Normalmente, la fotografía es más difícil con temperaturas extremas. La nieve, la escarcha y el hielo hacen que las escenas invernalessean espectaculares, pero la mayoría de las cámaras están diseñadas para funcionar solo por encima de 0 °C/32 °. Del mismo modo, los entornos extremadamente cálidos pueden provocar que las cámaras se calienten en exceso, mientras que los lugares arenosos aumentan el riesgo de que los equipos no sellados se dañen.
Muchas cámaras Canon cuentan con sellado contra las inclemencias meteorológicas y pueden funcionar en condiciones sorprendentemente adversas, pero también hay que tener en cuenta el factor humano. Fotografiar en entornos extremos puede ser tan duro para ti como para tu equipo.
Obviamente, debes tener cuidado al fotografiar con temperaturas extremas, asegurándote de comprobar las previsiones meteorológicas antes de empezar y llevar la ropa y el equipo de fotografía para exteriores adecuados. Sin embargo, también merecen la pena algunos consejos prácticos de fotografía para ayudarte a que las cosas se desarrollen de la forma más fluida posible. Aquí tienes nuestros mejores consejos para fotografiar en condiciones de frío y calor.
Consejos para fotografiar en condiciones meteorológicas extremas
Fotografía a bajas temperaturas
1. Mantén las manos calientes
El temblor de las manos puede provocar trepidación de la cámara y generar imágenes desenfocadas. Asegúrate de llevar un par de guantes impermeables y calentadores de manos gruesos para calentarte las manos después de haber estado fuera en el frío durante un tiempo.
Aunque los guantes son importantes para hacer fotografías con clima frío, pueden impedir que pulses bien los botones de la cámara. Los objetivos Canon con un anillo de control asignable, como el RF 200-800mm F6.3-9 IS USM, el RF 35mm F1.8 MACRO IS STM o el RF 85mm F2 MACRO IS STM, suelen ser más fácil de manejar con guantes. Las cámaras Canon con palanca de control (tipo «joystick»), como la EOS R10 de Canon, también pueden resultar útiles si los guantes dificultan el uso de la pantalla táctil para mover el punto AF.
Si eres un ávido fotógrafo de invierno, el fotógrafo de deportes y embajador de Canon Richard Walch recomienda invertir en unos guantes de escalada, que te permiten exponer los dedos para disparar, pero que te protegen las manos entre una toma y otra.
2. Protege tu equipo
Las cámaras del sistema EOS R de Canon, como la EOS R6, la EOS R6 Mark II y la EOS R7, vienen selladas contra las inclemencias meteorológicas y no tendrán ningún problema cuando dispares bajo la lluvia, pero compruébalo antes de salir cuando llueva mucho. Si se depositan gotas en el objetivo, límpialas bien con un paño de microfibra o con un paño limpio para objetivos. También puedes comprar filtros protectores para tus objetivos, que son muy útiles en condiciones extremas. Se recomienda evitar cambiar el objetivo con lluvia intensa o tormentas de nieve, ya que podrías dañar el equipo.
Si vas a usar la cámara en el exterior y no has girado el anillo de enfoque manualmente ni tampoco usado el enfoque automático durante un tiempo, es posible que los anillos de enfoque y zoom se «congelen». Para evitarlo, asegúrate de que tu cámara esté protegida y guardada en una bolsa de calidad cuando no vayas a utilizarla y no olvides cubrirla si la usas mientras nieva. También puedes girar el anillo de enfoque y el de zoom con el motor AF o de forma manual.
Las baterías se agotarán más rápido de lo normal en climas fríos, así que guarda la cámara y las baterías en el bolso para protegerlas de las condiciones meteorológicas, o en un bolsillo interno en el que el calor corporal las mantenga a temperatura cálida. Además, recuerda llevar el doble de baterías que de costumbre.
Al entrar en un lugar cálido con la cámara se producirá condensación y esta puede dañar el equipo. «Cuando hagas una parada para comer, quédate fuera o deja la mochila en el exterior», aconseja Richard. «Si pasas del frío al calor e intentas ver las fotos, se acabó. La cámara se empañará, el objetivo se empañará y te arriesgarás a que la cámara sufra daños. Tienes que mantener la cámara en una única zona de temperatura». Coloca tu bolsa del equipo en un lugar ligeramente más fresco, como un porche, para que tu equipo alcance la temperatura gradualmente.
Si tienes que pasar directamente de un entorno a otro, puedes intentar envolver tu equipo en una bolsa de plástico durante unos minutos para que el cambio de temperatura no sea tan drástico.
3. Utiliza un trípode y dispara de forma remota
No es fácil hacer fotografías estables cuando estás tiritando de frío. Un trípode ligero y portátil te ayudará a estabilizar la cámara para que puedas disparar con confianza. Solo tienes que acordarte de no tocar el trípode con las manos desnudas cuando la temperatura sea bajo cero porque podrías «quemarte» la piel. Pisa fuerte en cualquier terreno cubierto de nieve para crear una superficie plana y compacta antes de la instalación.
También puedes utilizar la aplicación Canon Camera Connect en tu smartphone para disparar el obturador de forma remota e inalámbrica, lo que significa que no tendrás que tocar la cámara en absoluto. Puedes ajustar el enfoque a través de la aplicación y utilizarla para aplicar etiquetas geográficas a tus imágenes, de modo que nunca olvidarás dónde estabas cuando hiciste esa foto destacada.
Uso en condiciones de calor o arena
1. Protégete del sol
Evita la luz solar directa y permanece en la sombra siempre que sea posible. Si tienes que estar al sol, usa protector solar con un factor de protección UV adecuado y un sombrero que te tape la cara. Siempre que sea posible, mantén tu equipo a la sombra, especialmente las baterías. Si te diriges a un entorno extremo, informa a alguien de dónde y cuándo vas, y cuándo tienes pensado volver, para que pueda alertar si es necesario.
2. Elige el equipo adecuado
Mantenerte lejos de la luz solar directa también evitará que el equipo se caliente en exceso, especialmente al grabar vídeos. Las cámaras no pueden funcionar cuando se calientan demasiado, por lo que no podrás continuar cuando la tuya se caliente demasiado y es posible que te pierdas tomas mientras esperas a que se enfríen.
Si estás fotografiando en entornos arenosos, como la playa o un desierto, debes proteger tu equipo de los granos de arena. La solución es invertir en una cámara con sellado contra las inclemencias meteorológicas, como la EOS R7 de Canon, que es resistente a la humedad y al polvo. La EOS R7 también se beneficia de la protección del obturador, que ayuda a evitar que el polvo entre en el sensor. Los objetivos también son vulnerables. Combina tu cámara sellada con un objetivo con protección similar, como el Canon RF 200-800mm F6.3-9 IS USM, que cuenta con juntas de goma que evitan que la arena dañe los elementos ópticos internos.
Incluso si no hace un calor abrasador, la humedad puede afectar a tu equipo, provocando que se infiltre en él y lo dañe. De nuevo, un equipo resistente a la humedad y el sellado evitarán esto, pero puedes tomar otras medidas. Utiliza una bolsa de equipo impermeable y mete algunos sobres de gel de silicio en el interior para recoger la humedad que pueda entrar. Asegúrate de mantener el equipo en un entorno seco, quizás en una habitación con un deshumidificador, si es posible.
Si te enfrentas a un calor extremo, puedes meter una bolsa de hielo en tu bolsa de equipo para mantener el contenido fresco. Sin embargo, asegúrate de que la bolsa de hielo esté bien envuelta para evitar que la humedad dañe el equipo cuando se descongele.
El color de tu equipo también juega un papel importante. Algunos objetivos de Canon, como el RF 200-800mm F6.3-9 IS USM, tienen un revestimiento blanco para mantener el interior del objetivo frío a altas temperaturas. La EOS R50 de Canon también está disponible en blanco, lo que debería ayudar a mantener una temperatura más fría durante más tiempo que una cámara negra bajo la luz del sol. Además, los objetivos RF de la serie L, como el Canon RF 70-200mm F2.8L IS USM, cuentan con un revestimiento de protección térmica que evita que el barrilete del objetivo se caliente en exceso bajo el sol intenso.
3. Iluminación y sobreexposición
La luz del sol puede producir fácilmente tomas sobreexpuestas. Ten cuidado al fotografiar para no sobreexponer las zonas iluminadas. Cuando esto sucede, se pierden los datos y no se pueden recuperar, por lo que no podrás corregir la sobreexposición en la posproducción.
Utiliza la función de histograma o patrón cebra de la cámara para controlar las altas luces de las zonas iluminadas en la pantalla o a través del visor electrónico, y, si es necesario, puedes subexponer la toma. Siempre y cuando no sobreexpongas las zonas luminosas, deberías poder recuperar una fotografía que sea un poco demasiado brillante reduciendo las zonas luminosas y blancas con un software de edición, como el Digital Photo Professional de Canon.
Para acceder a más consejos y técnicas de fotografía en condiciones difíciles, echa un vistazo a nuestro artículo sobre fotografía en paisajes extremos*.
Escrito por Peter Wolinski
* Disponible solo en determinados idiomas.