Juega con la comida: proyectos fotográficos saludables y comestibles para imprimir y enmarcar

Con un poco de creatividad, es increíble lo que puedes convertir en preciosas obras de arte impresas. En esta guía, veremos cómo crear divertido arte gastronómico, capturar los resultados con la cámara y crear una impresión vibrante para presumir de tus obras. Es un proyecto ameno para toda la familia, probablemente tienes todo lo necesario al alcance de la mano y, además, podrás comerte tu creación como un saludable aperitivo cuando acabes.

Reúne gran variedad de alimentos coloridos para crear caras divertidas. Las frutas y verduras frescas son ideales, porque no solo son coloridas y fáciles de moldear, sino que también son una forma estupenda de fomentar una alimentación saludable. Los tomates, los pimientos, las fresas y las zanahorias ofrecen una explosión de color, mientras que las bayas y los frutos secos más pequeños pueden ser útiles para crear ojos y otros rasgos faciales. Los alimentos que pueden esparcirse, como lentejas secas o semillas, también funcionan bien. Algunos alimentos, como las rosquillas y las crepes, tienen forma de cara, por lo que pueden adelantar el trabajo de los niños cuando creen sus obras de arte.

Ahora viene lo divertido. Reúne a tu familia, elegid un plato y colocad los alimentos formando una cara, una figura entera o cualquier otra forma que queráis. Elige alimentos de colores que se complementen o contrasten y ten en cuenta que algunos alimentos frescos se oxidan más rápido que otros, así que deja las rodajas de manzana o plátano para el final. En cuanto a los platos y cubiertos, lo ideal son platos de varios colores, sin elementos decorativos. Evita los platos con estampados intricados, ya que pueden distraer la atención de la comida. Ten un cuchillo y una tabla a mano para trocear los alimentos y dar forma a los detalles más precisos.

Intenta transformar un aperitivo cotidiano en una estructura llamativa, como nuestro Big Ben hecho con una pila de bocadillos. Alimentos como el pan, las galletas, los cereales y los pasteles se pueden apilar fácilmente, y unos palillos para brochetas ocultos evitarán que vuelquen. Los niños se lo pasarán a lo grande creando su propio monumento famoso y es igual de divertido demolerlo para almorzar después.

Una vez terminada la obra de arte gastronómica, coge la cámara y prepara la fotografía. Si vas a disparar desde arriba, prueba a colocar un trozo de papel de color debajo del plato para obtener un fondo vibrante. Elige un color de papel que contraste con el plato de comida. Si lo tienes, utiliza un trípode para hacer la foto. Un trípode te permite disparar a velocidades de obturación más lentas, lo que a su vez te permite utilizar una ISO más baja para obtener imágenes con menos ruido. Si no tienes trípode, puedes disparar sin él perfectamente, pero puede que tengas que utilizar una ISO más alta. Si montas la cámara en un trípode, tendrás más libertad para cambiar la composición de la fotografía.

La luz de una ventana resulta idónea para fotografías de bodegones como esta. Una ventana ofrece un gran banco de iluminación que baña la comida con una luz suave y uniforme. Elige un lugar junto a una ventana grande (recuerda evitar la luz directa del sol) y experimenta para ver si la dirección de la luz funciona mejor desde arriba o hacia un lado. Si la luz es demasiado fuerte en un lado, puedes utilizar un reflector o un trozo de papel blanco para hacer que la luz rebote hacia las sombras del lado opuesto.

Puedes utilizar los ajustes de la cámara que quieras, pero aquí tienes un práctico ajuste de exposición para fotografías hechas con trípode: establece la cámara en el modo Prioridad de abertura (Av) y utiliza una abertura de medio alcance, como f/8, y ajusta el valor de ISO en 100. La cámara ajustará la velocidad de obturación idónea. Con estos ajustes, es probable que la velocidad de obturación sea bastante lenta, por lo que te recomendamos que establezcas un temporizador de 2 segundos para evitar que la cámara se mueva al activar el obturador, o bien, que utilices la aplicación Canon Camera Connect para hacer la foto de forma remota desde el dispositivo móvil.

Una vez que has hecho fotos de tus creaciones, ¿por qué no imprimirlas? Puedes preparar la impresión fácilmente con la aplicación Canon Easy-PhotoPrint Editor. Transfiere las imágenes al smartphone con la aplicación Canon Camera Connect o image.canon y, a continuación, abre las imágenes en la aplicación Easy-PhotoPrint Editor, elige un tamaño de papel y utiliza la función de recorte para eliminar los bordes molestos. También puedes elegir entre una gama de filtros para mejorar los tonos. Asegúrate de establecer el tipo de soporte correcto en los ajustes de impresión, Mate o Brillo, y establece la calidad de impresión en Óptima. También merece la pena guardar un preajuste de impresión en la lista desplegable Preajuste para utilizar los mismos ajustes de impresión en el resto de las fotos gastronómicas con un par de clics.

Carga unas cuantas hojas de papel fotográfico mate en la impresora y empieza a imprimir. Cuando acabes, podrías enmarcar las impresiones. También puedes utilizar papel fotográfico magnético de Canon y poner tus creaciones en la puerta del frigorífico o utilizar una SELPHY Square QX10 de Canon para imprimir directamente en papel fotográfico cuadrado adhesivo. Tus coloridas obras maestras quedarán estupendas si las agrupas en un collage en una pared o sobre una repisa. ¿Qué mejor manera de afianzar el recuerdo de una divertida tarde de artesanía gastronómica?

Escrito por James Paterson