómo funciona en la fotografía, estarás un paso más cerca de captar el mundo a través del objetivo tal y como lo habías imaginado.

Jeff Meyer and Alex Summersby

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