Reducir los desplazamientos
Las formas más ecológicas de desplazarse al trabajo todos los días, o no hacerlo, también pueden ser beneficiosas. El espacio de cotrabajo medio, por ejemplo, una oficina compartida más cerca de casa, puede ayudar a ahorrar 118 toneladas métricas de CO2 al año.5 Antes de la pandemia, un número determinado de empresas habían introducido políticas laborales más flexibles, que permiten a las personas trabajar desde casa o hacerlo en un espacio de cotrabajo en un entorno ágil. En la actualidad, muchas empresas permiten una mezcla de trabajo remoto y en la oficina,6 lo que reduce las emisiones de carbono a la vez que mejora el bienestar del personal.
La tecnología está haciendo que todo esto sea posible. Con las soluciones y las capacidades de impresión adecuadas, los trabajadores pueden pasar de forma optimizada entre el entorno de trabajo en la oficina y el remoto. Por ejemplo, antes de 2020, las videoconferencias ya se habían convertido en algo básico en la comunicación en el lugar de trabajo, conectando a compañeros de todo el mundo. Pero, con las condiciones laborales durante la pandemia, su uso aumentó drásticamente para facilitar las reuniones diarias que no se podían realizar cara a cara.