El ballet en realidad virtual cobra vida
Una vez más, este proyecto permitió a Clive añadir un conjunto completamente nuevo de habilidades a su repertorio. No estaba familiarizado con la realidad virtual, así que pasó seis meses trabajando con el equipo de Canon, aprendiendo todo lo que necesitaba para crear la película.
«Una cosa es conseguir el objetivo y la cámara, pero después tienes que crear el equipo que se necesita, lo cual nos llevó meses. Después, conseguimos la versión beta del software EOS VR Utility de 60 fps [compatible con archivos RAW de alta calidad]», afirma. «No tiene sentido grabar ballet en menos de 60 fps, porque la finalidad de la realidad virtual es que quieres que engañe al cerebro humano. El software es increíblemente inteligente, no podríamos haberlo conseguido sin él».
Cuando se trata de grabar en realidad virtual, no hay mejor cámara para ese trabajo que la EOS R5 C, afirma Clive. «No hay muchas cámaras que puedan captar Cinema RAW Light en 8K de 12 bits a 60 fps durante 50 minutos de forma ininterrumpida», dice. «Esta cámara es impecable».
Regan, que tuvo que adaptar su estilo de baile para la sesión, se enfrentó a muchos desafíos. «Utilicé más movimientos hacia delante y hacia atrás que de lado a lado, porque puedes captar una gama de movimientos más amplia», explica. «Lo más importante fue asegurarme de utilizar movimientos hacia delante y hacia atrás todo lo que pude para que la profundidad del movimiento se desplazara de una forma realmente impactante».
El sonido inmersivo también era importante para Clive, que utilizó un micrófono ambisónico compuesto por cuatro micrófonos direccionales para crear lo que él llama una «burbuja de sonido» (audio espacial). «El audio ambisónico crea una burbuja de sonido alrededor de la cámara: es una experiencia visceral, ya que bloquea el sonido en la imagen», añade. «Es muy importante aprender eso».
Tom Rogers, el productor digital creativo del Ballet Real de Birmingham, ha trabajado estrechamente con Clive en el pasado. «Lo que se respira entre bastidores y en el escenario es pura magia... Es muy difícil de reproducir con una película convencional», explica. «Creo que a través de la realidad virtual hemos conseguido captar la esencia de esa intimidad y esa magia».