Economía circular sin concesiones: cómo el cambio en la mentalidad de las adquisiciones podría suponer un ahorro económico y contribuir a salvar el planeta.
La mitad del total de emisiones de gases de efecto invernadero y el 90 % de la pérdida de biodiversidad se deben a la extracción de recursos y al procesamiento de materiales, alimentos y combustibles. Y, sin embargo, se prevé que el uso de materias primas se habrá duplicado a nivel mundial para el 20601. Por lo tanto, es fundamental que las empresas adopten prácticas que minimicen los residuos en la medida de lo posible. Para ello, es indispensable incorporarse a la economía circular.
Según la Fundación Ellen MacArthur, una economía circular «se basa en los principios de eliminar residuos y contaminación desde el diseño, mantener productos y materiales en uso y regenerar sistemas naturales».
Las empresas se encuentran en el núcleo de la transición de una economía lineal a una economía circular. Al incorporar los principios de circularidad al núcleo de la toma de decisiones empresariales (por ejemplo, mediante la adopción de principios de adquisición sostenible), las organizaciones pueden reducir costes y cumplir sus compromisos de responsabilidad social.