Necesidad de reflexión
La pandemia ha acelerado enormemente la demanda de plazos de entrega más rápidos, tiradas de impresión de bajo volumen y servicios de impresión bajo demanda combinados con la adopción de pedidos online. Esto ha obligado a muchas empresas a replantearse sus procesos y tecnología para seguir siendo rentables y ágiles. Para cumplir con las expectativas del cliente, cada vez más proveedores de servicios de impresión se dan cuenta de que una inversión en tecnología de inyección de tinta digital y en flujos de trabajo digitales abre nuevos caminos hacia la eficiencia.
Latcham Direct, una imprenta comercial del Reino Unido, reconoció el potencial de la inyección de tinta e invirtió en su primera VarioPrint i300 de Canon en 2019 y en una segunda prensa en 2020. Sin embargo, una prensa digital de inyección de tinta por sí sola no es la solución al aumento de las tiradas de bajo volumen a las que se enfrentan los proveedores de servicios de impresión. En su lugar, esta inversión debería ir de la mano del proceso de replanteamiento y reingeniería de los flujos de trabajo de producción de la empresa.
La inyección de tinta digital ofrece muchas oportunidades para lograr una mayor eficiencia operativa, reducir costes y entrar en nuevos mercados, pero también hay que tener en cuenta muchas variables. «Lo primero es comprender que un dispositivo de inyección de tinta por sí solo no solucionará todo. En parte sí impulsa la eficiencia, pero hay que tener en cuenta todas las partes del proceso de fabricación», explica Mike Hughes, director general de Latcham Direct.
Aunque la tecnología de inyección de tinta en sí puede proporcionar un aumento significativo de la calidad, velocidad, flexibilidad y rentabilidad, a menos que el flujo de trabajo antes y después de la prensa se haya optimizado, como proveedor de servicios de impresión, no obtendrás el mejor retorno de la inversión.