Helen Bartlett comenzó fotografiando niños cuando era adolescente, en el jardín de infancia de su madre, al sur de Londres. Inició su carrera profesional en 2003 y ahora es una de las fotógrafas de retratos familiares más prolíficas y reconocidas del Reino Unido. Sus imágenes en blanco y negro aprovechan la luz ambiental para expresar el espectro emocional de la vida familiar. La entrevistamos para conocer los desafíos a los que se ha enfrentado para convertir su pasión por la fotografía en un trabajo a tiempo completo.
FOTOGRAFÍA FAMILIAR
Detrás del objetivo: Helen Bartlett y cómo convertir la pasión por la fotografía en una carrera profesional
¿Cuándo empezaste a interesarte por la fotografía?
Mi padre era un ávido fotógrafo cuando era pequeña, por lo que teníamos un cuarto oscuro en casa. Mis hermanos y yo teníamos cámaras manuales, hacíamos muchas fotos en blanco y negro, y revelábamos e imprimíamos nuestras propias imágenes. Al mismo tiempo, mi madre dirigía un jardín de infancia en casa durante la semana. Al llegar a la adolescencia, empecé a fotografiar a los niños y a vender las imágenes a sus padres para sacarme un dinerillo. Lo seguí haciendo mientras estudiaba en la universidad, ya que siempre había querido ser fotógrafa. Sin embargo, pensaba que no era más que un sueño y que acabaría haciendo otra cosa.
¿Cómo se convirtió en tu carrera profesional?
Tras haber probado otros trabajos, como aún quería ser fotógrafa, mi hermano mayor me dejó algo de dinero para fundar una empresa de fotografía de niños y parece que fue una decisión muy oportuna. La fotografía digital empezaba a ser cada vez más asequible, por lo que me hice con una Canon EOS 10D, me compré un ordenador y viví con mis padres mientras me establecía.
¿Qué retos tuviste que superar?
Los aspectos más desafiantes de empezar de cero por aquel entonces eran los mismos que ahora. Lo más difícil es conseguir clientes. Puedes hacer las mejores fotos del mundo, pero si no te conoce nadie, no hay manera de conseguir más clientes. Además, al empezar en esto, aprender a trabajar con niños requiere tiempo y experiencia. Recuerdo una ocasión en la que estaba fotografiando a cuatro niños pequeños en un bajo en un día lluvioso. Parecía un trabajo interesante, divertido y desafiante. Cuanto más trabajas con niños, descubres más formas de sacar lo mejor de ellos, sobre todo para asegurarte de que todo el mundo se lo pasa en grande durante el proceso.
¿Qué consejos les darías a los profesionales en ciernes?
Hay que tener en cuenta que la fotografía rara vez da para hacerse rico. Requiere mucho trabajo, así que antes de que la gente deje su puesto de trabajo, es importante recordar que las cosas no ocurren de la noche a la mañana. Les diría que aprendan tanto como puedan. Internet es una fuente de recursos excelente para encontrar consejos prácticos y pulir la técnica. Pero sin duda, lo fundamental es practicar. No hay nada como hacer fotos de verdad. Una buena idea es empezar haciendo fotos de amigos y familiares antes de aceptar encargos pagados. Cuanto más se fotografía, más trucos se descubren y más se aprende a definir un estilo propio.
¿Qué equipo utilizas en la actualidad?
Ahora mismo trabajo con dos sistemas de cámaras, ya que estoy pasándome a la gama mirrorless. Todavía utilizo mi querida EOS-1D X Mark II con los objetivos EF 85mm f/1.4L IS USM, EF 35mm f/1.4L II USM y EF 24-70mm f/2.8L II USM de Canon. Como los niños se mueven muy rápido, el increíble enfoque automático y el diseño robusto de calidad de la serie EOS-1D X son ideales cuando no sabes lo que te espera en una sesión (arena, jabón para hacer burbujas, muñecos de peluche...), ya que con los más pequeños puede ocurrir cualquier cosa.
En 2020 añadí una EOS R5 de Canon a mi equipo. Es una cámara increíble. Me encanta utilizar el seguimiento de los ojos y la cara, la pantalla táctil de ángulo variable y las 5940 posiciones de enfoque automático, que me permiten crear composiciones nuevas e interesantes para mis clientes. La utilizo con el fantástico RF 50mm F1.2L USM de Canon, que siempre digo que es el objetivo que me llevaría a una isla desierta. También utilizo el increíblemente versátil RF 35mm F1.8 Macro IS STM de Canon. Me encanta, especialmente, por su función macro, pues hace que sea el objetivo perfecto para fotografiar a recién nacidos. En 2021 incorporaré un objetivo RF 85mm F1.2L USM de Canon a mi equipo. La calidad de los nuevos objetivos RF es sorprendente.
Siempre recomiendo invertir en un objetivo de focal fija rápido porque permite fotografiar en interiores con luz natural, que es la mejor manera de aprender sobre la abertura y la velocidad de obturación. El EF 50mm f/1.8 STM de Canon, de alta calidad y precio económico, es un objetivo de focal fija increíble con el que puedes experimentar. El objetivo RF 50mm F1.8 STM sería el equivalente para aquellas personas que utilizan el sistema mirrorless Full Frame de Canon.