Belleza salvaje: cinco consejos para mejorar tus fotografías de aventuras

El fotógrafo de aire libre y estilo de vida Jake Baggaley es un apasionado de la aventura. Como corredor de montaña competitivo y fanático del alpinismo, siempre se ha sentido inspirado por los escarpados y cautivadores paisajes del mundo natural. «De pequeño me crie en New Forest (en el sur de Inglaterra) y me encantaba estar al aire libre», comenta Jake. «También me gustaba jugar con cámaras. Mi padre es profesor de fotografía y recuerdo que usaba la cocina de casa como cuarto oscuro, así que me interesé por ambas aficiones a medida que fui creciendo».

El senderismo permitió a Jake hacer nuevos contactos y desarrollar su carrera profesional. «Nunca me propuse ser fotógrafo de exteriores y la mayor parte de mis trabajos previos habían sido documentales sociales, pero fue así como empecé a trabajar en el sector de las aventuras al aire libre», explica. Entre los clientes actuales de Jake se encuentran The North Face, Another Escape y Adidas.

Cuando surgió la oportunidad de fotografiar los paisajes nevados y los lagos helados de la zona central de Suecia en esquís y patines de hielo para la empresa de expediciones sostenibles Do The North, Jake vio cumplido un sueño. «Visitamos la región de Dalarna para patinar sobre hielo y el Parque Nacional de Fulufjället para practicar esquí de fondo. Era una zona bastante recóndita y tenía interés por captar aquella superficie helada y sus remotos y bastos paisajes», comenta.

Para Jake era muy importante poder contar con una cámara ligera, por lo que la EOS M6 Mark II de Canon, con un diseño compacto, pantalla táctil abatible de 180˚, Wi-Fi integrado, vídeo 4K y un sensor APS-C de 32,5 MP, resultó ser la compañera ideal. Al combinarla con el objetivo EF-M 32mm f/1.4 STM de Canon, ofrece unas especificaciones inigualables en un paquete pequeño y portátil.

A continuación, Jake nos explica cómo sacar el máximo partido a nuestra cámara mientras viajamos y cómo podemos capturar imágenes impresionantes en entornos naturales sin tener que alejarnos demasiado de casa.

«El alpinismo es una forma de conectar con el entorno», explica Jake. «La naturaleza hace que me emocione fotografiar al aire libre. Siempre que salgo a correr pienso dónde puede haber un buen sitio para fotografiar. Explorar los alrededores en invierno puede ofrecerte muchas formas de ser creativo», afirma. «Experimenta con los ángulos, las luces y las linternas frontales para lograr que ese paisaje inhóspito sea mucho más cautivador».

El sombrío invierno escandinavo ofrecía situaciones de iluminación desafiantes que resultaban ideales para poner a prueba las funciones con baja iluminación de la cámara de Jake, que tiene un rango de ISO de hasta 25600. «Me sorprendió mucho el rendimiento de la EOS M6 Mark II de Canon en condiciones de baja iluminación, y gracias al amplio diafragma del objetivo EF-M 32mm f/1.4 STM, resultó muy sencillo fotografiar cuando anochecía. En Suecia, las horas de luz son bastante cortas, por lo que no teníamos tiempo suficiente para configurar nada. Básicamente fotografiábamos sobre la marcha».

Al fotografiar en entornos nevados y brillantes, Jake aconseja cambiar al modo manual para no perder detalles. «El medidor de la cámara intenta oscurecer toda la imagen porque capta tonos blancos desde todos los ángulos. Es mejor disparar en modo manual para así tener un control total sobre la luminosidad sin atenuar la nieve».

¿Y por qué no probar a capturar siluetas? «Lo bueno de la nieve es que puedes conseguir siluetas limpias de árboles», comenta. «Las sombras en la nieve te permiten conseguir distintos tonos de blanco, algo fantástico a la hora de experimentar».

Cuando sales de aventura, siempre debes tener tu cámara a mano y lista para disparar, o de lo contrario podrías perderte momentos espontáneos. La EOS M6 Mark II de Canon solo pesa 408 g y es capaz de disparar a una velocidad de hasta 14 fotogramas por segundo (fps).

«Lo que más me gustó de la EOS M6 Mark II de Canon fue su diseño compacto y ligero», comenta Jake. «Practicamos esquí de fondo y patinamos sobre lagos helados. Cuando viajas con un equipo grande y pesado, el proceso suele ralentizarse, pero como capturábamos las imágenes en acción, la elevada velocidad de fotogramas de la EOS M6 Mark II de Canon resultó ideal. Ajusté la cámara a la parte delantera de mi mochila, algo que me vino muy bien en esas condiciones extremas, ya que así no tenía que pararme, quitarme los guantes o abrir la mochila».

«Siempre intento convertir lo que puede ser una imagen bastante sencilla en algo un poco más emocionante mediante la adición de un elemento humano», dice Jake. «Cuando una persona interactúa con el paisaje, logras cierta sensación de escala».

«Me encantaron las imágenes que se reflejaban en el hielo y las marcas que dejaban nuestros patines. De hecho quise usar esas marcas para resaltar la composición y hacer las fotografías más interesantes».

Jake se valió del modo de ráfagas RAW a 30 fps de la EOS M6 Mark II de Canon para congelar a los patinadores en el encuadre conforme se deslizaban sutilmente. «Si se trataba de una escena agradable en la que no era necesario grabar durante mucho tiempo, usaba el modo de ráfaga a 30 fps para asegurarme de que el cuerpo del patinador aparecía justo donde quería. Fue algo bastante útil, además también podía utilizar el enfoque automático».

El detalle y la claridad son dos aspectos primordiales en la fotografía de aventuras. El supernítido EF-M 32mm f/1.4 STM de Canon posee una longitud focal estándar equivalente a 50 mm y es capaz de captar la perfección tanto las impresionantes montañas como los detalles de los patines, las botas o las ruedas. Sea cual sea tu aventura, solo necesitarás un objetivo.

«La distancia focal equivalente a 50 mm fue una de las características que más me gustaron a la hora de fotografiar al aire libre, ya que te permite captar todo el paisaje con una persona pequeña (en el encuadre) sin que se note la distorsión superamplia que a veces suele apreciarse», afirma.

«Es una longitud focal magnífica que cuenta con una gran cobertura y es capaz de lograr tomas amplias de paisajes y detalles cercanos con una profundidad de campo reducida. Vale para todo».

No importa si estás en un bosque o sobre un acantilado. En invierno, la magia del amanecer es perfecta para lograr fotos extraordinarias. Y hay una razón por la que los fotógrafos de aventuras como Jake prefieren este tipo de escenas espectaculares. «Lo que más me gusta del amanecer en invierno es que ocurre aproximadamente a las 9 o las 10 de la mañana, en vez de a las 3 o 4. Así que si eres de los que no te gusta madrugar, aún tienes la oportunidad de captar el amanecer en invierno. A veces en esta época, durante los días soleados, el sol siempre está bajo, lo que hace que la luz tenga un aspecto intenso y suave pero con sombras largas y profundas», comenta.

Con la EOS M6 Mark II de Canon resulta muy sencillo añadir ese efecto de luz dorada a los vídeos 4K de tus aventuras. Además, Jake descubrió que podía editar y combinar el contenido con tomas de vídeos 4K captadas con la EOS R Full Frame. «Las grabaciones realizadas con la EOS M6 Mark II de Canon ofrecen una calidad similar a la de la EOS R. Podía usarlas de forma conjunta para obtener imágenes superlimpias».

Escrito por Lorna Dockerill