Un desafío a los objetivos para fotografía urbana

En la fotografía urbana, puede pasar cualquier cosa. Las oportunidades de captar fotografías increíbles pueden aparecer de la nada y desaparecer con la misma rapidez. Es el desafío definitivo para un fotógrafo. Tienes que prepararte para cualquier cosa y tener un equipo que pueda ofrecerte buenos resultados.

Andres McNeill, residente en Glasgow (Reino Unido), ha conseguido un impresionante número de seguidores en las redes sociales gracias a su estilo único de fotografía urbana, que toma como punto de partida la recargada arquitectura histórica de su ciudad. «Siempre me ha gustado observar a la gente», cuenta, por lo que cuando se dedicó en serio a la fotografía en 2020, se sintió atraído de forma natural por las calles.

Andres suele recorrer las aceras hasta encontrar un buen encuadre y luego espera a que aparezca la persona adecuada: un elemento final pero esencial que completa la composición.

Al igual que muchos fotógrafos urbanos contemporáneos, Andres no se aferra a la clásica longitud focal fija de 35 mm, la preferida en los inicios del género, sino que experimenta con lo que mejor se adapte a su tema. Normalmente, sale con su cámara Canon EOS R5 o Canon EOS R6 y un adaptador de montura Canon EF-EOS R para sus objetivos EF.

Para comprobar si era posible replicar su estilo característico con un equipo mínimo, combinó la cámara mirrorless Full Frame EOS R8 de Canon con un único objetivo de focal fija gran angular: el supercompacto RF 28mm F2.8 STM de Canon. En este artículo, descubriremos si el equipo estuvo a la altura del desafío.

Los mejores objetivos para fotografía urbana son aquellos que te ofrecen la agilidad necesaria para ajustarte rápidamente a la acción en movimiento, y una característica clave del objetivo Canon RF 28mm F2.8 STM es su fino diseño «pancake».

Con solo 120 g de peso, el RF 28mm F2.8 STM es ligero en comparación con los objetivos zoom o los objetivos de focal fija más luminosos, lo que resulta ideal cuando se recorre a pie una ciudad como Glasgow. «Es increíblemente pequeño», afirma Andres. «Al combinarlo con la EOS R8 de Canon, no me podía creer su tamaño. Parecía como si fueras casi invisible».

Para Andres, que mide más de 1,80 m, poder mezclarse con el entorno es una gran ventaja. «Puedes estar muy cerca de la acción y seguir disfrutando de los momentos espontáneos; se me veía menos de lo que se me habría visto si fuera caminando con mi equipo habitual».

Andres se sitúo en el centro de Glasgow para la sesión, «porque allí es donde ocurre todo», comenta. «Hay una mezcla tan ecléctica de gente que es el mejor sitio para hacer fotos».

La longitud focal gran angular de 28 mm fue una nueva experiencia para Andres, que aprovechó la oportunidad para incorporar más elementos de la arquitectura en el encuadre. «Pude acercarme mucho a la gente porque la cámara y el objetivo ocupan muy poco espacio, pero también pude captar la anchura de los edificios», explica.

Andres captó una gran variedad de imágenes que muestran a personas cruzando entre los tesoros de la arquitectura, dentro de focos de luz que proyectan largas sombras. «También hice algunas exposiciones más largas, con coches que pasaban y creaban estelas», añade.

Escocia no es conocida por sus días soleados, por lo que para Andres es vital disponer de un objetivo capaz de hacer frente a las condiciones meteorológicas más grises y nubladas.

«Mi momento favorito para fotografiar es la "hora azul", justo después de que se ponga el sol, pero lo suficientemente tarde como para que parezca de noche», afirma. «Tener esa abertura de f/2,8 fue perfecto para esas situaciones. No tuve que subir demasiado el valor ISO para conseguir una imagen con una exposición decente. Puedes confiar en velocidades de obturación ligeramente inferiores a f/2,8 para obtener una foto realmente nítida».

Andres se inspira en el cine para el aspecto visual que busca y hace referencia a los característicos tonos azules, morados y turquesas presentes en la cinematografía de la película Moonlight de 2016 como ejemplo del tipo de paleta de colores que le gusta en sus propias tomas.

Al fotografiar de noche, Andres utiliza la luz disponible de las ventanas de oficinas y los carteles de comida rápida para mejorar sus imágenes. Al anochecer, quedó especialmente impresionado con el efecto bokeh producido por el objetivo Canon RF 28mm F2.8 STM.

«Cuanto mayor sea el número de palas de la abertura, más suave será el efecto bokeh y más perfecto y circular se verá», explica. «Eso era importante, ya que tenía las luces de la calle y los faros de los coches encendidos en el fondo. Ese efecto bokeh, que es tan agradable a la vista, añadía valor a las imágenes».

Además de hacer fotos, Andres también es videógrafo. El RF 28mm F2.8 STM es un objetivo ideal para creadores de contenidos que trabajan con movimiento y para grabar vídeos, ya que su corrección del desajuste de enfoque ofrece un encuadre uniforme al cambiar entre puntos focales.

Esta fue la primera vez que Andres utilizaba la cámara Canon EOS R8 y le pareció una opción estupenda para la fotografía urbana. Le gustó especialmente el enfoque automático inteligente, que le permitía enfocar los sujetos con nitidez. «A veces casi parecía que estaba haciendo un poco de trampa. Es como si le dijera lo que tenía que hacer con la mente y simplemente lo hiciera».

Una buena foto urbana cuenta una historia dentro del encuadre. Andres recuerda un ejemplo especialmente impactante: un hombre sentado en un foco de luz, tomándose un descanso (arriba a la derecha). Gracias a su equipo discreto, Andres pudo sacar la foto mientras el hombre continuaba con su momento de calma, sin ser molestado. Para su sujeto, probablemente fue otro día normal, pero, visto a través del objetivo de Andres, se convirtió en algo mágico.

«Mi único consejo para los fotógrafos urbanos es que salgan y hagan más», anima Andres. «Podría enumerar técnicas, pero se trata de entrenar la vista para ver el tipo de momentos que estás buscando. Y eso te convertirá en un mejor fotógrafo urbano».