El sistema de conteo propuesto por Canon es mucho más eficiente. Puesto que los elementos de una playa son dinámicos y cambian continuamente, necesitábamos una solución autónoma, que no dependiera del control y el seguimiento continuo que se requiere cuando el conteo se hace de forma manual.
Punto de partida
La temporada turística durante el verano de 2020 estuvo marcada por las restricciones y las medidas preventivas para minimizar los contagios por coronavirus. Las autoridades tuvieron que buscar la manera de salvar la temporada de playa y mantener al mismo tiempo todas las precauciones necesarias para detener la propagación del virus. Una de las medidas más exigentes fue la limitación de aforo, incluso en espacios abiertos y públicos. Cumplir este objetivo no fue una tarea fácil, especialmente en lugares como las playas, donde el control de aforo es difícil de llevar a cabo por la extensión de las costas, la posibilidad de acceder a las mismas por muchos puntos diferentes o la gran afluencia de público que tienen estas zonas durante el periodo estival. El Ayuntamiento de Barcelona se dio cuenta de que, para manejar adecuadamente esta situación tendría que destinar gran parte de su personal a realizar exclusivamente tareas de conteo, teniendo en cuenta, además, que las playas situadas cerca de los núcleos urbanos presentan mayor dinamismo en su aforo ya que la entrada y salida de los usuarios se produce con mayor frecuencia.
A las medidas preventivas que hacían necesario el control de aforo en las playas de Barcelona, también se sumaba la aprobación de la Ley 8/2020 del 30 de julio, de protección y ordenación del litoral, para salvaguardar y proteger el ecosistema, que exige a los ayuntamientos que también se controle la capacidad de carga de las playas.